Pues sí, ya he vuelto de Tarifa… Parece mentira que uno se lo pueda pasar tan bien currando cuatro días sin parar, acostándose a la una y levantándose a las cinco, pasando todo el día en el campo, concentrado ante una mesa tomando datos de los pájaros que van cayendo en las redes, con los riñones expuestos al Levante del Estrecho. Pero efectivamente, me he divertido un montón…
Tarifa merece una o dos entradas más trabajadas que lo que pueda escribir yo ahora en cinco minutos, que es el tiempo máximo que me deja el agobio que tenemos encima con el curso de la semana que viene Javi y yo, así que queda en la guantera como tema para más adelante. Os dejo de momento con una foto de la “cafetería secreta” de la Facultad; la de profesores, PAS y becarios con encanto: Limpia, luminosa, con camareras educadas… yo no supe de su existencia hasta hace nada ¡Moríos de envidia, estudiantillos! :-p
Tarifa merece una o dos entradas más trabajadas que lo que pueda escribir yo ahora en cinco minutos, que es el tiempo máximo que me deja el agobio que tenemos encima con el curso de la semana que viene Javi y yo, así que queda en la guantera como tema para más adelante. Os dejo de momento con una foto de la “cafetería secreta” de la Facultad; la de profesores, PAS y becarios con encanto: Limpia, luminosa, con camareras educadas… yo no supe de su existencia hasta hace nada ¡Moríos de envidia, estudiantillos! :-p