30/4/14

Coger una culebra

Volviendo ayer tarde a casa tras las prácticas de Bª Evolutiva por la Avenida Complutense, disfrutando del sol, di en entretenerme de nuevo con una fantasía que tenía aparcada desde que llegaron los primeros fríos: en imaginar que de la hierba crecida que crece entre el carril bici y la acera sale una culebra (de cualquier especie, si la pobrecilla se presta a estar ahí no nos vamos a poner estupendos) y que, raudo, la agarro, ante el estupor de los viandantes, varios de ellos alumnos míos. Quiero creer que pienso en esto más por que la gente disfrute de la experiencia de ver una culebra de cerca, que a la vez que desmitifica al animal de su aura maligna permite ver lo fascinantemente bonitas que son; que por presumir de machoalfismo, aunque me temo que un poco de eso haya también... En fin, no creo que me encuentre nunca con una culebra ahí. Y cuando se dé el encuentro por el campo, la próxima vez que se dé, espero resistir el impulso (casi) irrefrenable de echarle el guante; que demasiadas fotos de bichos en mano habéis visto ya en este blog, e intento cada vez más practicar esta filosofía. Pero ¡chiquillo! ¡Qué cuesta arriba se me hace...!

28/4/14

Vencejos de botellón

Aunque los vencejos llevan ya cerca de un mes por Madrid, sólo ahora empiezan a hacerse notar: embarcados en carruseles gritones que giran vertiginosamente una y otra y otra vez, rodeando los edificios altos o amoldándose a las angosturas de los patios de luces. Esto es así porque los vencejos van llegando de manera escalonada: los primeros que se ven son los ejemplares adultos, que si todo ha ido bien criarán en el hueco del año anterior con la pareja del año anterior, de forma que no tienen que matarse demasiado. Y algo más tarde llegan los jóvenes, todavía sin pareja y sin casa, y para los que las interminables persecuciones aéreas representan el equivalente del botellón: un lugar del salir con churri a visitar la oferta de huecos disponibles; y si hay suerte, hay tiempo y son lo suficientemente maduros, intentar criar ya. Y si no, quedar apalabrados para el año que viene, cuando, otra vez, estaremos esperándolos...

27/4/14

Universal

Al escuchar esta mañana por televisión el Veni creator Spiritus, en la ceremonia de canonización de los santos Juan XXIII y Juan Pablo II, se me fue la cabeza al último acto público en que lo había escuchado: la ceremonia de graduación del año pasado. Y se me fue la cabeza en un batiburrillo de pensamientos en que la Catolicidad (=universalidad) de la Iglesia y la Universidad se fueron entremezclando cada vez más... ¿Cuántos de mis antiguos compañeros, cuántos de los alumnos que he visto después desfilar por las clases en las que he estado, compañeros de doctorado y de departamento, etc; se han ido de la Universidad con algo más que una lista de conocimientos científicos? ¿Qué huella habré dejado cuando me toque irme a mí...? Pre-propósitos pascuales tardíos, que a ver si fructifican en algo bueno.

26/4/14

Un enlace, un desenlace (fatal)

Enlazo el artículo original de una noticia que ha salido estos días en la sección de ¿Ciencia? de varios periódicos, porque es casi tan entretenido como el hecho en sí: la nota breve que reseña el hallazgo de una víbora cornuda Vipera ammodytes que literalmente reventó de tanto comer, al intentar tragarse un ciempiés casi más largo y bastante más grueso y pesado que ella, que terminó por, todavía vivo, intentar salir de su captora. No sé qué me fascina más: si el nombre de la revista, el desenfadado título de la nota ("dos colmillos son buenos, cien patas son mejores"), que tenga ¡ocho firmantes! o la frase "it is very hard to kill a full-grown Scolopendra (personal observation)"...

25/4/14

Reciclando la fama


Pero ¡hey! No me echéis la culpa a mí: son los propagandistas complutenses los responsables de nuestra exploitation. Tras ver la noticia que os comenté en la web de la UCM, los redactores de Tribuna Complutense decidieron rellenar con nosotros un par de páginas más. Me entrevistaron hace un par de semanas, me sacaron millones de fotos y, después de escoger la peor de todas y de interpretar un tanto libremente ambos artículos, éste es el resultado...

24/4/14

Y al fin, el cuerpo

"Al fin", que no "por fin"; pues me ha dado mucha pena terminar con este muestreo, y con él con la excusa perfecta para salir al campo entre semana y gratis, jeje. El cuerpo de la mariposa incluía seis localidades, repartidas por igual a ambos lados del Tajo, entre Madrid y Toledo.

 La primera parada fue en un lugar ya conocido, Batres, en La Sagra madrileña. Conocido digo, y puede que algunos recordéis por qué: fue la zona que Javi y yo recorrimos "hace nada" durante los censos para el Atlas de las Aves en Invierno en España. El monte estaba bien bonito: encinas descollando en un mar de jaras floridas. En realidad, estaba bonito por todas partes...

 Desde lo alto del monte Noez (allí abajo en el camino se ve el coche; menudas agujetas tengo hoy todavía, ¡qué estropeado estoy...!) se veía el espacio de retales verdes y ocres donde un par de meses antes habíamos acudido para tacharnos la avefría sociable.

 Aunque sociabilizar, "sociabilizaban" ahora las flores; tanto que daba pena caminar por el monte e ir pisándolas aquí y allá sin poder evitarlo. En la foto, un cantueso Lavandula pedunculata.

 Villarejo de Montalbán, un encinar encantador, con bolos graníticos andujareños salpimentando todas las colinas, lagartijas corriendo de acá para allá y un lagartón ocelado tamaño Komodo que no quiso posar para la foto.

Malpica de Tajo, en cambio, fue una localidad un tanto más astrosa. Claro, al fin y al cabo lagartijas, que fue lo que en su día cogía Joaquín, hay; pero la pequeña banda de vegetación natural que queda entre el río y los cultivos difícilmente puede considerarse representativa de lo que fuese que medrase allí en tiempos... 

 Pelahustán, por supuesto, no podía faltar en nuestro periplo. Hemos de volver prontito a la Sª de San Vicente; en cuanto apriete un poco más el sol y podamos cumplir con el ritual del año pasado: comer en Escalona y bañarnos luego en el Alberche. Por mí, en cualquier caso, volvería ya este fin de semana: descubrimos que toda la carretera entre Castillo de Bayuela y Pelahustán es preciosa; y la que va de aquí a Cenicientos, ya en Madrid, todavía más.

 Esa carretera recorrimos luego, para terminar  el día en Aldea del Fresno, aguas abajo de la presa de Picadas, escuchando desgañitarse a la luz del crepúsculo a mil y un ruiseñores, las primeras oropéndolas del año y un montón de pavos reales. Desde luego no hubiéramos podido firmar un final mejor para el muestreo... bueno sí: que además los resultados sean alucinantes una vez analizados, jeje.


 ¿¿Y quién dijo (JaviP, ejem, ejem...) que nuestro muestreo no recordaba a una mariposa?? Desde luego, el mundo está lleno de gente falta de imaginación...


Mariposas vimos unas cuantas también, pero quiero dedicarle unas últimas líneas de homenaje a los bichos a los que más sustos y dolores de cabeza dimos al ir hocicando entre las matas: los conejos...

 ... y las perdices. No os preocupéis, criaturas, que de momento os dejamos el monte mediterráneo para vosotros solos; criad bien este año, que toda la panoplia de bichos que se os comen y que son los que de verdad me importan dependen de ello.

Y ya para cerrar de verdad con las entradas referentes al muestreo, mil gracias a Álex, la figura más prometedora que ha visto el Departamento en muchos, muchos años. Además del compañero con quien cualquiera querría salir al campo.

PD. ...y cada dos por tres sonaba en el móvil del interfecto la musiquilla de abajo, que terminó convirtiéndose en el himno oficial de estos días de abril.

23/4/14

Asomando la cabeza

¡Hola! Os tengo muy abandonados, me temo... El lunes pretendíamos como os dije haber salido a terminar con los muestreos de hábitat, pero como amaneció lloviendo y se preveía (y se cumplió) que todo el día fuese a estar así, decidimos posponerlo a ayer. Y ayer muestreamos, sí, pero entre unas cosas y otras llegué a casa bastante tarde y demasiado cansado como para ponerme con las fotos; pasaos mañana a ver :-) Entre tanto, y para que no os aburráis, os dejo con un enlace muy interesante acerca de la... ética en el trato a los doctorandos.

21/4/14

Apéndices de lepidóptero

 A la vuelta de Semana Santa toca reincorporarse al "trabajo de investigador en paro". Pero la cosa amarga menos si se puede empezar con campo, jeje. Hoy saldremos a hacer el cuerpo de la mariposa lagartijil (1 y 2), y ayer, mientras yo bajaba en el tren de vuelta a Madrid, Álex y Laura aprovecharon para hacer una localidad que se quedaba descolgada de todas las demás, y a mayores las dos que por falta de tiempo no pudimos hacer el miércoles 9.

 Por estas dos empezaron: primero por San Martín de la Vega...

 ... y luego por el límite entre Aranjuez y Ocaña, localidad que yo ya conocía de venir con Joaquín a soltar lagartijas, aunque en fechas más avanzadas, con todo menos verde y más amarillo. Estas dos localidades se parecen mucho: retamares abiertos con mucha vegetación herbácea.

La "descolgada" en cambio (Brihuega, saliendo por la A-2) ya retomaba el aspecto habitual de otras localidades anteriores: mezcla de encina y quejigo, con mucha maleza. A ver qué nos encontramos hoy por ahí, que estas fotos que me fue mandando Álex ayer al móvil me hicieron sufrir bastante por la envidia y el mono de salir a muestrear...

20/4/14

Luz Pascual

"Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero". Del Pregón Pascual.

La liturgia de la Vigilia Pascual de ayer noche está perfundida de luz: el Cirio encendido preside la ceremonia de inicio a fin, y la luz aparece en todos los textos, en todas las lecturas. Por primera vez en bastantes años hemos disfrutado además de una Semana Santa soleada y cálida, y pese a los malos augurios meteorológicos incluso ayer y hoy aguanta de momento sin llover. Parece que no va a durar esta racha en cualquier caso, y que de vuelta en Madrid nos espera unas cuantas jornadas (puente de mayo incluido, ¡qué novedad...!) de agua y de olvidar la manga corta... Últimamente parece que mi humor oscila más que nunca al compás de los vaivenes meteorológicos; a ver si en los días que vienen, aunque se me borre el moreno incipiente, me esfuerzo en que no se me borre la sonrisa. Que os lo debo.

17/4/14

Aterosclerosis espiritual

... los soberbios han forjado mentiras contra mí, pero de todo corazón guardaré tus preceptos. Su corazón está cubierto de grasapero yo me deleito en tu ley.Salmo 119. 69-70.
Estos días de Semana Santa se prestan a las reflexiones espirituales. De vez en cuando se me desliza alguna en el blog, a veces con toda la intención, a veces sin darme cuenta. Creo que antes ("antes"... en algún momento antes de "ahora") abundaban más, y eran tal vez más atrevidas. Supongo que me he vuelto más cobarde... que me he vuelto más perezoso. Así que, igual que la gente hace en Año Nuevo el propósito de pisar (más) el gimnasio, tocará aprovechar la Pascua para hacer propósito de poner de nuevo el alma a ejercitarse. A ver si al menos hago propósitos de hacer propósitos...

15/4/14

Pescando a patita

Hace unos días se mencionaba en la prensa el descubrimiento por parte de varios científicos españoles de que una especie de murciélago del levante, el murciélago patudo Myotis capaccinii, era capaz de pescar peces con regularidad (aquí en el periódico, y aquí el artículo original). Los murciélagos están enormemente diversificados y los hay especializados en casi cualquier tipo de alimento, pero todos los europeos son, simplificando, insectívoros; aunque ya hablamos de la predilección de los nóctulos por los pajarillos hace tiempo, y las habilidades pescadoras del murciélago patudo vienen a aumentar la lista de curiosidades. De todos modos, sí hay murciélagos pescadores "de verdad", y además merecerían por pleno derecho el adjetivo de patudos...

14/4/14

En Ourense y fuera

Me gustaría estos días pasarme a ver un par de curiosidades ornitológicas. Ya que no va a poder ser, me contento con comentároslas:
- En Tarifa han criado por segundo año consecutivo los bulbules naranjeros Pycnonotus barbatus, una especie muy común en huertos y jardines de casi todo el continente africano (me la había tachado en Marruecos yo), con algunas citas previas en la Península y que parece tener ganas de dar el salto definitivamente. Cuando fuimos al Estrecho en mayo del año pasado ya estaban criando por allí, pero como había demasiadas cosas que ver nos centramos en otros asuntos. Tal vez si el año pasado y no éste alguien hubiese sacado esta foto de un progenitor con tres polluelos tan monos...
- El notición está en cualquier caso estos días en Mélida, un municipio del sur navarro, donde apareció el sábado un bicho espectacular: un macho adulto de alcaudón núbico Lanius nubicus, el primero que se ve en la Península (hay un par de citas antiguas de Baleares). El alcaudón núbico es una especie ciertamente carismática, no un "pajarillo marrón" que sólo gusta a los más devotos; y son legión los que se han pasado en este par de días por la ribera del Aragón.

Yo mientras, en Orense, contento con las peculiaridades pajarísticas que no encuentro en Madrid con la misma facilidad. Un reventón de cañerías junto a mi antiguo colegio había llenado esta mañana de barro la acera; barro que recogían diligentes los aviones roqueros, entretenidos con la reparación anual de sus nidos. Junto al Miño, los mosquiteros ibéricos hacían coro desde los sauces a los colirrojos que cantan desde las antenas. Y cada ciruelo rojo parece que trae de serie un macho de verderón, que le da un aspecto paradójico: un árbol morado portando una fruta verde. Qué bonita sería esa acuarela, si yo supiese pintar...

13/4/14

Domingo de Ramos con moviola

¡Uf! ¡A punto he estado de liárosla otra vez...! Estoy seguro de que más de una vez he "repetido" entrada en el blog: escrito sobre ideas que ya había mencionado antes. En fin, será porque son muy importantes, jaja... El caso es que hoy Domingo de Ramos he estado a punto de hacer lo mismo, no una vez (2009 y 2012), sino dos, pues he estado a puntito de, como en 2008, escribir una entrada sobre lo mucho que la procesión de mi parroquia en Orense, aunque en la ciudad, se vive con aires de aldea. Podría añadir que, al igual que los pequeñajos se divierten zurrando con el ramo al de delante, he visto a más de un padre hacer lo mismo con sus vecinos. O el detalle del cura pidiendo a la gente que (algo común a todas las procesiones) no se echasen a correr al enfilar el último tramo del recorrido de vuelta para coger sitio en los bancos, porque "total saben que ya otros se han ido descolgando antes de la procesión y ya no va a haber sitio para ninguno de nosotros...". Podría, y puedo, y acabo de hacerlo. Que para eso es mi blog.

12/4/14

Nieve de abril

Mañana domingo cumple mi madre 70 añitos, y esa es la principal razón por la que este año, en lugar de remolonear en Madrid hasta el Miércoles o Jueves Santo, he subido ya hoy a Orense, dejando atrás una ciudad en la que por fin los cielos comenzaban a llenarse de vencejos... y las aceras de nieve ocrácea. En el mundo vegetal siempre hay quien gusta de llevar la contraria, y si bien la mayoría de las plantas florece y fructifica al final de su vida, o bien si viven muchos años florecen pronto, pero van engordando sus frutos con la ayuda del sol del verano; las hay a las que las come la prisa y, no bien llega la primavera, se apresuran a florecer y regarlo todo de semillas, para después ya dedicar el resto del buen tiempo a crecer sin preocupaciones. Hacen esto los sauces por ejemplo, o los chopos, o... los olmos, que son los artífices de la nieve primaveral que cubre Madrid estos días. El olmo siberiano Ulmus pumila es una especie que, por resistir bien tanto la grafiosis como la mala vida que la ciudad da a sus árboles, se ha plantado mucho por la capital, y se ha asilvestrado aún más; enseñoreándose de cuanto solar o jardín queda descuidado un par de años. En primavera pasan de los primeros del marrón al verde cuando brotan sus flores femeninas, pero están de nuevo estos días enredados en metamorfosearse del verde al marrón; por unos días, mientras tiran todos sus frutos ya tempranamente maduros; y verdes (por las hojas, ahora sí) estarán de nuevo en breve espacio. Y entremedias dejarán detrás un reguero de porteros cabreados y de niños felices pateando montoncitos pardos; montoncitos de sámaras que juegan a persegurise unas a otras cada vez que sopla un poco de aire...

11/4/14

El ala este

Pues tras sumar en otros dos días de viaje un número casi idéntico de kilómetros (1343 esta vez), hemos completado casi por completo el ala derecha de nuestra mariposa. La pena del "casi" fue que el miércoles los atascos hicieron que salir de Madrid fuese un suplicio, de modo que decidimos posponer dos de las localidades que quedaban más cerca (San Martín de la Vega y Aranjuez) para que no se nos echase encima el día sin haber acabado.

 Empezamos pues a registrar datos en Villatobas, en un mosaico bastante agradable de recorrer de encinas grandes y campos de cultivo. Mientras yo recorría mi transecto y Álex hacía lo propio por la mancha que se ve al fondo, levantó accidentalmente un grupo de unas quince inesperadas garzas imperiales que debían de haberse posado en ellos para descansar de la migración durante la noche. Garzas imperiales pues, una más que añadir a una larga lista de aves estivales que he ido sumando a la lista anual durante estos viajes.

 La siguiente parada la hicimos en el jaral de la colina sobre la que se yerguen los molinos de Puerto Lápice. Y a la vista desde la colina la inabarcable colcha manchega de cereal verde, barbechos y olivares, cada cuadrado de un color. Y todavía habrá quien se queje de lo aburrida que es Castilla...

 Tras Puerto Lápice tocó tirar muchas millas, comida de por medio, hacia el sur y hacia el este; hasta llegar a Abrucena, una localidad almeriense ya en el límite entre Sierra Nevada y el desierto. Bancales de almendros, matas de esparto y retamas; nada que ver con las otras localidades del día. Una de las cosas buenas de la lagartija rabilarga como especie modelo es que, como sucede con la curruca capirotada, el tipo de estructura de hábitat que le gusta puede en realidad replicarse con especies distintas en zonas con climas muy dispares, dando mucho juego a la hora de analizar después cosas.

 Tras acabar en Abrucena todavía cogimos el coche para ir desandando camino antes de dormir y que el trayecto inicial del jueves no se hiciese tan largo, pues teníamos que llegar hasta las Hoces del Cabriel, entre Cuenca y Valencia. Y otro tipo de hábitat distinto más un pinar con sotobosque de romero. Y de otras tantas flores, como...

 ... este arbustito, la Globularia alypum, que aunque a primera vista parece una compuesta resulta luego ser ¡una plantaginácea! Como le gusta a la naturaleza jugar al despiste...

 Y una orquídea abejera más: Ophrys dyris, o tal vez alguna de las especies del grupo de O. fusca. Como sabéis que mis conocimientos botánicos son bastante limitados, aprovecho para dar públicamente las gracias a Javi, y a través de Javi a Mario, por lo rápido que contestan siempre cuando les mando fotos de plantas desconocidas para mí. Y por lo mucho que aprendo; por ejemplo que la "retama azul zamorana" de la entrada anterior era una Polygala microphylla, endemismo del oeste ibérico que resulta no tener nada que ver con las retamas de verdad. Culpa mía de no haber mirado las flores más de cerca...

 Iniciando poco a poco el regreso a Madrid desviándonos a los lados de la A-3, paramos primero en otro lugar lleno de romeros, pero donde en vez de pinos crecían encinas: Villares del Saz.

 Y después cambio a otro ambiente radicalmente distinto, un aulagar en un cerro yesífero en Horcajada de la Torre.

 En vez de flores, aquí lo que brotaban del suelo eran directamente cristales laminares de selenita; la verdad es que de todo merece la pena llevarse una foto...

Y aunque el cielo de la última localidad que hicimos, Vellisca, ya en la Alcarria conquense, parecía estar tan despejado como en el resto de las localidades, y el suelo igual de sediento; la verdad es que hasta justo antes de parar estuvo descargando una tormenta curiosa, una nube bastante pequeña, pero con muy mala leche, que arrojaba con mala idea uno goterones grandes como puños.
Y de la mezcla de encinas, quejigos y coscojas (a cada cual más espinoso) de Vellisca, a Madrid de nuevo. Que el cuerpo de la mariposa, a caballo entre Madrid y Toledo (¡Pelahustán!) quedará ya para después de Semana Santa... qué ganas :-)

9/4/14

El ala oeste

 Finalmente, Álex y yo nos decantamos por hacer un muestreo "en mariposa": dedicando domingo y lunes al ala oeste, hoy y mañana al ala este y algún día después de Semana Santa al cuerpo.... y no, no me miréis así: si los griegos podían mirar al cielo e inventarse dibujitos inverosímiles no sé por qué no voy a poder yo hacer las constelaciones que me dé la real gana con mis localidades de muestreo...

 Sumamos en total 1.360 Km de muestreo en los dos días, que se dice pronto. Empezamos el domingo con una mañana inusualmente nublada muestreando una loma a las afueras de Talavera de la Reina: un retamar ralo con manchas de pinos dispersas.

 De Toledo pasamos luego a Extremadura, siguiendo la misma ruta que, camino de Las Villuercas, hemos hecho otras veces durante las excursiones de Zoología de Vertebrados de la Facultad. Primera parada: Helechosa de los Montes, a orillas del pantano de Cíjara.

 Y después de comer (mal, en un pueblo llamado Castilblanco: unos bocadillos tan enormes como difíciles de terminar; de lomo y de calamares, tan poco hechos que casi se retorcían todavía dentro del pan), al valle de Guadalupe.

Junto a la ermita del Humilladero, en concreto; en claros entre fincas de castaños todavía desnudos de hojas que se daban un aire gallego...

 La última parada del día la hicimos en Monesterio, tan al sur de Badajoz que ya casi nos caíamos a Sevilla. Y ciertamente la zona de dehesas donde se encontraba la localidad de muestreo olía a Sierra Morena por los cuatro costados.

Ya el lunes echamos el día en la carretera, subiendo a muestrear una única localidad en Zamora antes de volver a Madrid: las manchas de encinas y escobones de Cabañas de Tera resultaron ser así una parada la mar de agradecida y necesaria para desentumecernos antes de volver a casa.
A pesar de hacer tantos kilómetros, yendo en buena compañía y estando el campo tan bonito como está en abril es imposible aburrirse. Pájaros vimos muchos, y sumé un buen puñado de primeras observaciones para el año de otras tantas especies estivales; pero los vimos principalmente desde el coche, porque en las localidades de muestreo había que ir atento a la vegetación. Pero como contrapartida, uno se va encontrando flores bonitas por todas partes, como por ejemplo:

 Una orquídea Ophrys gr. sphegodes, que me taché todavía el año pasado.

 Una Moraea sisyrinchium, que es una especie que me gusta mucho...

 ...o una especie de retama rastrera de color azul que crecía en Zamora y que no tengo ni idea de lo que es, ¿alguna sugerencia?

Y por supuesto ¡lagartijas colilargas, claro! Que en esta foto deja bien clarito lo bien que le viene su color para camuflarse en los sitios donde vive. A ver si nos salen unos resultados bonitos cuando analicemos todos estos datos...

7/4/14

Sorpresas en las cajas nido

 Queridos lectores de este blog: aunque sólo sea por las muchas veces que os he hablado de los estorninos de Jaime, o de los proyectos de seguimiento de fauna de Ciudad Universitaria, sabéis ya más que de sobra qué es una caja nido y para qué sirve. Cuando uno descuelga una caja suele encontrase dos cosas: o un nido, o una caja vacía. Pero a veces se encuentra uno alguna sorpresa que otra: la escabechina que ha dejado a su paso algún depredador, un avispero, un lirón echándose (cómo no) una siestecita, un nido de furiosas hormigas de corteza... ahora, lo que nunca nos habíamos encontrado era un mensaje:


Pues ya lo veis vosotros mismos; así es como se encontraron los chicos que fueron a revisar el viernes qué tal iba el inicio de la temporada de cría una de las cajas de detrás de la Facultad de Ciencias de la Información... ¿Qué, cómo os quedáis? Alguien subió al árbol a por la caja (o la bajó de una pedrada, jaja), escribió lo que tenía que escribir y volvió a colgarla, no con su gancho original, sino con un cordel de zapato; si es que hay gente para todo...

AVISO: Esto tiene su gracia, pero NO os dediquéis a hacerlo, por favor. Que para criar los pájaros necesitan un mínimo de tranquilidad, y no que empecemos a usar sus cajas como tuenti...

5/4/14

Unir los puntos

¿Cuál sería la mejor manera de unir estos 23 puntos, intentando que tanto el gasto en combustible como las noches pasadas fuera de casa sean lo menores posible? Bueno, pues se nos han ocurrido varias ideas; de hecho me da que hasta que no salgamos mañana por la mañana no tendré muy claro con cuál quedarme...
¿Que qué son esos puntos y a qué vamos? :-) El plural es por Álex, y esos puntos son las 23 localidades donde Joaquín tomó nota del patrón de coloración dorsal de las lagartijas colilargas para el trabajo más bonito de su tesis: el que documenta disparidades muy interesantes entre coloración y genética de las mismas. Y para terminar de hacer redondo un trabajo que ya casi lo es, vamos a realizar una caracterización de la vegetación de cada una de esas localidades, para poder relacionar también la coloración con la estructura del hábitat.
El interés a medio plazo de este muestreo va a ser grande, pero si me apuráis su interés inmediato es para mí mucho mayor: poder salir al campo, gratis y para hacer una cosa útil. Que hay días en que mientras está uno a la espera de las postdocs parece que se le vienen mundo e inactividad encima... Echaremos fuera domingo y lunes, y miércoles y jueves; y ya a la vuelta de Semana Santa completaremos lo que sea menester. Espero traer muchas fotos que enseñar e historias que contaros.

4/4/14

El negativo de un dálmata

Los ventanales de los baños de la planta 9 se prestan a hacer alguna observación ornitológica que otra, mientras está uno mayoritariamente a otras cosas: ya sea ver a qué andan los cernícalos, distinguir entre las palomas posadas en la fachada alguna zurita o hacer lo propio con las cotorras de Kramer entre las más abundantes argentinas, mientras vuelan de un árbol a otro del Botánico. Y a entretenerse con el deambular de las grajillas de acá para allá, claro. Una de ellas, aparecida (¿nacida aquí?) el año pasado, pero que éste se está dejando ver mucho más, es la que motiva esta entrada: es una grajilla leucística. Y preciosa. Lo que la hace tan bonita es que el blanco se distribuye sobre su plumaje enhollinado de una manera muy regular, casi casi como si no fuese en realidad una anormalidad, sino un ave de alguna especie distinta (una grajilla dáurica tal vez; estaría bien, jeje): la mancha "gris" de la nuca es blanca, y blanco es el obispillo, como el de un arrendajo. Y todo el vientre lo tiene salpicado de plumillas blancas bien graciosas... sólo unas cuantas plumotas blancas del ala derecha que le salieron negras en la izquierda rompen la simetría, afeándola un tanto. Se parece bastante a la de la derecha de la cuarta foto, pero se la distingue fácil: está viva. Y es más bonita.

2/4/14

"U os calláis o..."

Ayer estuvo el día demasiado lleno de cosas y no me dio tiempo de prepararos nada mejor, jejer, así que os dejo con esta curiosa noticia. Ya, ya sé que no es una noticia de ayer mismo, pero es lo suficientemente peculiar como para que merezca la pena que la conozcáis los que no os hayáis enterado aún. Y además ya toca, con el lunes a la vuelta de la esquina...(¡bien!)

PD. Y de regalo, otra de ingenio brillante...

1/4/14

En marzo fueron bichos...

 ... y en abril, plantitas. A ver si adivináis sobre qué flores he escrito en el número de abril de EMNMM. Una pista: soy superoriginal...