En el camino de vuelta procuré ir mucho más atento, escudriñando cada bultito del terreno... y maldiciendo a las torcaces. Posadas a media distancia parecen siempre cualquier otra cosa, hasta que estiran el cuello larguirucho y da el cante la mancha blanca que tienen a los lados. Sin embargo, llegando al sembrado del busardo pasamos un grupito de ellas algo raro... Y para cuando me di cuenta de que no tenían blanco en el cuello; es más, de que no eran palomas, y de que ese cuerpecillo gris con la cara naranja llevaba yo tiempo queriéndolo ver ya las habíamos dejado atrás... Maldiciendo mi mala suerte y lamentándome de que mi primera observación de perdices pardillas Perdix perdix fuese tan cutre estaba yo cuando, como no podía ser de otra manera, dejamos al busardo atrás (prácticamente en el mismo sitio)... Pero bueno, ¡que he tachado! :-D
30/9/09
¡Hay que fijarse!
En el camino de vuelta procuré ir mucho más atento, escudriñando cada bultito del terreno... y maldiciendo a las torcaces. Posadas a media distancia parecen siempre cualquier otra cosa, hasta que estiran el cuello larguirucho y da el cante la mancha blanca que tienen a los lados. Sin embargo, llegando al sembrado del busardo pasamos un grupito de ellas algo raro... Y para cuando me di cuenta de que no tenían blanco en el cuello; es más, de que no eran palomas, y de que ese cuerpecillo gris con la cara naranja llevaba yo tiempo queriéndolo ver ya las habíamos dejado atrás... Maldiciendo mi mala suerte y lamentándome de que mi primera observación de perdices pardillas Perdix perdix fuese tan cutre estaba yo cuando, como no podía ser de otra manera, dejamos al busardo atrás (prácticamente en el mismo sitio)... Pero bueno, ¡que he tachado! :-D
29/9/09
Salzburgo
La “ciudad vieja”, donde están la mayoría de los monumentos y donde nos quedamos nosotros, se limita a este semicírculo entre el Mönchsberg y el Salzach, que discurre perezoso camino de la cercana frontera alemana. Sin embargo hay mucho más que ver en la ciudad, como el Palacio Mirabell y sus famosos jardines, escenario del Do-Re-Mi...
Supongo que el hecho de haber sido en tiempos un principado regido por un arzobispo y la cercanía a Italia hacen que la ciudad tenga un cierto aire “romano”, con multitud de iglesias; la mayoría, como la Catedral, de un Barroco muy armonioso. No saqué fotos en el interior, pero los frescos y retablos eran dignos de ver...
28/9/09
A clase por tierra, mar y aire
Berta, el barco en que fuimos a Fraueninsel. Aunque el Chiemsee no sea de los lagos más grandes de Europa es bastante decente; desde luego la impresión que le da a uno es de ir navegando por el mar. Y por eso resulta tan chocante ver en las orillas alisos y robles, patos y somormujos; en vez de costas rocosas, playas y gaviotas...
La isla en sí era un pequeño y pacífico paraíso. El monasterio tenía unas instalaciones muy adecuadas tanto para alojarnos como para el buen desarrollo de conferencias y demás; y a la Ciencia nos dedicamos apasionadamente durante una semana... La mayoría de los temas tratados se alejaba un poco de lo que estoy acostumbrado a ver, pero casi mejor: siempre ayuda ver qué están haciendo los demás, por si se les puede robar alguna buena idea...
La gente sólo tuvo ciertos problemas con las ligeras y sanas comidas, de menús orquestados conforme a estas tres reglas básicas:
- Si no tiene patatas machacadas no es comida
- Un menú vegetariano es el que tiene menos carne que el normal
- ¿Tarta? Cuantos más pisos, mejor
Por lo demás el tiempo realmente acompañó (hasta el punto de permitirnos nadar en el lago); y el ambiente ha sido muy agradable. Es lo que tenemos los doctorandos, que somos todos encantadores...
27/9/09
Tarde de domingo en Lund con haiku de propina
Y este otro edificio aparentemente vulgar es el Palaestra et Odeum; el antiguo auditorio de la Universidad, que hacía las veces tanto de sala de conciertos como de gimnasio. Y es un edificio curioso porque, aunque claramente no se ve en la foto, su base es un triángulo rectángulo bastante estrecho.
26/9/09
Un otoño recién estrenado
El hayuco, tan desconocido en buena parte de España, es aquí sin duda el plato estrella de la temporada: Los que no pueden partirlo o roerlo aprovechan las migajas de los que se rompen bajo los pies de los caminantes o las ruedas de las bicicletas. Al parque móvil de la zona se suman ahora además los pequeños esquís con ruedas que los amantes del esquí de fondo usan para entrenar andes de que vuelvan las nieves.
20/9/09
Mitteleuropa
La verdad es que entre los trabajos en grupo, el ¡taller de creación de etiquetas!, la fiesta y la excursión a Salzburgo; más que un curso para doctorandos parece un campamento... Ya os contaré al volver el próximo sábado si nos han dado mucha caña o qué. Mientras tanto no dejo nada prepublicado más, así que este blog se toma unas cortitas vacaciones también... Nos vemos a la vuelta; ¡sed buenos! :-)
19/9/09
Good Saturday
Además, que no se está tan mal. Se trabaja mucho más tranquilo y se rinde más, sin todo el mundo moviéndose por ahí y usando los aparatos y reactivos que quieres usar tú. Y la ventana hoy está bastante animada: Grajas y grajillas han comenzado a recoger y a comerse las bellotas de los robles, que ya empiezan a madurar. Resulta entretenido ver con qué precisión pican el fruto siempre en el mismo punto para romper la cáscara; y cuando ya está la semilla disponible suele venir otro más grande a robarle al primero la comida. Además los serbales y mostajos comienzan a llenarse de zorzales reales; espero estar todavía por aquí cuando, más avanzado el otoño, entren también los alirrojos, mis preferidos... Y por soñar que no quede; quién sabe si tal vez también algún ampelis :-)
18/9/09
"Hacerse el sueco": Pinceladas de la vida en Escania (I)
17/9/09
Dos apuntes ornitológicos
Estos días las faenas agrícolas que preparan la tierra para el invierno dejan los campos de los alrededores de Lund sembrados de grajas, grajillas y gaviotas canas... Y también de cosas más grandes. Ayer al llegar a SS por la tarde vi que habían segado el prado de la colina del molino, y allí estaban posadas no una ni dos, sino hasta 31 cigüeñas (31 las que se veían; seguramente hubiese más al otro lado de la colina), lo que representa buena parte del total de la población escandinava de la especie. Un espectáculo así en, por ejemplo, el embalse de Santillana, no me habría llamado nada la atención; pero basta con cambiar un poco las referencias externas para que lo habitual se torne extraordinario, y me entretuve un buen rato mirándolas.
A eso de las siete una hembra de carbonero común decidió que una ramita del manzano, a escasos 50 cm. de mi ventana, era un buen lugar para pasar la noche; y allí se hizo una bola y se puso a dormir. No he de negar que, a la vista de las últimas noticias, tuve algo de miedo de que intentase por la noche colarse en mi cuarto para devorar mis entrañas, en un remedo de los tormentos de Prometeo; así que tuve buen cuidado de asegurarme de que las ventanas estaban bien cerradas...
Hoy por la mañana la carbonera ya se había ido y todavía quedaban dos cigüeñas (dos jóvenes del año, que aún tenían el pico algo corto y medio negro) en el prado; y sólo entonces (menudo científico de pacotilla) se me ocurrió que podrían estar anilladas, como en efecto lo estaban. Cada una contaba con sendas anillas de colores en la tibia izquierda; ya os contaré lo que averigüe de ellas...
16/9/09
Innovaciones en la dieta
Los científicos comprobaron al proveer a los carboneros con comida suplementaria que éstos preferían esos alimentos más fáciles de conseguir a los murciélagos; y que las aves detectaban a los quirópteros en la semipenumbra de la cueva mediante el oído, viéndose atraídas por un altavoz a través del cual se emitían los grititos que emiten los murciélagos al “recolocarse” durante el sueño. Podéis leer el resumen del artículo original aquí (y puedo mandar el pdf a los que estén muy interesados); o si lo preferís la versión amarillista en castellano de El Mundo aquí. Ahora bien, lo que nunca, pero nunca debéis hacer, es leer la traducción que hace la barra de herramientas de Google del resumen del artículo...
15/9/09
Madrileños por el Mundo
- Hola, hola; ¡bienvenida a Lund!
- Antón, ¿de Madrid de dónde?
- Pues de Arapiles; de Blasco de Garay.
- ¿Y qué echas de menos de Madrid?
- Pues las cañas con los amigos, el jamón...
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Este diálogo, cuyo formato seguro habéis reconocido más de uno, muy bien podría formar parte de un posible “Madrileños por el Mundo: Escania”. Lo de los amigos ni se pregunta; lo de las cañas, aunque sea mentira, hay que decirlo porque Mahou patrocina el programa; y lo del jamón... Pues desde ayer no lo echo tanto de menos, porque JPT me trajo una bolsita de pata negra desde Madrid :-D ... Pues sí; todo este rollo para agradecerle a mi jefe que sea tan majo como para traerme jamón.
14/9/09
Una pequeña chapuza sueca
Escania ha sido siempre un lugar tradicional de nidificación de las cigüeñas, pero siguiendo el patrón general en toda Europa, sus números fueron decreciendo hasta que se extinguieron en los años 50. Cuando en los 80 la tendencia poblacional de las cigüeñas europeas dio un vuelco y empezó a aumentar, muchos países que habían perdido estas bonitas aves decidieron acelerar la tendencia e iniciar programas de reintroducción. Suecia fue uno de ellos, y (sin pensarlo mucho, según parece) en 1989 se soltaron los primeros animales, procedentes de un stock de cigüeñas argelinas mantenido en cautividad en Holanda. Sin embargo el instinto migrador de estas aves, acostumbradas al cálido ambiente norteafricano, está muy atenuado; y resulta que en invierno tendían a quedarse por la zona. Por supuesto cada año el “cálido” invierno sueco se cargaba a más de la mitad, de forma que a mediados de los 90 el programa comenzó a trabajar con aves polacas que, éstas sí, migraban cuando les tocaba. A mayores, recientemente han comenzado a llegar y a instalarse por sí mismas cigüeñas 100 % salvajes, siguiendo el proceso de rápida recolonización que está llevando a cabo la especie; demostrando de nuevo que la mayoría de los programas de reintroducción, además de costosos, son bastante innecesarios.
En cualquier caso, y siendo las cigüeñas animales de vida larga, varias de las argelinas y sus descendientes siguen merodeando por Escania, y no debe de ser tan anómalo según me han contado verlas por aquí. Pues nada, misterio resuelto :-)
13/9/09
Mi tercera casa
O se puede pajarear un rato por el extenso Jardín Botánico, que abre todos los días de sol a sol. Aquí el edificio central...
... y aquí una vista del precioso laguito.
12/9/09
Mi segunda casa
Y ésta es la dichosa ventanita de la que os hablaba hace un par de días. Hoy, como preveía que iba a estar esto vacío, me traje los prismáticos, dispuesto a no dejar que se me escapase ni un bicho. Total para nada: ha estado muy nublado y del movimiento de estos días pasados apenas sí quedaba algún petirrojo despistado, y un continuo trasiego a media altura de banditos de zorzales reales...
11/9/09
Mi casa
... hasta la cocina. Así se la ve desde la puerta...
... y así desde el ángulo opuesto.
10/9/09
De pelo y pluma
No son las aves empero las únicas que se pasean sin miedo a las escopetas: Me resulta más sorprendente aún ver cómo en el propio Campus abundan bastante conejos y las enormes liebres europeas, que al caer la tarde salen no sé de dónde y se tumban a pastar sobre el césped. Y hace un par de días, tan tranquila ella a un par de metros de la carretera, pasamos con el bus junto a una corza; grandecita también en comparación con las españolas (Bergmann; siempre ahí...). Podría pensarse que estos bichos tienen menos miedo al hombre porque aquí no se les caza, pero no es así; se cazará menos tal vez, pero que se caza os lo puedo asegurar. En fin, misterios nórdicos...
9/9/09
¿Cómo se dirá “la he liao parda” en sueco...?
El supuesto olor a fenol venía del lavavajillas (repito que yo no olía nada; pero de tanto poner caras los otros me estaban haciendo doler la cabeza a mí también), así que lo pusieron en marcha y fueron luego revoloteando por toda la planta, hablando con cualquiera que se encontraban; vamos, que era el momento ideal para quitarse de en medio e ir a tomarse un cafecito...
Al volver a subir parece que ya a nadie le olía a fenol, que nunca había habido una fuga de fenol de ninguna parte y que a nadie le dolía ya la cabeza. Lo que sí pasó, y no sé cómo, es que se petó el lavavajillas y empezó a echar agua por debajo... En fin; la socorrista, creando escuela en todo el mundo...
8/9/09
El “lundboratorio”
No os voy a engañar; de entrada el laboratorio me decepcionó algo: Ciertamente tiene más recursos y algunos aparatos que nos vendrían muy bien en Madrid; pero está igual de superpoblado y de manga por hombro que cualquiera de los laboratorios que he pisado, y cada vez estoy más convencido de que todos los laboratorios del mundo vienen a ser iguales... Por lo demás la gente es bastante normal; maja incluso, y dispuesta a ayudar en lo que se les pregunta. Me da sin embargo algo de reparo ahora al principio tener que estar importunándoles de continuo preguntando cosas; pero es que algunas maneras de hacer las cosas cambian bastante y no me queda otra (algunos protocolos y medidas de seguridad creo que los desarrollamos mejor en España, por cierto; aquí nadie lleva bata, y cómo trabajan con el bromuro de etidio es de juzgado de guardia...).
Hay sin embargo dos cosas que no me gustan de ninguna manera...
1. Hay una centrífuga de vacío, para secar tubos... ¡¡¡con 40 huecos!!! ¡¡¡40!!! ¡¿Pero a quién se le ocurre semejante disparate?!
2. En frente de la ventana, frente a la que me paso las horas sentado por estar allí la poyata, medra en el jardín un pequeño bosquete de robles y muchos arbustos. Y hoy, que hace objetivamente sol y bastante calorcito, no paraban de moverse bichos en paso saltando de una rama a otra; que los colirrojos reales enseguida se reconocen por la cola, claro, pero todas las demás historias estaban a la distancia justa como para escaparse a ser identificados (y, en su caso, tachados); ¡es una tortura!
7/9/09
District 9, fila 9
El argumento es bastante original: 20 años antes del momento en que se sitúa la acción de la película una enorme nave alienígena se estaciona sobre Johanesburgo. Como no sucede nada durante días, las autoridades deciden enviar gente dentro; gente que se encuentra a miles de extraterrestres en pésimas condiciones, hambrientos y enfermos. Total, que deciden darles asilo; pero a lo largo de los años los extraterrestres (que ser son algo maleducados, pero no más que muchos de nuestros adolescentes) van sufriendo el rechazo de la población, que no quiere que se mezclen con la gente; y acaban viviendo hacinados en chabolas a las afueras de la ciudad, junto con otros despojos humanos de la sociedad. La película trata del plan del gobierno sudafricano de realojarlos a todos en una especie de bonito campo de refugiados alejado varios Km. de allí, donde no estorben...
Como ya digo, el argumento está bien, pero cuesta seguir una película en la que la mitad de los diálogos es en un inglés con un complicado acento sudafricano y la otra mitad en “marcianés” con subtítulos en sueco... En fin; ¿la han estrenado en España también? Pasaos a verla y ya me comentáis algo...
6/9/09
Sightseeing
Frontispicio de la Puerta Oeste; aparecen un Cristo sedente y a sus lados San Lorenzo (al que está dedicada la Catedral) y San Canuto (Canuto IV; rey danés que ordenó construir la Catedral en 1048)
5/9/09
Primer bimbo sueco; de muchos, espero...
a
4/9/09
Primer día: Alundizando
3/9/09
Tierra dorada, tierra verde...
a
No sé qué tonterías decía el domingo de “resignación positiva”, porque la verdad es que ayer, ante la perspectiva del viaje y del cambio, estaba totalmente desconsolado; y así me pasé buena parte del día... Por la mañana Jaime fue tan amable de descargarnos a mis fardos y a mí en Barajas y de acompañarme mientras facturaba; el último “contacto humano” antes de despegar. Tres horas de avión más tarde, cuando de los grandes campos de rastrojos agostados en torno a Madrid ya sólo quedaba el recuerdo, el avión se abrió paso a través de las nubes para dejarnos en el brumoso aeropuerto de Copenhague, rodeado de marjales verdes que se extendían por el llano hasta morir a orillas del Báltico. Desde el mismo aeropuerto, tras mordisquear sin hambre un bocadillo (que por el precio debía de estar hecho con pan de oro), salí en el tren que atraviesa a velocidad de vértigo el Öresund camino de Lund.
Una vez en Lund, hubo unos momentos de incertidumbre (por decirlo suavemente) en los que no conseguía contactar con mi casero, que se había ofrecido a pasar a recogerme; y no sabía a dónde ir. Tras rezar un poco por fin funcionó mi móvil y ya nos pusimos de acuerdo (difícilmente, porque habla un inglés algo lioso y además tartamudea) para que yo tomase un taxi hasta casa. Mi casa está en Södra Sandby, un pueblecito a 10 Km. de Lund. Es la antigua casa de mis caseros, que están justo mudándose estos días a otra, de forma que nos quedará a los cinco futuros inquilinos: Jordan (canadiense) y Sofia (sueca) llegaron también ayer; los otros dos en los próximos días. Como la casa respira todavía un aire de provisionalidad esperaré algo hasta enseñárosla por dentro; de momento vaya una vista por fuera: Todo el gran ventanal que tapa el arbolito de la derecha es mi enorme habitación.