30/9/11

Greyfriars

La antigua iglesia franciscana y el cementerio de Greyfriars, en la parte alta de la ciudad vieja, es uno de los lugares más visitados por cuanto turista llega a esta ciudad. El ambiente de jardín cuidadosamente descuidado, que tan distintos hace a estos de nuestros cementerios, lo convierte en un lugar muy tranquilo por el que pasear. Grandes mausoleos, panteones medio derruidos; y en general el aspecto de “otoño permanente” que se descubre ante el visitante, contribuyen a crear una atmósfera irresistiblemente Romántica.
El camposanto alberga los restos mortales de muchos hombres ilustres de la ciudad; pero es reconocido sobre todo como el lugar donde se firmó el “Pacto Nacional”, una alianza político-religiosa por la que los escoceses presbiterianos se comprometieron a oponerse a la política y al influjo religioso de la odiada Inglaterra.


Pero a lo largo del S.XVII, en el que Gran Bretaña se vio asolada por multitud de guerras civiles, las cosas eventualmente se torcieron para los escoceses, y cientos de covenanters fueron encarcelados en un apartado del cementerio, y prácticamente dejados morir allí. Esta zona ocupa un lugar preeminente en todos los recorridos turísticos por el “Edimburgo maldito”; tours organizados que menudean como setas en esta ciudad.


En cualquier caso, probablemente el muerto más famoso del cementerio sea Bobby, un terrier de Skye que, tras la muerte de su dueño, pasó los ¡catorce! años que le restaron de vida velando sobre su sepultura; o al menos eso dicen por aquí...

Y creo que no dejará nunca de sorprenderme el énfasis que rezuman aquí todos los monumentos funerarios por glosar lo que fue el muerto en vida, en vez de hablar de lo que le espera. Fotografié este porque me pareció especialmente prolijo en sus loas a las virtudes del difunto:



Un tributo de admiración, afecto y pesar a la memoria del difunto Rev(erendo) Ja(mes) Struthers, hombre de entendimiento superior, inteligencia y valía; cuyos talentos y éxitos como predicador no fueron superados, y apenas sí igualados, durante el espacio de tiempo en que nos honró con su corta pero distinguida existencia mortal. Nació en Glassford el 31 de Octubre de 1770, se educó en la Universidad de Glasgow y fue ordenado ministro en la primera capilla de la Relief (Church) (College Street), Edin (burgh), el 28 de Julio de 1791, y murió el 13 de Julio de 1807


¡Con lo conciso y práctico que resulta un “Rogad a Dios por el alma de...”!

29/9/11

Peluches letales

Estas dos semanas que llevamos por aquí han estado tan llenas de cosas que, de bicherío, más bien poco. La única cosa nueva que he visto no es un pájaro, sino un mamífero; y además introducido: me refiero a la ardilla gris Sciurus carolinensis, un animal muy cuco, con la cola como una nube de algodón y terriblemente descarado, al que no es raro ver paseando por los jardines de la ciudad (también desde las ventanas de casa, como la de la foto).

Pero estas ardillitas norteamericanas albergan su propio pasajero oscuro: son más grandes y agresivas que las ardillas rojas europeas, a las que desplazan sin dificultad. Y además, les transmiten una enfermedad vírica mortal que ella no padecen. La ardilla roja se ha convertido así en una especie rarísima en Gran Bretaña, que sobrevive solo en zonas aisladas, incluyendo algunos bosques escoceses...
Hoy he visto una merodeando entre los contenedores de basura. No lucía muy distinta de una rata.

28/9/11

Un first for Spain en el parque de al lado

Muchas veces las rarezas aparecen tras concienzudas búsquedas en zonas costeras azotadas por el viento, o tras horas de soportar el frío y los mosquitos anillando en un cañaveral; pero a veces son más consideradas, y deciden dejarse ver en sitios donde a los pajareros les cueste menos encontrárselas. A mi juicio ninguna ha superado todavía a aquel mosquitero bilistado que el noviembre de 2005 se coló en un Carrefour; pero sí son varias las que han aparecido en parques y jardines de aquí y de allá. Y en parques y jardines de Coruña, concretamente, acaba de aparecer ayer la última adición a la lista española: nada más ni nada menos que un bisbita pechianteado Anthus rubescens descubierto por Damián Romai (del que ya os he hablado en otra ocasión). Este bisbita norteamericano, pariente muy próximo de nuestros bisbitas alpino y costero, aparece muy rara vez por Europa, así que es de agradecer que cuando lo hace se deje ver a gusto. Aquí unas fotos reales del bicho en cuestión.

27/9/11

WTF? (What the Fact?): Apuntes caledónicos (II)

Lo pronuncien mejor o peor, en Escocia se habla inglés. Pero hay además otras dos lenguas principales: el gaélico escocés y el escocés a secas. El gaélico es la lengua que trajeron los escotos, los invasores irlandeses que llegaron del oeste a la zona mientras los romanos todavía atacaban por el sur. Su uso fue prohibido tras la unificación de Inglaterra y Escocia, pero pervivió entre las gentes de las Highlands y las islas*; y es ahora objeto de grandes mimos por parte del gobierno nacionalista escocés. Siendo una lengua cooficial, aunque muy minoritaria, las señales aparecen muchas veces escritas en ambas lenguas. El gaélico, “fríkicamente” hablando, es una lengua que escrita parece quenya, pero que al pronunciarse parece klingon.
El escocés, por otra parte, es una lengua germánica hermana del inglés, que no se estudia, pero que todo el mundo aquí comprende y chapurrea en mayor o menor medida. Es la lengua preferida para poner nombre a los pubs, por ejemplo; y probablemente las peculiaridades del “acento inglés escocés” se deban al influjo de la misma.

*Ya sé que Gran Bretaña es una isla; me refiero a los de las otras islas menores: Hébridas, Shetlands, Orcadas; y un puñado más de "protuberancias monosilábicas", como les llama Waugh en Oficiales y caballeros.

26/9/11

Holyrood Park

Al este de la ciudad de Edimburgo, y con el tiempo rodeado por ella, se alza un antiquísimo volcán; con muchos escarpes, y cubierto de hierba baja barrida por el viento y de rodales de tojos en las laderas más resguardadas. Los monarcas escoceses lo designaron cazadero real, y así ha podido conservarse libre de edificaciones hasta la actualidad. El parque de Holyrood, a tiro de piedra de mi casa, es ahora uno de los lugares de esparcimiento más frecuentados por los edimburgueses.
Cada mañana al descorrer las cortinas veo desde mi habitación los acantilados conocidos como Salisbury Crags. En ellos crían algunas decenas de parejas de fulmares boreales Fulmarus glacialis, una especie de ave marina que nunca había visto y que sigo sin ver, ya que la temporada de reproducción acabó apenas días antes de que llegásemos aquí.


Desde la base de estos acantilados, como podréis imaginaros, en los días claros las vistas de la ciudad y de sus alrededores (montes y estuario de Forth) son impresionantes. Y desde el punto más alto (Arthur’s Seat, 451 m) lo son todavía más; pero por falta de batería os quedáis sin fotos hasta la próxima vez.


A los pies del monte muere la Royal Mile, la calle que conecta el castillo de Edimburgo con el Palacio Real de Holyrood, residencia oficial de la familia real británica cuando están en Escocia.


Y se encuentra también el recientemente inaugurado Parlamento Escocés, diseñado por el arquitecto catalán Enric Miralles. Como os he dicho, en días como ayer el monte está tomado por todo tipo de gente, empeñados muchos de ellos (como yo) en hacer cumbre. Y viendo las rocas que había y lo fuerte que soplaba el viento, me sorprende que no se despeñe alguien a diario... tanto mejor, vaya.


Edimburgo no es Madrid, claro; pero tampoco es Lund. Y la verdad, de momento, no estamos pasándolo nada mal...

25/9/11

Por las Highlands adelante

Ayer, como os decía, salimos por primera vez de la ciudad, a conocer el resto de Escocia. Para dejarnos de líos contratamos un tour organizado de un día: ha sido un poco paliza porque han sido muchos kilómetros y pocas paradas, pero ha merecido la pena como primera toma de contacto, contando además con los comentarios constantes del simpático conductor del autocar y guía de la ruta. Para poder dedicar más tiempo a los lugares “imprescindibles”, hubo otros que fuimos dejando de lado; como Stirling, fortaleza principal de Escocia y lugar de la batalla del puente de Stirling (la primera que gana William Wallace en Braveheart; aunque en la película no hay ni puente, ni río, ni castillo ni nada...).

Y otros más modestos como el castillo de Doune, junto al río Teith. Dejando atrás las tierras bajas, comenzamos a subir hacia el noroeste. Las Highlands no son demasiado “high” para los estándares españoles, ya que la mayor altura, el Ben Nevis, apenas alcanza los 1344 m. Pero el cambio en el paisaje resulta impactante: grandes colinas peladas de árboles por la acción humana y recubiertas de prados y brezales, con turberas encharcadas entre ellas y escorrentía de agua por todas partes.


Y en cada glen (valle), su correspondiente lote de loch (lagos), como el loch Tulla, en la foto.

En Glen Coe paramos un rato más, no solo por lo espectacular del paisaje, sino por ser escenario de la masacre de los MacDonald; una de tantas batallas entre clanes, provocada en esta ocasión por los líos sucesorios de Inglaterra. Aunque el día estuvo variablemente nublado, la lluvia apenas sí nos molestó; de momento el tiempo se está portando con nosotros...
Comimos en Fort William, la puerta de las Highlands al mar de Irlanda, para después continuar ruta hacia el noreste. El Gran Glen, el valle que parte Escocia en dos, del Atlántico al mar del Norte, posee una serie de loch, el más conocido de los cuales es, claro, el loch Ness.


Y por el lago fuimos en un barco muy majo, a ver si pescábamos al bicho. El lago en sí me resultó algo extraño; la sensación era la de estar en una ría gallega, con los abetos de lejos recordando a “nuestros” eucaliptos... pero claro, sin el castillo de Urquhart. Finalizado el crucerito ya no realizamos más paradas. Tras llegar a Inverness, al otro extremo del Gran Glen, emprendimos el viaje de regreso, atravesando los Cairngorms y otros paisajes igualmente pintorescos.
Un viaje curioso, sin duda; con CD’s de gaitas y vacas perroflautas por todas partes. Curioso ver cómo multitud de autocares, minibuses y furgonetas de toda cuanta empresa de turismo imaginarse pueda íbamos coincidiendo sistemáticamente en los mismos lugares. Curioso ver la naturalidad con que nuestro guía y el del barco hablaban de la independencia de Escocia, dándola como algo seguro a corto plazo...

Pues nada; que habrá que volver.

24/9/11

Mary King’s Close

El jueves llegó a casa la primera visita “oficial”: una prima de Sofía que se quedará con nosotros hasta el martes. Estos dos días pasados ha estado visitando ella por libre lo que ya vimos con Jaime la semana pasada mientras nosotros trabajábamos, y también hemos visto los tres algunas cosas nuevas. A destacar, sin duda, la visita al Mary King’s Close (el Callejón de Mary King)
Edimburgo tiene fama, además de por otras muchas razones, por el gran número de edificaciones “subterráneas” que contiene. Asfixiada durante siglos por su muralla, la ciudad medieval optó por crecer hacia arriba, y sus antiguas casas de hasta 14 pisos fueron sin duda los rascacielos de su época. Flanqueando sus estrechos callejones en pendiente, las viviendas eran cada vez más altas cuanto más abajo; y los arquitectos de la Edad Moderna optaron por “decapitar” los antiguos edificios, apilar los escombros resultantes y construir sobre la nueva superficie “plana”. Esto ha posibilitado que muchas de las antiguas callejas y viviendas se conserven tal cual estaban hace 400 años bajo los edificios más modernos; y el recorrido turístico que contratamos se adentra en las entrañas de la urbe, descubriendo esta otra ciudad enterrada. Todo ello salpimentado con una buena dosis de fantasmas, asesinatos, epidemias y apariciones, como les gusta hacer las cosas aquí...
Y hoy, mientras leéis esto, estaremos en pleno tour organizado por las Highlands; a ver si por fin se deja caer algún bicho nuevo.

22/9/11

WTF? (What the Fact?): Apuntes caledónicos (I)

La obsesión por la seguridad con la que muchas veces se asocia a los americanos debe de ser común a todos los sajones... por la calle, en todos los locales; y hasta dentro de casa, las alarmas y señales de advertencia de todo tipo (esto quema, esto está frío, esto engorda, esto tiene nueces, esto puede matar, esto mata...) se hacen un poco agobiantes. Y en el IEB no podría ser de otra manera. Para tres meses que vamos a estar, nos han hecho apuntarnos ya a dos cursos de seguridad (uno general y otro de laboratorio); y hoy el encargado de seguridad del edificio nos ha dado una charla extensísima acerca de cómo actuar en las situaciones más dispares, y un montón de números de teléfono para hacer frente a alarmas de baja, mediana y gran intensidad. Total, que Sofía y yo hemos decidido que lo más sensato, por lo que pueda pasar, es pisar el edificio lo menos posible...

21/9/11

Inicio de curso (televisivo)

Este lunes comenzaron las clases en la Universidad de Edimburgo, y de camino al IEB Sofía y yo nos íbamos cruzando con un río de estudiantes; todos con cara de sueño y aparentemente pocas ganas de empezar... Probablemente varios de ellos tuviesen en la cabeza lo mismo que yo: que no hay mal que por bien no venga; y que con el otoño llegan también las nuevas temporadas de muchas series. The Big Bang Theory vuelve mañana, Boardwalk Empire el domingo, Dexter el 2 de octubre, The Walking Dead el 16... y la 2ª de Downton Abbey, el pasado domingo; aún estáis a tiempo de ver la primera y engancharos a la misma. Pues nada, ¡que vivan los archivos compartidos... y los week ends!

20/9/11

Jungle City

Caminando por Edimburgo se encuentra uno aquí y allá las estatuas de una curiosa iniciativa a favor de las especies animales amenazadas: Jungle City. Hay tiendas donde se pueden comprar miniaturas de cada figura, de diseño creado por artistas medianamente conocidos por aquí; o también puede uno comprar las esculturas originales. Y los fondos se destinan a campañas de conservación. Os dejo con una pequeñísima selección de todas las que hay... pero si queréis alguna encargadla vosotros, que a mí en la maleta al volver no me va a caber nada más.














Y en la base de cada una, un pequeño toque de humor británico...

19/9/11

Primer recorrido turístico

La vista de la de Edimburgo desde lo alto de Calton Hill es una de las postales más enviadas desde esta ciudad, así que puede que os llegue pronto a alguno a vuestras casas :-) Jaime vino desde St. Andrews a pasar con nosotros este primer fin de semana de estancia, y al conocer él ya bien la ciudad tuvimos el privilegio de poder dejarnos llevar de un lado a otro, sin preocuparnos de usar la guía más que para comprobar qué había de verdad en las historias que nos contaba de cada edificio o monumento.
Desde Edimburgo, Calton Hill se ve así. Desde la cima, donde hay varias reproducciones de monumentos de la antigüedad clásica y una especie de faro-homenaje a Nelson, hay una vista preciosa de todo el entorno de la ciudad, de las colinas por las que el muro de Antonino marcaba el límite máximo del Imperio en Britania y de la costa del Firth (ría) of Forth al norte.


Otra imagen de postal del castillo de Edimburgo; estropeada por mi torpe dominio de la cámara. Además de ver la ciudad por fuera, hemos empezado también a conocerla por dentro. pero, como decía Ende, esa es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión...


Los preciosos jardines de Princess Street. Entre los tres hemos sacado centenares de fotos con las que ir llenando entradas que os entretengan los días en que no haya nada que contar del trabajo. Pues eso; atentos a las actualizaciones...

17/9/11

Primeras lluvias, primeros paseos

Supongo que era demasiado pedir que el sol que nos recibió el miércoles aguantase con las mismas ganas durante lo que nos queda de estancia (o, al menos, en lo que queda de verano); pero en cualquier caso la lluvia que cayó ayer, fina y perezosa, no asustaba a nadie... Bajo la lluvia nos acercamos ayer por vez primera al centro de la ciudad; no con motivo turístico, sino administrativo. Pero en cualquier caso, y como uno tiene ojos en la cara, salta a la vista lo bonita que es la ciudad.

Dejando atrás la mole de la colina del castillo, nos acercamos al consulado español, para ver qué teníamos que hacer a fin de poder votar en noviembre. No lo sabían, porque era aún demasiado pronto. Pero que estuviésemos atentos a la web, porque en cuanto lo supieran el margen de actuación iba a ser tan estrecho que enseguida sería demasiado tarde... pues eso.
Por la tarde en el Instituto de Biología Evolutiva (el sitio donde trabajamos aquí; IEB de ahora en adelante) tuvo lugar el acto de presentación de nuevos becarios pre- y postdoctorales; y allí que fuimos. Más que un acto oficial fue una cuchipanda como las nuestras, seguida luego de cena en la ciudad. Aunque con el barullo de tantas voces y acentos distintos apenas fui capaz de seguir ninguna conversación, estoy bastante satisfecho de nuestra presentación en sociedad. Con preguntar a todos otra vez sus nombres el lunes está hecho.

16/9/11

Como en Suecia

Es extraño, esto de estar de estancia y no estar en Lund... Por una parte, todo lo que supone lo nórdico de paisajes naturales y urbanos hace que, por comparación con Madrid, esto resulte bastante similar a Escania; eclipsando en cierto modo las diferencias. Hoy por la mañana hemos hecho una ruta por las instalaciones deportivas de la universidad, para ver a qué y a qué precio podríamos apuntarnos; y por la tarde hemos ido a conocer nuestro lugar de trabajo y nuestro nuevo grupo de gente. El inglés “europeo”, en el que tan fácilmente se comunican un sueco y un español, resulta que no se parece en nada al inglés de las islas; por lo que a efectos prácticos la sensación al escuchar a la gente es la de estar de nuevo entre vikingos. Pero bueno, mal que bien hemos conseguido hacernos entender y presentarnos a nuestra jefa y al resto de la gente; encuentro del que salimos con muy buen sabor de boca.

A nuestra casa, que tiene casi de todo, le faltaban... una mesa y sillas. Vivir para ver. De modo que como la agencia dijo que “el piso es como es”, y que ya lo habíamos visto en las fotos; pues hemos ido hasta IKEA, a seguir amueblando nuestro nuevo hogar. Pues mañana más...

15/9/11

¡Bienvenidos a Escocia!

Pese a que estuve todo el día empeñándome en ponerme nervioso, lo cierto es que ayer todo fue como la seda: Llegamos todos con tiempo de sobra a Barajas; Jaime, Sofía y yo. Betania*, el avión de EasyJet en el que volamos a Edimburgo, aterrizó incluso con adelanto, de forma que aún pudimos comer los tres juntos antes de que Jaime se fuese a Saint Andrews. Y fuera, aunque con algo de viento, lucía un sol esplendoroso. Recogimos las llaves en la agencia y entramos por fin a nuestra nueva casita: muy cuca, muy como en las fotos; todo perfecto salvo por un pequeño detalle que ya os comentaré otro día... pero bueno, apenas hubo que limpiar un poquillo para dejarla totalmente a nuestro gusto. Y la zona, perfecta para vivir: llena de supermercados y tiendas de todo género; prácticamente en el centro, pero cerca también del que será nuestro lugar de trabajo. Hoy a las dos nos espera nuestra nueva jefa; ya os contaré qué tal...

* Lo de Betania va porque los auxiliares de vuelo se llamaban Jesús, Marta y María. Y yo, que iba más muerto que vivo, bien podía pasar por Lázaro...

14/9/11

¿Y qué pasa con el pobre Antón?

A medida que se acercaba la fecha de hoy, una coletilla muy socorrida en el ambiente del Departamento cada vez que yo hacía algún chiste malo o cualquier otra trastada era la de “pobre Sofía, que vas a tener que aguantarlo tú sola durante tres meses...” Alguna vez puede hacer gracia, pero a la fuerza cansa... que no soy Barbazul e intentaré portarme con ella lo mejor que pueda. Estos últimos días al “pobre Sofía” se han añadido los “cuídala mucho”... ¿Y yo qué? ¿Quién va a cuidar al “pobre” Antón? Porque creo que los consejos no han sido recíprocos. En fin; no sé para qué pongo esto aquí, si los principales “interesados” apenas leen esto y a vosotros, lectores asiduos, os tengo ya ganados para mi causa...
Pues nada, a estas horas la pobre consolada y el pobre desconsolado; junto con Jaime, que toma nuestro mismo avión para ir a su estancia en St. Andrews, estaremos si Dios quiere camino de Barajas. Nerviosos, pero dispuestos a trabajar mucho y a pasarlo lo mejor posible. Y a tachar pájaros, que ya va siendo hora... Desde el norte os escribiré; quedad con Dios.

13/9/11

Banco de la Concepción

El nuevo grupo de gobierno del Concello de Cariño surgido de las elecciones de mayo decidió, con mayor o menor excusa, pero para consternación de todos los aficionados, suprimir las salidas que con el Aula do Mar se realizaban para ver aves marinas; una pena, porque el rendimiento de las mismas era espectacular.
A rebufo de la experiencia del Aula do Mar, este verano se han organizado desde distintos puntos de España otras salidas, con carácter más o menos privado, también para observar aves pelágicas. Alguna desde Malpica ha habido que igualaba la calidad de la cariñesa; pero sin duda la más fructífera de todas se ha realizado este pasado fin de semana bastante lejos de Galicia: en el Banco de la Concepción, un caladero unas 50 millas náuticas al norte de Lanzarote. Además de impresionantes números de las especies más habituales (y de cetáceos, grandes peces y tortugas marinas), ha caído una especie nueva para la lista española: el paíño ventrinegro Fregetta tropica, y se ha documentado por vez primera de forma absolutamente fidedigna la presencia en nuestras aguas de págalos antárticos Stercorarius maccormicki; ambas especies propias de los mares australes. Como iban embarcados algunos de los mejores fotógrafos de aves del país, las buenas fotos no tardarán mucho. Mientras tanto, y por si os interesa, ya se admiten reservas de plaza para el año que viene...

12/9/11

Preludio de nubes

La previsión meteorológica que nos espera en Edimburgo es tan deprimente como previsible, de forma que este fin de semana tenía la esperanza de, además de ver a gente, llenar los depósitos de sol hasta que no cupiese nada más.


Dado que esta era la "vista" de Santiago que había desde lo alto del Pedroso, os podréis imaginar que me traje los depósitos más vacíos de lo que los llevé... pero bueno; por lo demás la visita ciertamente ha compensado. En Lavacolla a medio día me estaba esperando Raúl, antiguo compañero de carrera y de colegio mayor en Santiago. Después de comer subimos en su tartana un buen trecho del monte, para después continuar a pie hasta la cruz de la cima. A los lados del camino, entre la niebla, los primeros erizos de la temporada caían con un golpe ahogado sobre el lecho de hojas. Un par de cigarros de exfumador no practicante, muchas confidencias y vuelta a la ciudad. Al tren, y en media hora larga en Coruña. JaviR esperando. Más charla durante y después de la cena, mientras fuera, a alguna hora de la madrugada, comenzaba a llover con ganas....
El sábado bajé por fin a Ourense, enlazando trenes de nuevo en Santiago. Como a través de mis hermanas mi madre ya se había ido enterando de mis viajes no hubo mucha bronca al llegar a casa un día más tarde de lo que esperaban... Hermanas y padres, tía y sobrina; 24 horas más y otra vez al tren, camino de Madrid. Y Chamartín, sin peregrinos, un tanto desangelada.
Y dos días antes de despegar de nuevo.

9/9/11

Último galitour del verano

Hoy 9 de septiembre es el día de Santa María de la Cabeza (la mujer de San Isidro, no la de Andújar); festivo en Madrid los años en que, como este, varios de los otros caen en domingo (incluyendo el de su marido). Festivo, a fin de cuentas; y un fin de semana largo muy aprovechable para hacer una última ruta de despedida por Galicia antes de desaparecer el miércoles camino de Escocia. Salgo ya para el aeropuerto; así que, si eres uno de los escogidos (jeje), nos vemos en breve :-)

8/9/11

Ayuda con la estancia

Tras la inesperada noticia de la denegación generalizada de estancias que sufrimos este año los becarios FPU, a nivel nacional la gente comenzó a moverse y a contactar entre sí para buscar las mejores formas de protestar. También en la Complutense; y he de reconocer con bastante vergüenza que aunque por unas cosas o por otras no me he implicado de ninguna manera, puede que me beneficie del trabajo que otros han hecho: en una reunión con el nuevo Vicerrector de Investigación, que comprende y apoya totalmente nuestras reclamaciones, se comprometió a estudiar el que la universidad nos pagase al menos los gastos de los desplazamientos. Esto es una ayuda más allá de lo económico, ya que la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), el organismo estatal que barema los méritos investigadores y docentes, no considera como estancias computables aquellas realizadas sin financiación pública; con lo que a efectos de currículum irme este año a Edimburgo con la única ayuda del dinero del proyecto “no contaría”. Pero si la Universidad paga, ya es otro cantar; así que muy agradecido les quedo a todos los que se han esforzado por buscar soluciones a este problema.

7/9/11

Y era la pipeta....

No he escrito nada estos días, porque aunque ha habido cosas que contar, no estaba yo precisamente del mejor humor: es lo que tiene, estar preocupado por una fecha límite (el próximo miércoles, cuando despegaremos camino de Edimburgo) y ver cómo un protocolo de laboratorio que uno tiene meridianamente claro por haberlo repetido hasta la saciedad, de repente se obstina en no funcionar. Amén de los otros problemas que ya comenté el domingo... Pero hace dos días, repitiendo la enésima prueba, tuve una rara intuición, un soplo al oído de mi ángel de la guarda; y caí en la cuenta de que el volumen real de líquido que tomaba con una pipeta no se parecía ni de lejos al que yo había fijado... ¿pipeta rota? Bueno, ayer la cambié por otra, que sí pipeteaba una cantidad adecuada... y empezó a salirme todo; ¡bendito sea Dios, que ya no sabía qué hacer! Total, que aunque tarde, ya está localizado el error: y como no estaba ni en las muestras ni reactivos que hubiera que encargar, me dará tiempo de sobra si no sucede nada más de acabar con todo este jueves. Y de poder así subir con calma a Galicia a despedirme este fin de semana, y de dedicar los días previos a preparar el viaje y a seguir despidiéndome de más gente; id sacando vez :-)

4/9/11

Un año; y descontando...

Basta que quiera uno adelantar trabajo para que se vayan poniendo las cosas en contra... Esta semana ha habido durante dos días cortes de luz, para hacer una revisión general de las instalaciones. Como el laboratorio recibe luz por dos líneas distintas, he estado bailando con alargadores de un lado para otro, cambiando los enchufes de los aparatos según necesidad... de los cortes nadie nos había avisado, por supuesto; aparentemente solo se lo dijeron a los del bar, para que supiesen que no iban a poder enchufar las cafeteras. Total, como en agosto no curra nadie en la Facultad... Ayer, en septiembre ya, el edificio abrió para que tuviesen lugar unos cuantos exámenes; de modo que, en vez de los vigilantes de los fines de semana, estaban las conserjes de diario. Y al contrario que los amables vigilantes, estas me miraron horrorizadas cuando les pedí la llave de un laboratorio de otro departamento al que necesitaba entrar y se negaron en redondo a dármela; porque no se podía, y punto. Y si alguna vez un vigilante me la había dejado, anatema para él; porque era lo más ilegal de lo ilegal. Y así me quedé, con el trabajo a medio hacer; hasta mañana, supongo...

Y hoy, cuatro de septiembre, cumplo tres años como becario FPU. Así que solo me queda uno...

3/9/11

Apuntes pajareros

El suelo bajo los árboles de Ciudad Universitaria brilla estos días con un verdor desacostumbrado: no es el de la hierba, agostada por lo demás; sino el de decenas y decenas de cotorras argentinas, afanadas en la búsqueda de piñones y otras semillas. No sé si se están concentrando aquí aves provenientes de otros puntos de Madrid o si es que realmente este año ha sido especialmente bueno para la especie, pero lo cierto es que el número de aves es anormalmente elevado. Y todavía no me acostumbro a ver un montón de loros verdes a pocos pasos de mí, mezclados con las palomas.
Por lo demás, ayer los papamoscas cerrojillos estaban por todas partes, “saludándose” unos a otros de árbol en árbol con ese estirar de alas reflejo que hacen cuando están posados, que parece que levantan un brazo. Y se les unieron otros visitantes poco habituales: una bandada de abejarucos, que echó un rato trinando sobre el jardín frente a la Facultad antes de seguir rumbo sur. Hoy ni unos ni otros; solo las cotorras, aguantando la lluvia… la primera del otoño.

2/9/11

Septiembre

Ayer el balance de la jornada de laboratorio fue parejo al del miércoles: nada. Pero como por precaución había trabajado menos, fue menos lo que hubo que tirar... en fin; mientras averiguo qué puede estar saliendo mal estoy comenzando a reanalizar desde el principio unas cuantas muestras, y al final hay que hacerlo con todas pues eso que llevo adelantado.

El comienzo de mes trae sin embargo sus propias alegrías. Del 31 al 1, parece mentira cómo ha cambiado el ambiente en la Facultad: servicios a pleno rendimiento, una afluencia masiva de estudiantes que vienen a preparar su exámenes y a ver cómo ha quedado la reforma de la cafetería, profesores también de vuelta, con lo que ya hay vida más allá de los becarios en el Departamento... Que los alumnos del año pasado que me voy encontrando me sonrían y saluden es señal de que no debieron de amargarles tanto mis prácticas; más agradecido les quedo yo, por lo bien que me lo he pasado. Y además, se ha incorporado un nuevo becario a nuestro grupo: Michael, un belga que hizo su proyecto de fin de máster con nosotros el verano pasado y que ha conseguido este año la FPI del nuevo proyecto de JPT, con lo que echará al menos cuatro por aquí... Un chaval bien majo y un trabajador avispado; de estos, que nos manden los que quieran...

1/9/11

Lloreras labo-rales

Mi trabajo en el laboratorio lleva normalmente su tiempo: desde que empieza uno con una muestra dada hasta que obtiene el resultado final pasan varios días y hay que hacer muchas cosas por el medio. Para poder más o menos trazar la calidad del trabajo realizado, uno cuenta con varios testigos que permiten saber si el paso que tocaba ha salido bien o no; y no encontrarse al final de todo con un lío ininteligible... Pero al hacer una PCR, mezclando tantas muestras y reactivos, son muchas las cosas que pueden salir mal; y muy difícil descubrir cuál (como ayer) es la que efectivamente salió mal. Y si (como ayer) uno apura el tiempo y en vez de una hace seis en una mañana, puede que (como ayer) al ver el resultado horrible de la primera empiece a temerse lo peor; pero que no le quede otra (como ayer) que echar toda la tarde comprobando los malos resultados de las otras cinco... un día glorioso, vaya; casi casi tenía la impresión de estar de vuelta en Suecia, donde en el laboratorio todo lo que podía salir mal salía mal. Y no es solo el tiempo que se pierde, sino la impotencia de ver cómo en un día tonto uno tira literalmente cientos de euros a la papelera; como si nos sobrase el dinero...
... y mi pulgar derecho, que ya cruje como un campeón. ¿Cuántas veces habré pipeteado ayer? ¿Y en esta semana? ¿Y en toda la tesis...? No está descrito en Medicina, que yo sepa; pero durante los picos de trabajo el “pulgar del becario”, como el codo de tenista, es una realidad. Tanto como el callo de la yema del pulgar izquierdo, de tanto abrir y cerrar eppendorfs... Bueno; hoy me lo tomaré con más calma.