Haciendo un pequeño balance de estos cuatro meses, el resultado es claramente positivo. La gente en el IMEDEA se ha portado muy bien conmigo; tanto los de mi grupo, como las del laboratorio donde he estado instalado, como el resto de imedeos en general... De todos he aprendido algo (más bien mucho), sirviéndome efectivamente esta breve estancia como calentamiento para en enero en Madrid empezar el doctorado con buen pie.
El venir aquí me ha servido además para tachar siete especies nuevas (más las subespecies típicas de Baleares de aves que ya había visto). El tema herpetos también ha estado a la altura; se me escaparon el ferreret y el sapo verde, pero cayeron ambas sargantanas. Por no hablar de mi querida Albufera, donde tan buenos sábados he pasado; de los paisajes de la Tramuntana, cubierta de peñascos, pinos y cabras; de Dragonera y Pantaleu, islas junto a la isla...
Pero sobre todo me pesa dejaros a vosotros, así que espero con estas fotos rendiros un pobre homenaje, y por lo menos arrancaros alguna sonrisa cariñosa:
El venir aquí me ha servido además para tachar siete especies nuevas (más las subespecies típicas de Baleares de aves que ya había visto). El tema herpetos también ha estado a la altura; se me escaparon el ferreret y el sapo verde, pero cayeron ambas sargantanas. Por no hablar de mi querida Albufera, donde tan buenos sábados he pasado; de los paisajes de la Tramuntana, cubierta de peñascos, pinos y cabras; de Dragonera y Pantaleu, islas junto a la isla...
Pero sobre todo me pesa dejaros a vosotros, así que espero con estas fotos rendiros un pobre homenaje, y por lo menos arrancaros alguna sonrisa cariñosa:
A los “jefes” de Noruega, que se dejan la piel intentando volver normales a los vikingos
A Humberto y a Alexia, que me habéis acompañado con infinita paciencia en mis excursiones en pos de la naturaleza balear
Y a tantos otros de los que no conservo foto, pero sí un recuerdo tan grato como de cualquiera de los demás. A todos; gracias :’-)
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