31/3/14

Queridas golondrinas

Aunque ya se hizo público hace unos días, hoy se presenta de forma oficial la golondrina común Hirundo rustica como Ave del Año 2014. No es una especie igual para muchos pajareros con tanto glamour como otras aves del año, pero seguro que al ciudadano medio le dice más cosas que el escribano palustre o el paíño europeo; al menos, saben ya de entrada que existen y que son pájaros. Pájaros de esos todavía comunes, pero ya no abundantes, y que cada vez lo son menos; una de tantas especies ligadas a esa etapa del desarrollo urbano en que no era todo tan masivo e higiénicamente estéril. De las golondrinas guardo muchos recuerdos buenos, supongo que como tantas otras personas, y es imposible no mirarlas con cariño: recuerdos de veranos mirándolas volar sobre la huerta por la ventana de la casa de la aldea, recuerdos de golondrinas cantando a la hora del bocadillo en Monfragüe, mi Arcadia cacereña; recuerdos de golondrinas aferrándose con tesón a los clavos ardiendo del verano en mis estancias de la tesis, soportando las ventoleras de las costas suecas y escocesas, recuerdos de golondrinas delizándose a ras del Manzanares ayer mismo, en un paseo vespertino en buena compañía... recuerdos, en definitiva, que me gustaría poder seguir refrescando cada año.

29/3/14

Una mañana en La Granja

 Ayer echamos la mañana en los jardines de La Granja, en la segunda y supongo última salida de campo que hago con alumnos este curso (¿y en esta Universidad?). Toda esta semana de lluvias y fríos de nuestro lado de la Sierra me hacían temer qué podríamos encontrarnos en la cara norte, pero al final mal que bien el día aguantó sin agua, y no demasiado frío.

 ¡Íbamos ciento y la madre! Seis autobuses, ni más ni menos. Es lo que tiene que la asignatura de Bª Evolutiva sea una troncal obligatoria para todos, y eso que la excursión en sí no lo era...

De todas maneras, los jardines de La Granja son tan grandes que a los cinco minutos, en cuanto la gente se empezó a dispersar, ya era raro cruzarse con alguien; y uno podía entretenerse curioseando en las horriblemente simpáticas fuentes con la sensación de ser el único visitante.

 Las famosas fuentes de La Granja lo son además entre los biólogos porque suelen abundar en ellas los tritones jaspeados Triturus marmoratus, pero me temo que estas ranas de la fuente homónima fueron los únicos herpetos que nos cruzamos en toda la mañana. En todo caso no eran tritones lo que veníamos a buscar, sino pajarillos: la práctica de ayer es la misma que hice yo en su día en 5º de carrera, aunque en otra asignatura. El objetivo de la misma es acumular observaciones de distintas especies de aves forestales alimentándose, para luego con el ordenador comprobar que, aunque carboneros, herrerillos, agateadores y toda la pesca comen más o menos lo mismo, la forma que tienen de repartirse el espacio disponible hace que todas puedan convivir sin estorbarse demasiado.

 Pero la cosa no salió como esperábamos del todo... Cuando fuimos en invierno, en 5º, las aves estaban ocupadas básicamente buscando comida para no morir de frío, y enseguida acumulamos muchas observaciones de las especies que nos interesaban. Pero ahora en "primavera" (o eso dicen...) lo que imperan son las ganas de reproducirse, de ahí que la mayoría de los bichos estuviesen entretenidos o persiguiéndose unos a otros o cantando en lo alto de las copas, lo que en La Granja quiere decir muy arriba... costó pues ir consiguiendo datos, pero entre los poquitos que íbamos digo yo que algo apañaremos, jeje.

 Uno ya va sumando años y el cuello acusa lo de ir mirando constantemente hacia arriba, de modo que más de una y de dos veces acabé entreteniéndome no precisamente con los pájaros. Como no había muchísimas flores en el sotobosque, plantas como las vincas Vinca difformis (creo que es ésa) destacaban bastante. Las vincas son apocináceas, una familia hiperdiversa de flores tropicales de las que en Europa apenas crecen un puñado de especies, incluyendo por ejemplo las adelfas.
En realidad no es justo decir que había pocas flores, sino más bien que había pocas especies, pues flores, lo que se dice flores...

 ... unas cuantas sí había :-) Y os imagináis mi alegría cuando vi que el suelo de La Granja era literalmente un "narcisal"...

¡Pero qué bonitos que son!

28/3/14

Irrealidad

Os supongo ya enterados por la prensa (sea del signo que sea, pues parece que en todas partes se ha mencionado más o menos igual) de las algaradas que ha habido estos dos últimos días en Ciudad Universitaria. Aunque el día para nosotros más pesado fue ayer (se habían quedado unos cuantos a dormir en la Facultad y la liaron un poco por la mañana cuando la gente quiso empezar a entrar), los jaleos importantes ya sabéis que tuvieron lugar el miércoles. Después de que detuvieran a los que llevaban unos días atrincherados en el Vicerrectorado de Estudiantes a primera hora de la mañana, por la tarde se convocó de wasap en wasap una concentración-protesta-loquesea junto al metro. Y eso fue lo que nos encontramos al salir de la Facultad a las siete... aunque, la verdad, llegué a casa con la sensación de que había visto una obra de teatro: junto al metro como digo, bloqueando la calzada, pero no las aceras; habría como unos trescientos chavales. Y a unos cuantos estadios, los antidisturbios en la rotonda, en formación, con los escudos y las escopetas de pistolas preparados. Quietos los unos y quietos los otros, mirándose; coreando desganados un par de frases los primeros y comentándose la jugada unos a otros los segundos. Y por las aceras a su lado, nosotros, el resto del mundo: estudiantes camino de Moncloa, gente que sale a correr, señores con el perro... chavales sacándose con los móviles fotos con los furgones de fondo, como quien se fotografía con los granaderos en Londres... de ahí la sensación de irrealidad, de performance mal entendida. Aunque no sé quiénes de todos los presentes estaríamos en realidad más lejos de tener los pies en el suelo.

27/3/14

"¿Y qué dices que pasa con la collalba?"

Una parejita, hace ya mucho...
¿Con las collalbas grises Oenanthe oenanthe? ¿Que por qué dije ayer que las dejaba para otra entrada, preguntáis (y aunque no lo preguntéis, me da igual, jeje)? Pues porque no son sólo una de las pocas especies que participa en el intercambio intercontinental beringiano (IIB, para los amiguetes), sino la única que ha dado el salto además por el otro lado, pasando de Europa al este americano. En Norteamérica la verdad es que es una especie relativamente bien distribuida en época de cría en las regiones árticas, pero de ahí no baja: llegado el otoño salta el mar, camino de África. Y así, cruzan el Atlántico para, bajando por las islas Británicas y la Península, llegar al oeste de África... y cruzan, lo que es más sorprendente, el estrecho de Bering no para luego descender a las latitudes tropicales asiáticas como las especies que vimos ayer, no; sino para irse hasta África también, dando lo que en términos biológicos se conoce como una vuelta de *******.
Y en España, donde son avecillas bastante frecuentes tanto en prados de alta montaña como en parameras achicharradas por el sol, ya las tenemos de vuelta. Yo me las taché ya de mayorcito, como quien dice; hace casi ocho años, durante la excursión de Artrópodos de 4º de carrera a tierras sanabresas. Y vosotros, ¿la tenéis ya en vuestro 'haber'?

26/3/14

Cabezas de puente

Las rutas migratorias de las aves siguen a grandes rasgos unas cuantas líneas definidas por los principales accidentes geográficos: básicamente hay aves que migran entre Europa y África (pasando o por España o por Oriente Próximo según les quede más a mano), entre Asia central y la India y entre el Extremo Oriente y el SE asiático y Oceanía. Y entre Norte y Sudamérica. Pero a medida que se fue afianzando en mí el vicio de comprar guías de naturaleza de regiones que probablemente nunca visite (oye...otros se drogan, a mi dejadme en paz), fui descubriendo algún que otro caso curioso. Por ejemplo, cuando me compré la guía de aves de Norteamérica descubrí con deleite (además de que, al igual que aquí son rareza muchas aves americanas, hay unas cuantas aves europeas que también lo son al otro lado del charco, aunque el balance nos sale a pagar...) que unas cuantas especies euroasiáticas se "pasaban de frenada" y, tras cruzar el estrecho de Bering, criaban tan contentas en Alaska; pero cruzando de nuevo el mar en otoño para ir a invernar al SE asiático con sus congéneres "normales", de modo que no terminan de integrarse en la fauna americana. Aunque en conjunto representan un porcentaje ínfimo, no dejan de ser unas cuantas, algunas bien conocidas incluso en nuestro país: la gaviota de Kamchatka Larus schistisagus, las lavanderas blanca (con dos subespecies muy diferentes: Motacilla alba lugens y ocularis) y boyera oriental M. tschutschensis, el bisbita gorguirrojo Anthus cervinus, el mosquitero boreal Phylloscopus borealis y el ruiseñor pechiazul Luscinia svecica. Y la collalba gris Oenanthe oenanthe; pero de esa prefiero hablar en otro momento... 
Lo que me gustó incluso más fue, al comprarme esta otra guía, descubrir que había un par de especies que habían dado el salto desde el otro lado; especies a las que cuando les entra el ansia migratoria lo que les tira es volverse a América: el chingolo sabanero Passerculus sandwichensis, uno de los "gorriones" americanos (un grupo muy diversificado de escribanos en realidad), y el pinzón montano nuquigrís Leucosticte teprhocotis. En realidad no sé si lo que más gracia me hizo fue ver que el patrón se repetía al otro lado del estrecho, que sólo fuesen dos las especies implicadas (una y media si me apuráis, ya que el pinzón sólo llega hasta las islas del Comandante, el extremo mas occidental de las Aleutianas), o que -gaviota aparte- los colonizadores fuesen todos insectívoros en un sentido y granívoros en el otro... en fin; ¡bendita naturaleza, uno nunca consigue ni aburrirse ni dejar de darle al coco...!

24/3/14

Una foto de la Albufera...

 Es una foto de la Albufera de Valencia. Y es mía. Lo malo es que es de, ¡ay!, hace casi seis años; y no de este fin de semana... ¿Y por qué me hubiera gustado haber estado allí este fin de semana? Pues por la sencilla razón de que el viernes por la tarde un pajarero local encontró el primer ejemplar que se cita en España de una de mis gaviotas favoritas, si no la que más: un ejemplar de primer invierno de gavión cabecinegro Ichthyaetus ichthyaetus. Si os preguntáis por qué se llama así, y por qué me gusta tanto, no tenéis más que echarle un ojo a cómo lucen los adultos...
Esta especie de gaviota pasa normalmente el invierno en aguas de península Arábiga y de la India y cría en los lagos y mares interiores de Asia central, estando sus colonias más cercanas en la famosísima estos días Crimea. Vamos, no demasiado lejos para una gaviota, así que ya tocaba que se dejase caer alguna vez por aquí; aunque ésta no es ni de lejos una de las que se vea mucho fuera de sus áreas de distribución habituales. A ver si al bichejo de la foto le da por quedarse una temporadita larga; o mejor aún, por seguir volviendo cada año, cuando ya sea un bicho de categoría. Entonces no me importaría pasarme a visitar la Albufera una segunda vez...

(Foto de Menchu, una compañera de aquella época)

... sirva esta entrada también como homenaje a Luis Balaguer, profesor de aquella asignatura de Restauración con la que viajamos a Valencia y uno de los docentes más queridos por los alumnos de la Facultad, al que un cáncer se llevó esta pasada semana. Descanse en paz.

23/3/14

Entra un pavo a un bar y...

Una entrada breve para comentar una idea tan simple como aparentemente exitosa: la televisión pública noruega tiene un programa que consiste en retransmitir en directo lo que sucede en un comedero para pájaros decorado como si fuese un bar. La idea ha encantado, y los espectadores le están dando al programa una difusión tremenda a base de comentarlo en twiter y demás plataformas. Podéis verlo un rato si queréis, que está curioso, pero ojo, no me echéis la culpa si os quedáis enganchados...

22/3/14

¿De aquí en un mes...?

 Aunque le haya dado a la primavera por empezar fresca y lluviosa, uno se esperaría que la no poca agua que ha caído este inverno y los días manguicórticos que nos ha regalado marzo hasta ahora animasen a las plantas a crecer, pero aunque a primera vista el pradito que siempre os fotografío parece verde y lozano, en realidad la hierba está creciendo de manera bastante irregular: con matas altas y otras bajas, y muchas hojas que tiran al amarillo por el medio. Y además, eso: que apenas hay algo más que hierba; dudo mucho de que de aquí en un mes se vaya a poner todo tan bonito como hace un año...

Como las tres o cuatro caléndulas raquíticas que hay apenas sí se ven, la única flor en que me fijo estos días es una mata solitaria de nazarenos Muscari neglectum que crece junto al camino. Las fotos de mi móvil tiran mucho al azul, pero esta flor se llama así por aunar época de crecimiento y morado cuaresmal. Y con ayuno y abstinencia de las otras flores parece que nos toca ir pasando estos días...

21/3/14

En portada

¡Ea, por fin ha llegado el día! Mi investigación me ha hecho famoso y estoy en boca de todos; ahora a sentarme a esperar que me llamen de Estocolmo y me ofrezcan millones a porrillo... bueno, o tal vez no tanto :-) Jeje; famosos no seremos aún, pero al menos y gracias a las gestiones de JPT, que se muestra siempre muy industrioso con el tema de las notas de prensa y demás, nuestras curruquitas y sus parásitos salían ayer como noticia de portada de la web de la UCM (si no sale cargad de nuevo la página... varias veces si hace falta, que al final sale). La noticia en sí reseña dos de los capítulos de mi tesis: los periodistas han reorganizado los párrafos del texto que les mandamos, haciendo que sea difícil leerlo; y han añadido negritas y subrayados donde buenamente les ha parecido... pero ea, creo que más o menos se entiende. Al menos espero que no peor que el 16 de septiembre...

20/3/14

El Reverso Tenebrioso

Esta mañana recibí en el wasap una foto... inesperada, como poco: el interior de una boca, en el que se veía claramente cómo una de las dos amígdalas estaba inflamada y supuraba por todas partes; la verdad recordaba bastante a una fresa con nata. La foto venía acompañada de un mensaje que decía más o menos "Estoy peor que ayer y voy a ir al médico, ¿puedes ayudar a A. con las medidas de los tenebrios?" Pues sí, hombre, claro que puedo; los alumnos del Máster de Bª Evolutiva de este año son todos la mar de majetes y es un placer ayudar. Además, que al meter los hocicos en las asignaturas del máster que me habría gustado haber hecho en vez de mis inútiles cursos de doctorado, también aprendo y se me va quedando algo. La ayuda en sí no ha sido demasiado dramática: únicamente cronometrar cuánto tiempo prefería una hembra de tenebrio pasar sobre un papel que había estado un día en un bote con un macho o sobre un papel limpio y libre de trazas escarabajiles; y así he echado un ratín esta mañana. ¿Qué he aprendido de momento? Pues que las hembras de tenebrio tienen una tendencia manifiesta a la lerdez: a darse la vuelta y quedarse pataleando y fastidiar el experimento. Pero seguro que en cuanto le dé unas cuantas vueltas más a mis observaciones saco algún paper... o dos :-)

18/3/14

Aviones en la estación del tren

... aviones comunes, claro :-p Y vencejos: comunes y pálidos. En los meses cálidos, en los que merecen la pena, el espacio aéreo de la estación de Chamartín bulle de actividad, y resulta de lo más entretenido esperar al tren propio o al visitante que llega. Y ¿de qué nos enteramos, justo ahora cuando las golondrinas y aviones subiendo y bajando en vuelo rasante por el Manzanares le devuelven a uno la sonrisa, justo ahora cuando a uno se le va la vista al azul del cielo una y otra vez, deseando volver a ver los primeros vencejos? Pues de historias tan tristes como ésta; que son tristes precisamente porque duele casi más ver la falta de sensibilidad de los demás que el daño que se les haya podido hacer a estos bichos tan simpáticos. En fin, yo a lo mío: a seguir intentando educar...

17/3/14

Entre bolos y lanchas

 La vegetación cambia por completo, claro, pero el paisaje del pie de sierra de Madrid me recuerda mucho al de los tojares gallegos, con moles graníticas aflorando por doquier y tomando formas diversas, pero siempre redondeadas, amables; ideales para trepar y posar un rato.

 El sábado sacamos apenas un rato por la tarde para dar una vuelta, pero estando este final de invierno tan bonito como está hubiera sido delito no salir a pisar un poco el monte. Así que en un tris nos plantamos en Hoyo de Manzanares, donde escogimos una de las muchas rutas señalizadas del entorno del pueblo. Con el día ya en retirada, estaban ya casi todos los bichos "con un pie en la cama", pero los juegos que luces, cambiando a cada minuto, le dan al ambiente una vida distinta.

 Llegamos por fin, ya sin sol, al final de nuestra ruta: la cascada del Covacho. El texto que os enlazo arriba recomienda visitarla fuera de la época estival, "para poder observar la cascada en todo su esplendor"... hombre: no diré que he visto retretes donde el agua caía con más esplendor, pero sí es cierto que aquello no era precisamente el Niágara... En cualquier caso no buscábamos ducharnos, sino sólo dar una vuelta agradable; objetivo que quedó sobradamente cubierto.

 Además, que ya tocaba subir alguna foto de narcisos, ¿no? ¡Que estamos en la época! Unos Narcissus triandrus os traigo: ésos que, por comunes, se quedaron sin foto el año pasado...

 Y ya de vuelta hacia el coche, sin sol y con la luna asomando el hocico, el rojizo crepuscular se torna poco a poco en morado nocturno. Tras cenar opíparamente en Hoyo paramos un rato de nuevo en Los Camorchos, justo cuando la cámara se quedaba sin batería... así que no os queda otra: echadle un ojo a las fotos de hace una semana, que es más o menos lo que vimos.

Y aquí, si conseguís desviar la mirada del esplendoroso chorro de agua, podéis vernos a los tres. Falta Sirin; claro, alguien tenia que hacer la foto...

15/3/14

118

 Algún día, de bastante pequeño, me encapriché por vivir en tres siglos distintos, y eché cuentas de que para llegar a ver el S. XXII tenía que llegar a soplar 118 velas. Bueno, reconozco que difícil es, pero casos más raros se han visto... y además creo que voy por buen camino:
Me sé de uno que ya tiene sustituto al frente de Saber y Ganar...
Me tocó renovar el DNI, y durante un breve momento en la pantalla del ordenador aparecieron ambos documentos, el nuevo y el viejo. Y hombre, alguna diferencia hay, pero si nos olvidamos de la distinta longitud del pelo y del cambio de gafas y de camisa... en fin, nada: que cuando llegue la hora, os echaré de menos...

14/3/14

III Atlas: calentando motores

Más o menos por la misma época en que me rechazaron mi primer artículo, realicé la que supongo ha sido mi contribución más valiosa a la ornitología española: cubrir dos de las cuadrículas de 10x10 Km del Atlas de las Aves Reproductoras de España, que estaba de aquellas en pleno proceso de elaboración. Dicho Atlas, aparecido en 2004 y que se puede consultar especie por especie en la web del MAGRAMA, fue el primero elaborado con datos ad hoc, ya que el primero incluía más una recopilación de citas de otros trabajos que trabajo de campo propiamente dicho. Durante tres años cientos de voluntarios recorrimos todas las cuadrículas en que se divide el país, cubriendo toda una temporada de cría, para intentar detectar todas las especies reproductoras de la misma y hacer una estima semicuantitativa de su abundancia. Yo me encargué como dije de dos, tirando de quien quisiera hacerme de chófer: la 29TNG98, que incluye casi toda la ciudad de Orense; y la 29TPG17, situada al norte de mi aldea. Y seguro que el resultado pudo haber sido muy mejorable, ya que por aquel entonces mi conocimiento de cantos y experiencia de campo en general lo eran; pero mejor algo que nada.... 
Diez años han pasado ya desde la publicación del Atlas, y va siendo pues hora de ir actualizando información: se acaba de abrir pues el periodo de búsqueda de colaboradores para elaborar el tercero. Como yo no sé qué será de mi vida (esto es, en qué país voy  estar viviendo) de aquí a mañana, me inhibo cual enzima en esta ocasión, así que... alguno tendréis que sustituirme ;-)

12/3/14

¿Algún voluntario para atropellarme?

Prometo no denunciar... Desde mi punto de vista el Grado en Biología es lamentable en muchos aspectos con respecto a la Licenciatura que estudié yo, pero hay uno al menos en el que sin duda la aventaja. la asignatura de Biología Evolutiva (ésa en la que doy prácticas este año). ¿Por qué? Pues porque aunque en el día a día "nosotros los investigadores" funcionamos en nuestro trabajo con la  mente puesta en "modo evolutivo", nunca nadie nos ha hablado de la evolución, así en su conjunto y de una forma estructurada y sistemática. De esta manera, yo al menos he ido aprendiendo conceptos (coevolución, selección sexual, selección de grupo, paisaje adaptativo, evo-devo...) y sus implicaciones un poco a salto de mata y según ha ido surgiendo la necesidad, con en resultado de que muchas ideas las llevo prendidas poco menos que con alfileres, y estoy siempre a punto de caer en la heterodoxia evolutiva más perniciosa. Las prácticas de Bª Evolutiva al menos me están sirviendo para poner un poco de orden en la cabeza e ir un poco más allá, pero la cantidad de libros que me gustaría leer para afianzar un poco mejor mis ideas es grande, y el tiempo poco. Por eso me vendría tan bien una temporadita de baja con una pierna escayolada... todo sea en aras de la Ciencia.

10/3/14

Doble vida

Llega ese momento mágico en que se unen la profusión de charcas fruto de las lluvias invernales con el incipiente aumento de las temperaturas: el momento que los anfibios, los animales de doble vida, aprovechan en buena medida para abandonar su torpor invernal y entrar en el agua abrasados de pasión... llega pues ese momento inmejorable para, al abrigo de la noche y con la ayuda de las linternas, hartarse de ver estos pechuscos en acción. Así que nos plantamos una noche Álex, dos compañeros suyos del máster y yo en Los Camorchos, dispuestos a presenciar un espectáculo que no se hizo de rogar.

Al poco de llegar, ya nos dimos de bruces con nuestro primer anfibio: un tritón pigmeo Triturus pygmaeus; el primero de muchos, tanto hembras como ésta como machos con sus crestas nupciales desarrolladas. Con lo que nos encontramos también fue con ¡un montón de gente! Bueno, tampoco tantos; pero es que yo aquí nunca me había cruzado con nadie, y justo esa noche había varios grupos de aficionados linterna en mano, incluyendo tres parejillas jóvenes con un montón de niños pequeños.

Y después de tritón pigmeo, el "tritón gigante": un gallipato Pleurodeles waltl, de los que también había a patadas.

A nada que uno esté un poco despierto, enseguida se da cuenta de que no hay de todo en todas partes. En las charcas más grandes comparten espacio tritones, ranas verdes Pelophylax perezi y larvas de sapo partero ibérico Alytes cisternasii, mientras que en las pequeñas, que se secan antes, estaban los sapos, tanto los comunes Bufo bufo como los corredores B. calamita como el de la foto. Las orillas estaban llenas de sus cintas de huevos arrosariadas; y los diminutos renacuajos de los sapos, que meamorfosean a toda prisa, pueden aprovechar estas charcas pequeñas que no les disputarán las especies con tiempos de crecimiento más largos.

Especies como el sapo de espuelas Pelobates cultripes, también bastante frecuente, y cuyos enormes renacuajos pueden crecer incluso durante varios años.

Y por completar la lista de siete anfibios en apenas dos horas, una foto de alguno de los muchos invertebrados que comparten charcas con ellos: en este caso un escarabajote depredador de renacuajos, un Cybister lateralimarginalis, escurridizo como el azogue.

Y una foto de grupo junto al cartel de arriba, para completar y sobre todo dar las gracias a tres compañeros de expedición la mar de entregados. Gracias en especial a Álex por montar el plan y a él y Dani por las fotos, pues yo no aporté más que la linterna y un par extra de ojos. ¡Por mí, cuando queráis repetimos!

9/3/14

El Voltaren y los buitres

Os voy a contar hoy una historia tan llamativa que me extraña no haberla comentado antes en el blog... de hecho igual hasta lo he hecho, jeje; aunque he estado buscando para asegurarme...: en fin, empezamos en la India, justo antes de los años 90. El sistema de recogidas y eliminación de residuos del segundo país más poblado del mundo es el que es, y los buitres indios supieron sacar tajada de los vertederos allí mucho antes que aquí. Las autoridades, encantadas: a los buitres se confiaba en la India el control de los vertederos y de los cadáveres de ganado (e incluso de los cadáveres humanos en algunas tribus). Y los buitres indios se hicieron las rapaces más numerosas del mundo, contándose por millones. ¿Qué pasó en los años 90? Que se autorizó para su uso veterinario una sustancia aintiinflamatoria ya empleada en personas: el diclofenaco (principio activo por ejemplo del conocidísimo Voltaren). Y sucedió algo que nadie pudo prever: que el diclofenaco era altamente tóxico para los buitres que consumían cadáveres con restos de esa sustancia; destruía literalmente sus riñones y las aves morían en cuestión de horas. Para cuando esto se descubrió y se prohibió su uso en el ganado, el 99% de los buitres indios habían muerto ya, de modo que si antes no hubiesen sido tan abundantes se habrían extinguido irremisiblemente. Para colmo de males, la desaparición repentina de los buitres está causando muchísimos problemas sanitarios en la India por acumulación de residuos, de los cuales el menor no es la proliferación alarmante de perros callejeros, que han ido transmitiendo la rabia a decenas de miles de personas por todo el país... un desastre, vaya.

¿¿Y con qué noticia nos hemos desayunado hace apenas unas semanas?? Pues con que la UE, como se ve perfectamente enterada de todo lo que pasa en el mundo, acaba de autorizar el uso veterinario del diclofenaco. Como si no tuviésemos bastante con los topillófobos que quieren sembrar el monte de veneno, como hace unos años... en fin, a ver en qué queda todo.

8/3/14

Música para...

... Ahora que ya Spotify me sugiere una lista de canciones que escuchar mientras plancho, ya sólo falta que alguien cree una lista de reproducción de canciones para escuchar mientras se miran frotis; y ya estarán cubiertos los principales momentos de la semana en que escucho música.
De todas maneras, de ésa lista de arriba como que no me fío mucho; prefiero seguir con mis músicas de confianza. Ahora me está dando también por escuchar las bandas sonoras de series que he visto; y como ayer no he hecho mucho más que usar el microscopio y lanchar, pues ha habido de sobra donde escoger. Os dejo pues con un poquito de Suuns:

7/3/14

Doble himpacto

En Ciencia lo que importa no es tanto lo bueno que sea uno, sino lo capaz que sea de mostrarlo y de demostrarlo. Básicamente eso se consigue a base de hacer mucha y buena investigación y de publicarla, mucho y bien. Como todos queremos que se nos vea y que se nos conozca, todos queremos publicar en revistas que tengan un índice de impacto cuanto mayor, mejor. El índice de impacto de una revista es una medida de cuánto se citan en otros trabajos sus artículos recientes: para un año dado N, el índice de impacto es [la suma del número de citas durante el año N de los artículos aparecidos en esa revista durante los años N-1 y N-2], dividido por [el número total de artículos aparecidos en esa revista en los años N-1 y N-2]; esto es, la media de citas que en un año dado reciben los artículos publicados en esa revista en los dos años anteriores... 
Pero seguro que veis enseguida uno de los principales problemas de esta forma de evaluar la calidad de lo que se publica: uno puede colar con un poco de suerte un trabajo en una revista muy buena... y sin embargo su trabajo ser un poco trucho y que nadie lo considere digno de mención; y estar así un artículo que en realidad no cita nadie viviendo de las rentas de sus compañeros artículos que sí son muy citados. Es por eso que existe otro índice, el índice h, que mide cuánto de reconocida es de verdad la obra de un científico. El índice h es muy sencillo: es simplemente el valor en el que se igualan número de citas y número de artículos; sin importar cuál sea mi número de artículos o de citas total. ¿Tengo tres artículos citados tres veces cada uno? h= 3 ¿Tengo treinta artículos citados treinta veces cada uno? h= 30 ¿Tengo treinta artículos, pero la mayoría no han recibido ninguna cita, y sólo tengo tres que tienen tres citas? h= 3
¿Y por qué os cuento todo esto? Pues por alarde... celebrar con vosotros que, revisando casualmente mi perfil de GoogleScholar, vi que ¡se había duplicado mi índice h! :-D lo que implicaba en concreto... ¡pasar de 1 a 2, jaja! En fin; por algo se empieza...

6/3/14

Ceniza sí, cenizo no

Que la Cuaresma sea un tiempo penitencial no implica, ni mucho menos, que haya que ir por ahí con caras largas: cuántas veces de hecho sonreír cuando no apetece puede costar más que muchos otros sacrificios... El caso es que ayer, en la Misa del Miércoles de Ceniza, me costó aguantarme la risa. Iba yo ya cansado del día y por consiguiente con la tontería alta y la risa floja, con "el puntito" ya cogido por pensar que, justo el día en que toca ayunar, van los curas y se ponen morados... Y entonces llegó el momento del rito de imposición de la ceniza, y los sacerdotes de la parroquia de Santa Rita debían de tener miedo de que les sobrase ceniza y se les caducase de un año a otro, o yo qué sé; pero el caso es que la repartían con una generosidad alarmarte, y en vez de hacer una pequeña marca en la frente te soltaban un puñado en lo alto de la cabeza, con resultados que, vistos en los demás feligreses, resultaban de lo más gracioso: había en concreto algún calvo que otro al que le hicieron ¡cada destrozo...! Ea, pues allí me tenéis, con la sonrisa de tonto todo lo que quedó de Misa. Y espero que me dure.

4/3/14

Hoy toca fuera

Hoy, si me queréis leer, toca leerme fuera :-) Hace unas semanas Ramón me propuso colaborar en la redacción de EMNMM (Es Madrid no Madriz Magazine) con un artículo mensual sobre naturaleza madrileña; acepté gustoso (después de hacerme un poco el remolón, cierto), y el resultado podéis verlo hacia la mitad del número de marzo, con olor todavía a píxel fresco y con las preciosas fotos de Sergio y Alberto para completar el texto. A ver qué se me ocurre para abril...

3/3/14

Al primer sol de marzo

Al primer sol de marzo salimos a pasear ayer por la mañana mi hermano y yo. Paramos primero en el Conde Duque, donde visitando una exposición de fotos que ilustraban el progresivo desarrollo urbano del Madrid de 1910-30 se agolpaba gente de todas las edades, cada uno con su tema: los mayores con sus "esto todavía lo recuerdo yo así...", un grupo de chicos buscando "a ver si sale Jordi Hurtado en alguna de las fotos"... Me llamó la atención ver fotos de la Plaza Mayor ajardinada, y también las de los desfiles festivos por los bulevares integrados no sólo soldados y policías, sino también por niños de los colegios municipales y barrenderos con sus cubos, todos perfectamente alineados.
Y después sol, más sol: a pesar del viento nada caliente que soplaba estrené la manga corta, bebiendo del sol como beben los niños sedientos y acalorados de un caldero lleno de agua o de una fuente: metiendo la cabeza dentro y embuchando hasta casi ahogarse... Y a media tarde las nubes, y después vuelta la burra al trigo; vuelta a llover; las cuatro estaciones en un sólo día. A ver qué nos espera hoy...

2/3/14

La mona y los monos

Era una chica muy mona (uhhhhh)
que vivía en Barcelona...

... al menos durante un curso (lo recordaréis: 1 y 2), el curso de su máster en Primatología. Y cuando a finales de año nos dio la noticia, el 1 de marzo parecía muy lejano; pero los días pasan, y hoy ya es 2... y desde ayer por la noche Sonia está en Senegal, donde pasará seis meses perdida en el este del país siguiendo chimpancés por la selva, como voluntaria del Instituto Jane Goodall - España. Ya a la vuelta de los meses sabremos si éste es uno de sus primeros pasos en el camino para convertirse en una primatóloga de renombre (y que cobre)... de momento desde España te esperamos ya con pena y te deseamos lo mejor. Ten cuidado cuando vayas de safari...

1/3/14

Un congreso inesperado

 Pues eso, que ayer tuvimos el Congreso de Jóvenes Investigadores en Zoología. O dicho de otro modo: una serie de charlas que los doctorandos/doctorados (de ésos sólo yo) del Departamento dimos sobre nuestro trabajo a los alumnos de los másteres y demás personas que quisieron pasarse (y aún fueron unas cuantas). La verdad es que quedó bastante apañado; hasta hubo pausa con galletas y bebidas a la mitad y todo, jeje. Así que el objetivo de que se llevaran una idea de cómo es un congreso "de verdad" creo que quedó cubierto...

 ¿Os suena mi charla? Seguro que sí: es la misma que la de Lituania, sólo que traducida y cambiando la foto de fondo de terrazas de cultivos de Madeira tomada de Internet por una foto propia del roque de Agando. Pero no penséis que di una charla repetida (sólo) por ser vago: como os dije arriba este congreso estaba organizado no para lucimiento de los ponentes, sino por que los estudiantes de máster vean en qué consisten un poco estos asuntos y cómo es na charla "de verdad"; como ésta.

El punto más novedoso del Congreso fue sin duda que Amparo, que acaba de irse un mes a Suecia de estancia, ¡dio desde allí su charla por Skype! Y pasando ella las diapositivas y toda la pesca, gracias  una opción de pago (pero con prueba gratuita de una semana, jeje) que tiene el programa. Y, cosa rara para ser nuestra Facultad, se la escuchó perfectamente y no se cortó la trasmisión en ningún momento...

PD. Y para rematar el día por todo lo alto, al ir ya casi de noche de vuelta a casa un búho chico cruzó volando delante de mí la Avenida Complutense :-)