Cuando Vero propuso que este año, para celebrar su cumpleaños, cambiásemos la dinámica de "fiesta de disfraces" de los años anteriores por campo+barbacoa, agradecí mucho lo de no disfrazarnos, pero sobre todo pensé en que se le había ido la olla: "¿de barbacoa a primeros de marzo, en este año frío en que no para de llover?" Y es cierto que ha estado lloviendo toda la semana, de hecho hasta ayer mismo por la mañana; pero después se quedó un sábado precioso. Y nos fuimos a dar un paseo junto al embalse de Picadas, en Aldea del Fresno; por un camino que aparentemente fue una antigua vía de ferrocarril. En esta zona el valle del Alberche se da unos aires muy "andujareños", no siendo por los grandes pinos piñoneros que asoman aquí y allá como grandes setas.
Narcissus cantabricus (me lo tacho); una de las muchas flores que tuvieron a bien alegrarnos el día adornando el campo a pesar de este invierno en apariencia interminable. El día por lo demás estuvo sembrado de bichos aquí y allá: águilas reales por doquier y alguna imperial también, azores, búhos reales cantando a medio día, murciélagos de herradura en un antiguo túnel...
Y después del paseo, echamos la tarde comiendo y jugando en un área recreativa aguas abajo de la presa; curiosamente junto a un grupo que también estaba de cumpleaños.
Nuestra humilde parrilla, que no dejó de funcionar en toda la tarde. Esta mal presumir, pero la verdad es que en comparación con nuestros vecinos demostramos ser todos unos maestros del churrusquismo, jeje. Y me quedé tan lleno que creo que hasta el año que viene no podré repetir... aunque espero que podamos hacerlo :-)
2 comentarios:
No te di las gracias en su día por esta entrada... nunca es tarde, ¡gracias! Jo, qué día más guay fue... jo....
Jajaja; ¡muchos "de nada"! :-)
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