30/5/15

Lagartijismo 2015: preámbulo

 Tras los preparativos de la semana pasada, por fin ésta hemos empezado a salir al campo a por lagartijas. Como por diversos problemas se nos ha echado bastante el tiempo encima, intentaremos apretar al máximo los muestreos estos días, de modo que poco pararemos por la facultad, por casa y por la vida en general, pero espero actualizar siempre que sea posible. De momento lo que hemos hecho es subir dos días a los melojares del puerto de Navacerrada, para antes de empezar con las de Álex, coger las lagartijas que necesitaba Héctor, un alumno de máster que este año también va a probar fortuna académica con los secretos de las colilargas.

 A estas alturas del año (de este año tan seco además), y aunque en Navacerrada el monte en general todavía verdea algo más que abajo en Madrid, la diversidad de flores que lo adornan es bastante menor. Pocas son ya las que, como esta digital de roca Digitalis thapsi que pongo aquí por lo evocador de Monfragüe que me resulta, están aún en pleno esplendor.

 La edad de oro pasó ya para la mayor parte de ellas, y si pongo aquí esta orquídea, tan chuchurría ya, es por la ilusión que me hizo tacharme una planta tan peculiar: es una Limodorum abortivum, una planta muy curiosa: un tallo floral con apenas tres o cuatro hojas oscuras como él, que crece a partir de las raíces de forma irregular, tomándose varios años de vacaciones entre aparición y aparición. Como carece de clorofila, el carbono que necesita no lo obtiene pues del aire, sino de forma parásita. Y no es ésta la primera planta parásita que aparece en este blog, pero sí la primera micoheterótrofa: las raíces de la Limodorum no parasitan las de otras plantas, sino las micorrizas de los hongos

 Entre tanta flor pasada, en cambio las jaras estepa Cisctus laurifolius, la especie propia del supramediterráneo, estaban ahora empezando a florecer.

 Al ser sus flores casi las únicas disponibles, rara era la que no tenía su cortejo de escarabajos florífagos. Aunque la mayoría eran los característicos Heliotaurus ruficollis la diversidad era inmensa, y prefiero poner una foto de este cetónido aunque no sepa ponerle nombre, que los bichos grandes siempre prestan más.

 Y ya que de flores a bichos saltamos, pues pongo este insecto palo bebé, más sin identificar aún que el escarabajo anterior.
Y algún herpeto tendré que poner también, pero lo queráis creer o no, no saqué una sola foto de lagartija colilarga...

 ... así que espero que esta culebrilla ciega Blanus cinereus que se encontró Álex os sirva (a mí desde luego sí).

Y aquí estamos Álex y yo, preparados para seguir cogiendo lagartijas estos días que quedan. Y Héctor a la izquierda, feliz porque él ya tiene todas las que necesitaba. Y Sonia y Alex ("Germán" -german- para los becarios y para distinguir, el alemán de Erasmus de trabajo de fin de máster que tenemos estos meses), cuya ayuda desinteresada nos vino muy bien estos dos días... invitados estáis a imitarlos, que nos quedan al menos ocho días de campo en los que todo par de manos se agradece. Dicho queda.

26/5/15

Montefolios

 Las distintas historias de conservación de especies amenazadas sorprenden a veces con vericuetos que le sorprenden a uno. Sorprende por ejemplo ver que hay especies que, aunque están en una situación crítica o incluso extintas en la naturaleza, luego resulta que son comunes en cautividad, y no me refiero a que vivan en determinados zoos o jardines botánicos, sino a que se venden sin problemas en cualquier tienda de animales o vivero de jardinería. Se me ocurren varios peces de acuario por ejemplo en esta situación, pero por poner un ejemplo concreto, pondré el de una planta: el pico de paloma Lotus berthelotii, una leguminosa rastrera propia de los pinares tinerfeños y casi extinguida, que sin embargo es una especie habitual en rocallas de jardín.

Y os cuento lo de arriba porque quería aplicarlo tangencialmente a la planta de la que de verdad quería hablaros hoy: los montefolios. Unos montefolios bien concretos además: los del jardín de La Estila, que tan bonitos veis en la foto que me manda Jaime, director del Colegio Mayor cuando yo vivía allí. "Montefolio" es el nombre vernáculo, de origen para mí desconocido, que le dan en mi aldea a los Hippeastrum spp. (tradicionalmente llamados Amaryllis por confusión con otro género similar), que aunque suelen verse y venderse como planta de interior invernal, en mi aldea se plantan al exterior y florecen ahora... Y lo cierto es que cuando digo "mi aldea", me refiero a una única maceta de la casa de mis abuelos, pues no recuerdo haberlos visto en más partes del pueblo. Y cuando digo "se plantan", más bien debería decir "se plantaban", pues hace años que los montefolios se extinguieron en Vilar de Barrio... por eso me alegra tanto la foto de arriba, porque es la prueba fehaciente de que unos pocos bulbos que me llevé un año de la aldea a Santiago han dado pie a una población pujante. Y además, muy bonita.

24/5/15

Reflexionando por la provincia adelante

 Aunque la invasión de cernícalos patirrojos está pegando fuerte en el oeste peninsular, y en Galicia llevamos más citas este año que sumando todas las anteriores, ni el viernes en el tren (sin que me tocase ventana) ni ayer al ir a la aldea tuve suerte con ellos, y no sé si hoy en el tren de vuelta tendrá pinta de irme mejor... En cualquier caso, al ir pendiente ayer a lo que sucedía fuera sí que pude entretenerme con las rapaces, pues aquí y allá varias parejas de recién llegados abejeros europeos se elevaban en sus vuelos nupciales sobre unos bosques de robles que de verdes y rozagantes que estaban eran la imagen misma del frescor.

 Subimos a Vilar de Barrio por entretener un poco el tiempo en la huerta: a regar y a poner unos cuantos tomates y pimientos. Es curioso, esto que decimos, al menos aquí, de "poner tomates" en vez de "poner tomateras", cuando nadie dice "plantar manzanas" cuando quiere decir "plantar manzanos"... Sin que estén ya mis abuelos, la porción de terreno que cultivamos es mínima, pero para llenar unas cuantas veces el plato ya da.

Por la tarde, ya de vuelta en Orense, di un breve paseo con JaviP junto al Lonia, por una senda que, saliendo de la ciudad, tras alejarse del río sube hasta Santomé. Nos quedamos sin embargo en la parte baja, que tampoco teníamos tiempo para más. Y a mí me bastaba en cualquier caso, que el paisaje sombrío de las alisedas, tapizadas las bases de los árboles de helechos reales y nabos del diablo, resulta también tremendamente evocador del verano que ya llega. Eso y las laderas de los montes tapizadas de amarillo, pero no del amarillo limón y falso de las mimosas, sino del dorado leal de los escobones, cuyo olor, aunque más tenue que el de las invasoras tasmanas, se vuelve también omnipresente en la provincia por estas fechas.

Ea pues, espero que también vosotros disfrutaseis de la jornada de reflexión. Y a ver si, gane quien gane hoy, somos nosotros los que salimos ganando...

22/5/15

A través de El Pardo y más allá

Aunque tardamos en abrir la temporada porque sólo veíamos juveniles, al final cogimos ayer por la mañana en El Pardo ocho lagartijas adultas en menos de una hora. Más que suficientes para hacer unos pocos ensayos de experimentos que haremos este año; las lagartijas "de verdad" empezaremos a cogerlas en breve también.
Tan poco tiempo estuvimos en el monte que no dio pie a hacer ninguna observación reseñable. La nota de "naturaleza salvaje" vino por la tarde a través de la socorrida ventana del baño de la planta 9: la escena, no por repetida menos entretenida, de un milano negro buscando la cena por Ciudad Universitaria. Al de ayer poco parecía importarle llevar pegada a la cola una miríada de aves beligerantes y enloquecidas (vencejos, urracas, grajillas, cotorras argentinas y de Kramer...), que se tomaba con calma lo de ir flotando de acá para allá...
Al principio de mi estancia en Madrid, el Talgo pasaba por Ávila en vez de por Segovia. Y entre el Adaja y el Manzanares paraba en (Collado) Villalba (de Guadarrama) y atravesaba el monte de El Pardo por la vía que ahora sólo recorren los Cercanías. Duraba poco el trayecto, pero daba para ver muchos bichos: ciervos, gamos, jabalíes y otras cosas... Ahora que el tren se planta en una exhalación en los túneles de la Sierra, y a través de ellos en la Meseta, ya sabéis por entradas anteriores que es en los trigales castellanos donde mayormente busco ahora la inspiración ferroviaria. Con el voto debidamente cobijado en la saca del cartero, hoy subo a Orense de fin de semana. Y como en 2008, con la ilusión de volver a tener invasión de patirrojos (1 y 2)... poca excusa necesito para disfrutar de los viajes.

21/5/15

Lagartijas patibularias

 Tranquilos, ya sé que parece una horca a punto de caramelo, pero a pesar de la canción de anteayer de Los Punsetes todavía no estamos tan mal por aquí... es simplemente un añadido a la panoplia lagartijil de cada año, que empezamos a montar ayer.

Y así la dejamos, más o menos igual que antes de desmontarla hace ya casi un año (¡qué tarde estamos empezando éste...!). Y hoy, primer día de verano, saldremos de caza por vez primera. A ver qué tal se nos da...

19/5/15

Me siento como un pequeño marsupial

He notado cómo a lo largo de este curso, y aunque siempre dejo sitio para pequeñas innovaciones, a la hora de planchar he ido teniendo un referente constante sonando en Spotify a lo largo de las semanas. Fue Sabina durante las tardes frías de lo que tarda en llegar (y en pasar) el invierno, tardes a la orilla de la chimenea, esperando... que llegase la primavera. La primavera supuso un cambio radical de estilo, un impulso electrizante (y latinizante) elevador de temperaturas y adrenalinas. Pero tal impulso se estrelló como taxi sin frenos contra el Muro que anuncia que summer is coming: un verano lleno de solicitudes, de laboratorio, de campo para el que ya vamos tarde, de papers, de preparar congresos y de mil cosas más. Y me temo que he entrado en modo Punsetes...

18/5/15

Cortes medievales de Castilla, y II

 Como seguro habréis adivinado tras ver mi entrada de ayer, tras visitar el viernes Segovia, el sábado fuimos con mi madre a Toledo, otra ciudad que ya tocaba tachar de la no corta lista de "¿pero todavía no has estado en xxxx?"; y las que quedan...

 Toledo nos gustó, mucho. Aunque por la mañana durante la visita guiada (Catedral, Entierro del Señor de Orgaz y "Cuevas de Hércules") me quedé con peor sensación que la que me llevé de Segovia. Tras pensarlo un poco, creo que fue porque en Toledo la candidad de cosas que ver y saborear era mucho mayor, por lo que, en una visita de idéntica duración que la segoviana, se pasaba uno el tiempo con la sensación de estar dejando todo el tiempo cosas interesantes por ver... que uno siempre dice "bueno, para la próxima visita", pero ya veremos cuándo es eso...

 Fue de agradecer que por la tarde, como el día anterior, le diésemos al día una buena remontada: visitando primero nosotros por libre el monasterio de San Juan de los Reyes y la Sinagoga del Tránsito, y haciendo después otra ruta guiada. Ésta, a cargo de Entorno Toledo, sí os la voy a recomendar, porque Rober el guía se desenvolvió muy bien. Aunque el nombre de la ruta invita a pensar en un tour superficial donde se cuentan tres tonterías de tal o cual plaza, la verdad es que fue un paseo de lo más ameno e instructivo de convento en convento, viendo zonas por las que por falta de tiempo no pasan los tours habituales.

Como a Segovia, a Toledo me fui a propósito sin cámara, pensando en sacar únicamente con el móvil res o cuatro fotos con las que vestir la entrada. Cuando voy al campo no tengo otra manera de enseñaros los paisajes o similar que estoy viendo, pero si os digo que me ha gustado tal o cual monumento podéis buscar por Internet imágenes mucho mejores que las que yo pudiera obtener. Así que cierro sin más con una foto de la fuente de las Tres Aguas, un charco que representa el cauce del Tajo y que se vacía y llena a intervalos regulares. Tiene un cierto rollito detrás, pero independientemente de eso me pareció agradablemente curioso.

Y el resto de ciudades pendientes... no sé. Cuando vuelva mi madre de visita.

17/5/15

Cortes medievales de Castilla, interludio

Mercado de San Agustín, Toledo. Primer café con hielo que veo en el que, en aras de la calidad del producto, el hielo está hecho con café y no con agua. Desde luego algunas culturas nos llevan siglos de ventaja...

16/5/15

Cortes medievales de Castilla, I

 Supongo que no os pongo demasiado a prueba si os pregunto dónde estuve ayer, ¿no? ... Aprovechando que por San Isidro tenemos un fin de semana largo, vino el jueves mi madre a vernos a mi hermano y a mí. Ayer nos acercamos a Segovia, una de las ciudades de visita obligada a la que, por tenerla tan a mano desde Madrid, no habíamos ido nunca...

 Y me encontré con una ciudad que me gustó mucho, mucho más de lo que esperaba, mucho más de lo que las pocas fotos que me entretuve en sacar con el móvil podrían atestiguar. Tras la "decepción" inicial tras comprobar que el Acueducto era más bajo de lo que pensaba, todo el día fue en continuo ascenso: empezando por la majestuosidad del propio Acueducto, claro, y después el encanto de la ciudad vieja, la Catedral y el Alcázar; todo esto con guía dentro de un grupo organizado por la mañana. Por la tarde nos envalentonamos y fuimos ya por libre a descubrir conventos, finalizando con los artesonados excepcionales del de San Antonio el Real.

 Segovia estaba de lo más animada. Llena de turistas, para empezar, tanto que tuvimos que dejar el primer autobús que pensábamos coger para ir. A los turistas "habituales" se les sumaban los llegados con motivo del Titirimundi, que ya por la tarde traía a los críos locos de esquina en esquina. Animados estaban los cielos también con los gritos y las piruetas de las chovas, ave nada habitual en medios urbanos. Y a éstas se sumaba todo un cortejo de aves de roquedo: aviones comunes y roqueros, colirrojos, grajillas, gorriones chillones... y cigüeñas, buitres, milanos... vamos, que no se quedaba uno sin cosas que ver.

 Incluidas curiosidades como las famosas "tejas a la segoviana". Y para no cerrar la entrada con esta tontada, os cuelo una foto del valle del Eresma visto desde el Alcázar. Y hasta que volvamos a vernos.


15/5/15

59+41...

...pues cincuenta y nueve, y cuarenta y uno, hacen cien. Cien intentos postdoctorales y cinco entrevistas más tarde, sigo en la Facultad, esperando al "sí" que me lleve lejos. Pero al contrario que cuando cumplimos esas 59, sigo en la Facultad contratado, y por lo demás rodeado de amigos; así se hace más llevadera la espera. Aunque tarde el "sí" en llegar lo mismo que Godot*. Quién sabe, quizás mañana... seguramente mañana sí que vendrá...

* Para variar, me repito...

14/5/15

Mieses urbanas

 Sería difícil atinar con el motivo por el que, mientras que unos alcorques están de un pelado que da lástima, otros como el de la foto cuentan con una diversidad vegetal que para sí quisieran muchos ecosistemas... mil y una razones se nos podrían ocurrir, y en distinta medida seguro que todas terminan afectando a un alcorque en concreto. Éste de la foto está en el arranque par de Cea Bermúdez desde Cristo Rey, paso junto a él todos los días y me llama la atención porque, entre las distintas plantas ruderales que se agolpan en él, crece una bastante inusual:

¡Trigo! Ahí asoma el hombre entre su variado cortejo... Ya salió en este alcorque el año pasado,  y a saber de dónde llegaron los granos. Madurará cuando toque si nadie decide "limpiar" el sitio antes de las elecciones, y lo que no se coman las palomas quedará ahí, esperando las lluvias de otoño. Y veremos si nos cruzamos de nuevo....

12/5/15

En torno a Sepúlveda

 ¡Una piedra! Menuda forma de empezar la entrada... Pero es una piedra peculiar: cuando uno la quiere coger resulta sorprendentemente pesada para su tamaño, de lo densa que es. Es una piedra caliza, el material que hace que los ríos excaven impresionantes cortados, para que luego vengamos nosotros a plantar en lo alto ciudades y ermitas protegidos por ellos, mientras en los pisos intermedios anidan buitres, chovas, grajillas y halcones.

 Abriendo el zoom a lo Lazarov, ponemos la piedra en contexto con otras piedras: sobre el páramo tachonado de sabinas que desde aquí se extiende hasta casi La Rioja, páramo lleno en esta época de flores y de los trinos de casi todos los aláudidos españoles, alondra ricotí incluida, como ya sabréis los lectores más asiduos, pues es la cuarta vez que os muestro esta zona en el blog. Vine a las Hoces del Duratón con los amigos de SEO-Alectoris, a  hacer un poco de guía para pasar el día viendo pájaros y campeando en general.

 Como al contaros nuestro último viaje a Monfragüe dediqué una serie de fotos a las jaras, me parece bien traeros aquí dos de sus parientes más humildes, las jarillas (Helianthemun sp.). De estas cistáceas hay ya demasiadas especies en la Península como para que me anime a identificarlas con sólo un par de malas fotos...


 Esta foto también es mala, que la hice a pulso tirando del zoom de la cámara, pero el macho de pinzón vulgar Fringilla coelebs es en cambio perfectamente identificable. Tras achicharrarnos entre alondras primero y entre buitres luego juto a la ermita de San Frutos, bajamos a comer a orillas del Duratón, mucho más frescos.


Y me dio una gran alegría encontrarme de nuevo con estas dos preciosas orquídeas abejeras, Oprhys sphegodes a la izquierda y O. lutea a la derecha, que además crecían con mucha mayor abundancia que cuando me las taché allí hace un par de años.

 Después de comer ya seguimos de ruta por la Senda de los dos ríos, que permite rodear cómodamente los cortados al pie de la villa, descansando un poco del sol de la jornada a la agradable sombra de los chopos.

 A lo largo de la ruta, el Duratón se va encajonando más o menos, o se ensancha al llegar a esta presilla de la "fábrica de luz", una antigua central hidroeléctrica. La senda se hace casi sin darse cuenta, pues aunque tiene un par de repechos, en general puede ir uno caminando despreocupadamente como si fuese por la calle...

... lo que conlleva el riesgo de pisar inadvertidamente lo que una no quisiera pisar: este juvenil de culebra de escalera Rhinechis scalaris se salvó de morir bajo mis botas en el último momento, ¡menos mal que otros iban más atentos que yo! Es un bicho precioso por lo demás, como veis: los juveniles tienen el diseño en escalera que le da nombre a la especie y que pierden los adultos.

Y con otro herpeto cierro ya la crónica de un día al que, como última emoción, le quedaba la de venir escuchando el animado y bochornoso Disco Estrella 2004 durante todo el viaje de vuelta. Poca animación trasmitía en cambio esta hembra de lagartija colilarga Psammodromus algirus, estirada tomando el sol entre las ramas de un jazmín silvestre Jasminum fruticosum. Que descanse, que ya en breve iremos a por ellas...

11/5/15

10/5/15

Pintor (de) Rosales

 Las obras de arte, desde una estatua hasta un edificio, coinciden en que por regla general uno puede disfrutar de ellas en cualquier momento. Esto no suele ser así con los espectáculos naturales, pues si bien uno encuentra cosas que ver en Monfragüe por ejemplo sin importar el mes del año, el paso de las estaciones se hace notar, y es distinto lo que se ve en función de la época. Y hay cosas que no están disponibles más que durante breves días, por ejemplo en lo tocante a la floración de ciertas especies: desde las espectaculares imágenes de los desiertos floridos tras lluvias que tienen lugar una vez cada varios años... hasta, más modestamente, disfrutar de las rosaledas del Retiro o el Parque del Oeste.

 Pensando en dónde quedar con Sonia ayer, se me ocurrió que la rosaleda del Parque del Oeste debía de estar en pleno apogeo, y por suerte no me equivocaba.

 Cada una en su parterre, las rosas de variedades antiguas y modernas, identificadas con su cartela, atraían a visitantes y abejas por igual; y supongo que entre tanta variedad todos encontramos las que más nos gustaron.

 A mí me tiran más los rosales de flores simples, que crecen formando matas generosas de hojas pequeñas y son los que más recuerdan a las rosas silvestres.

 Otro más, bien bonito que es. Hace poco os hablaba aquí del origen de las flores dobles, y la verdad es que no me acaban de convencer las flores que no sirven para reproducirse, para lo que se supone que tienen que servir. Será una defrmación profesional de ecólogo evolutivo...

 Sonia, claro, me llamaba de todo por dar preferencia a esas flores "sosas de campo", e insistió en que retratase también alguna de las más clásicas. No me quejo y lo hago con gusto, que no dejan de ser muy bonitas.

 Simples, semillenas o llenas, con y sin espinas, miniatura o enormes, creciendo en matas rastreras o en rosales trepadores de varios metros, antiguas o modernas... seguro que alguna os convence más que las demás. O a lo mejor acaban gustándoos más los nenúfares del estanque central, que también eran muy bonitos. Daos prisa en ir en cualquier caso que no ha de durar mucho el espectáculo... o id pensando en apuntaros las fechas para el año que viene.

Yo creo que repetiremos...

9/5/15

Bonsai bajo el agua

"Pinheiro manso" © Filipe Oliveira
Sigo inmerso en una fase de añoranza de acuarios desde Semana Santa, y de vez en cuando si me aburro me da por ponerme a mirar fotos de peces e instalaciones por Internet... En esto de la acuariofilia hay para todos los gustos: a mí me tira más el rollo de los acuarios geográficos, que viene siendo reproducir escenarios "naturales", con animales y plantas que en la medida de lo posible puedan aparecer juntos en la naturaleza; pero estos días le doy un poco a todo, y estoy entreteniéndome también bastante con muchas fotos de aquascaping, montajes que reproducen paisajes, donde los elementos inertes y las plantas se llevan la parte del león, y los animales, si los hay, suelen también estar pensados como un elemento más del conjunto. Muchos de estos acuarios representan paisajes montañosos (ejemplo), pero me ha hecho gracia ver cómo mucha gente tirando de ingenio se las ha ingeniado para hacer "árboles", a base de escoger ramas con la forma correcta y dejar que crezca sobre ellas y recortar a posteriori musgo de Java, una planta que agarra perfectamente sobre los objetos inertes. El primero en el que me fijé fue en el de la foto que reproduzco arriba, el remedo de un pino piñonero, una preciosidad. Y a partir de ahí, muchos más: me ha encantado este "bosque de abetos", y este "río en la selva" lo deja a uno mudo... Y muchas más imágenes hay por ahí, si éstas os han llamado la atención y no sabéis qué hacer este sábado.

8/5/15

Como decía Ian Malcolm...

Aunque se esforzaron en ponérselo difícil, al final el pradito se las ha apañado para presentar un aspecto la mar de decente; nada que ver con la desolación de hace tres meses... Nos ha salido una masa un tanto monótona, donde la mitad son llantenes, la mitad de lo que queda manzanillas bastardas, y el resto se lo reparten las que quedan. Y aún quedan bastantes calvas, pero gracias al banco de semillas, a las raíces que aunque troceadas sobrevivieron a las cuchillas, y a la expansión natural de las plantas que crecían al pie de la valla o de los árboles, donde no pasó la roturadora; la vida se abre camino...

6/5/15

Posados de Raquel

© Raquel Quejido Pozuelo
 Un macho de roquero solitario Monticola solitarius, posado en una peña del Salto del Gitano. Con una serie de fotos de Raquel de bichos posados en diversos soportes doy por concluida la crónica de este viaje a Monfragüe. A los roqueros de Monfragüe, estos mirlos pequeñitos y azules, les tengo especial cariño: aquí me los taché, y aquí están fielmente año tras año, en las mismas piedras, imagino que los hijos sucediendo a los padres generación tras generación...

© Raquel Quejido Pozuelo
 Posado en una retama vimos este otro macho de otra especie que me taché en mi primer viaje a Monfragüe: una curruca carrasqueña Sylvia cantillans. Una curruca que buscaba afanosamente algo que levarse al pico a pocos metros de nosotros y haciéndonos bastante menos caso del que dedicaba a las oruguillas con que se iba cruzando.

© Raquel Quejido Pozuelo
 Tenía hambre la curruca imagino, porque hasta momentos antes de que le sacase Raquel la foto estaba diluviando, e imagino que los insectos poco se estarían moviendo. Testigo de que no miento era esta empapada perdiz roja Alectoris rufa. Posada también, aunque sea en el suelo.

© Raquel Quejido Pozuelo
Tras la lluvia, estos buitres leonados Gyps fulvus estiraban las alas para secarse al sol en una pose muy de cormorán, posados en lo alto del cortado de La Portilla.

© Raquel Quejido Pozuelo
Y posados junto a ellos, también algún que otro buitre negro Aegypius monachus.

© Raquel Quejido Pozuelo
Posados dentro de una encina sorprendimos a estos dos bellísimos combatientes, dos machos de oropéndola europea Oriolus oriolus que, recién llegados de África, discutían de manera poco amistosa dónde situar la linde entre sus dos territorios de cría.

© Raquel Quejido Pozuelo
Y mirándolos desde abajo como nosotros estaba este macho de lagartija colilarga Psammodromus algirus, que también empezaba a colorearse de cara a la estación de cría. Pronto nos veremos de nuevo las caras con ellos en el campo...