Al primer sol de marzo salimos a pasear ayer por la mañana mi hermano y yo. Paramos primero en el Conde Duque, donde visitando una exposición de fotos que ilustraban el progresivo desarrollo urbano del Madrid de 1910-30 se agolpaba gente de todas las edades, cada uno con su tema: los mayores con sus "esto todavía lo recuerdo yo así...", un grupo de chicos buscando "a ver si sale Jordi Hurtado en alguna de las fotos"... Me llamó la atención ver fotos de la Plaza Mayor ajardinada, y también las de los desfiles festivos por los bulevares integrados no sólo soldados y policías, sino también por niños de los colegios municipales y barrenderos con sus cubos, todos perfectamente alineados.
Y después sol, más sol: a pesar del viento nada caliente que soplaba estrené la manga corta, bebiendo del sol como beben los niños sedientos y acalorados de un caldero lleno de agua o de una fuente: metiendo la cabeza dentro y embuchando hasta casi ahogarse... Y a media tarde las nubes, y después vuelta la burra al trigo; vuelta a llover; las cuatro estaciones en un sólo día. A ver qué nos espera hoy...
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