La antigua iglesia franciscana y el cementerio de Greyfriars, en la parte alta de la ciudad vieja, es uno de los lugares más visitados por cuanto turista llega a esta ciudad. El ambiente de jardín cuidadosamente descuidado, que tan distintos hace a estos de nuestros cementerios, lo convierte en un lugar muy tranquilo por el que pasear. Grandes mausoleos, panteones medio derruidos; y en general el aspecto de “otoño permanente” que se descubre ante el visitante, contribuyen a crear una atmósfera irresistiblemente Romántica.
El camposanto alberga los restos mortales de muchos hombres ilustres de la ciudad; pero es reconocido sobre todo como el lugar donde se firmó el “Pacto Nacional”, una alianza político-religiosa por la que los escoceses presbiterianos se comprometieron a oponerse a la política y al influjo religioso de la odiada Inglaterra.
El camposanto alberga los restos mortales de muchos hombres ilustres de la ciudad; pero es reconocido sobre todo como el lugar donde se firmó el “Pacto Nacional”, una alianza político-religiosa por la que los escoceses presbiterianos se comprometieron a oponerse a la política y al influjo religioso de la odiada Inglaterra.
Pero a lo largo del S.XVII, en el que Gran Bretaña se vio asolada por multitud de guerras civiles, las cosas eventualmente se torcieron para los escoceses, y cientos de covenanters fueron encarcelados en un apartado del cementerio, y prácticamente dejados morir allí. Esta zona ocupa un lugar preeminente en todos los recorridos turísticos por el “Edimburgo maldito”; tours organizados que menudean como setas en esta ciudad.
En cualquier caso, probablemente el muerto más famoso del cementerio sea Bobby, un terrier de Skye que, tras la muerte de su dueño, pasó los ¡catorce! años que le restaron de vida velando sobre su sepultura; o al menos eso dicen por aquí...
Y creo que no dejará nunca de sorprenderme el énfasis que rezuman aquí todos los monumentos funerarios por glosar lo que fue el muerto en vida, en vez de hablar de lo que le espera. Fotografié este porque me pareció especialmente prolijo en sus loas a las virtudes del difunto:
¡Con lo conciso y práctico que resulta un “Rogad a Dios por el alma de...”!
“Un tributo de admiración, afecto y pesar a la memoria del difunto Rev(erendo) Ja(mes) Struthers, hombre de entendimiento superior, inteligencia y valía; cuyos talentos y éxitos como predicador no fueron superados, y apenas sí igualados, durante el espacio de tiempo en que nos honró con su corta pero distinguida existencia mortal. Nació en Glassford el 31 de Octubre de 1770, se educó en la Universidad de Glasgow y fue ordenado ministro en la primera capilla de la Relief (Church) (College Street), Edin (burgh), el 28 de Julio de 1791, y murió el 13 de Julio de 1807”
¡Con lo conciso y práctico que resulta un “Rogad a Dios por el alma de...”!
2 comentarios:
Parece un sitio precioso, me gustan los sitios de "permanente otoño", apuntalo como visita obligada.
:-)
Apuntado queda; ya me dirás qué más cosas sumo a la lista... :-)
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