30/1/13

...Y antes de los pájaros del lunes, película

O documental; o algo intermedio: Project Nim; el domingo por la noche. Un despropósito continuo; no la película, sino la historia que relata: la historia de un chimpancé criado entre personas para ver si (y cómo) es capaz de expresarse en lenguaje de signos. Pero también la historia de probablemente el experimento peor planteado que se recuerde (o será que los experimentos "de letras" son así), con un director sólo preocupado de contratar antiguas y  futuras amantes y de conseguir subvención tras subvención. Con varios subdirectores, empeñados cada uno en llevar el agua a su molino. Con unos asistentes, hippies ricos, con una actitud deleznable y destructiva para con su propia tarea; que pasan de métodos y mantienen contento al chimpancé a base de porros. Con un animal por fin obligado a ser persona, y que sólo consigue como recuerdo de la experiencia llegar a sufrir como una. No sé si la recomiendo o no: si os gusta indignaros y pasarlo mal a partes iguales, es sin duda vuestra mejor opción.

29/1/13

"Por Santo Tomás, hora y media más..."

 Bueno, ya sabéis que el refrán se refiere a San Blas, pero como es este domingo ya no creo que se note mucho el adelanto en la longitud total del día. Lo que sí tuvimos ayer fue festivo en la Universidad, y como el día invitaba a ello nos faltó tiempo para salir de Madrid.
 Fuimos por la mañana Bea, Almudena, Enrique y yo a Valdetorres a buscar avutardas, que alguna de las que veía se moría de ganas por verlas. Y las vimos, claro, y no pocas; aunque tampoco demasiado cerca. Como contábamos con un todoterreno, pudimos darnos el gusto de recorrer las pistas (que no el monte, eso MAL) sin preocuparnos por quedarnos atorados en el barro espeso que llenaba todos los caminos, que nos hubiera hecho pensárnoslo dos veces antes de meter un coche normal por allí...
 Tras comer un bocadillo en un bar de Belvís de Jarama (una cueva lóbrega donde todavía no había llegado la prohibición de fumar), bajamos a la laguna de El Campillo, a Rivas-Vaciamadrid; donde yo hacía más de dos años que no me acercaba. Y no por el interés real de ver nada en la laguna, que funciona últimamente apenas como una bañera para las gaviotas que comen en Valdemingómez; sino porque mis acompañantes se tachasen en los cortados adyacentes la collalba negra, en el mismo sitio donde lo hice yo.
Así que, como pájaros no había, van unas tortuguitas. Y creo que San Blas no me va a pillar en casa; pero a su debido tiempo :-p

27/1/13

"¿Cómo quiere la carne?"

Una imagen por cortesía de Vero del bar donde comimos el día de los búhos campestres; la típica fotografía de los menús disponibles. Sólo que, si bien las patatas estaban fritas y los pimientos asados, se ve que a los lugareños la carne les gusta poco hecha...

26/1/13

Lo menos bueno, si breve, mejora

 Estas Navidades cayeron un par de títulos más de Waugh; los que veis en las imágenes. Tenía ganas de hincarle el diente a Decadencia y caída, su primera novela y la que, granjeándole al autor amplia fama, le permitiría un poco "vivir de las rentas": consiguiendo que sus obras posteriores entrasen bien y permitiéndole liarse la manta a la cabeza con Retorno a Brideshead, novela que tardó en ser apreciada como la sublime obra que es... Como os digo, tenía ganas de disfrutar de semejante bombazo, pero (o más bien, supongo que por eso) me temo que me ha defraudado bastante. A ver, es una novela entretenida que se lee con facilidad, pero solo eso: desde luego si hubiese sido mi primer contacto con Waugh ahora no tendría once libros suyos en casa. La salva tal vez el que tiene capítulos cortos; me gustan los capítulos cortos: puedes tomarte uno, como un vaso de leche con galletas, antes de dormir; y cerrar el libro y acostarte con la gustosa sensación del deber cumplido sin esfuerzo...
Hace un par de días, sin embargo, empecé con Merienda de negros... ¡qué cambio! ¡Qué maravilla! ¡Qué alegría redescubrir, en la prosa omnisciente del narrador en tercera persona, el tono mordaz y suficiente que tanto adoro...! Que me está gustando mucho, en resumen :-)

25/1/13

"Prohibido aparcar"

Estaba yo buscando información sobre los mostajos (árboles y arbustos del género Sorbus), y me encontré con el caso que ahora os comento: el tema de la formación de especies y de los límites entre ellas en plantas es un tanto más complejo que en animales, al menos para los zoólogos. Mientras que los cromosomas en animales siempre es mejor tocarlos cuanto menos mejor, las plantas no tienen reparos en hacer todo tipo de chapuzas con los suyos al reproducirse, de forma que la aparición de ejemplares con dotaciones cromosómicas distintas de las habituales es bastante frecuente. Muchas veces, al hibridar dos plantas, aparecen descendientes con dotaciones cromosómicas que son un batiburrillo extraído de entre los de los ejemplares progenitores. Y muchas veces el "experimento" queda ahí, ya que el híbrido no es capaz de reproducirse; pero otras, ¡ay, amigo!, entra en juego la apomixis (palabreja que engloba multitud de trampas genéticas que permiten a una planta producir semillas sin que haya fecundación). Y estos híbridos apomícticos se extienden: ejemplares con características comunes que no se cruzan con sus semejantes; lo que viene siendo una nueva especie, vaya. Llegando ya al meollo del asunto, resulta que éste parece haber sido un fenómeno bastante frecuente entre las especies del género Sorbus inglesas durante los últimos periodos glaciales, de modo que hay varias especies del género en las islas que solo recientemente se han identificado como tales; muchas de las cuales tienen una distribución muy restringida... tan restringida como de apenas unas decenas de ejemplares creciendo en el condado de Devon (SO Gran Bretaña); ejemplares que se descubrieron creciendo en el entorno de un área de descanso de una autopista. El ejemplar tipo de esta especie que os comento era un árbol sobre el que había clavado un signo de No Parking ("prohibido aparcar"), y sus descubridores, tan cachondos ellos, decidieron bautizar la especie como el No Parquing whitebeam Sorbus admonitor; y así se llama en los tratados de Botánica. La verdad es que la Wikipedia es una caja de sorpresas... 

24/1/13

"La amiga"

Tenemos un taxón nuevo en la lista española: una subespecie no registrada con anterioridad; futura especie de pro, me huelo, en la próxima revisión taxonómica. Se trata de un macho de las subespecies sureñas (grupo variegatus/armenicus) de la tarabilla siberiana Saxicola maurus, que apareció hace unos diez días en el delta del Ebro. El pajarillo en sí, aunque tiene su gracia, es bastante soso, demasiado como una tarabilla común luciendo el deslustrado plumaje de invierno; y da gracias de que es un macho y no una hembra... La gracia, la verdad, la tiene más el relato del descubrimiento del ejemplar colgado en la página de ReservoirBirds; web que cada vez se parece más a un Facebook de sus propietarios. En dicho relato se ve una foto de los que se juntaron para ver al bicho en cuestión, que tuvieron la suerte de que los descubridores del mismo les prepararan una paella en su propia casa. Y entre los nombres de los invitados hay uno que me llamó poderosamente la atención, precisamente porque no lo tiene: hay una tía que es "la amiga", sin más. Y chapeau por Josep Bujons, que consigue arrastrar a su séquito femenino a ver la que de momento es la rareza más aburrida de 2013; pero que la tía no parezca hacer más que bulto... pobrecilla. Además, me la imagino contándole a sus "amigas" luego la aventura: que si Josep se la llevó al Delta; pero no a ver calamones, sino un pájaro marrón. Que había ¡20 personas! haciéndole fotos a ese pájaro marrón, y que los que lo habían descubierto les habían invitado luego a comer a todos. Que era la única tía, y que no hacía falta rascarse mucho la cabeza para ver por qué.... en fin; estas cosas. Cómo me gustaría estar ahora viendo la dichosa tarabilla...

22/1/13

El gato al agua

 Y bastante agua, por cierto: llegamos a Andújar el viernes por la tarde lloviendo y nos despertamos el sábado diluviando. De todas formas, no habíamos hecho el viaje para estar metidos en casa, de modo que dado que el pronóstico anunciaba "menos lluvias" en las horas centrales de la mañana, salimos a probar fortuna...
 ... y nos sonrió la suerte: en la hora y media que casi no llovió tuvimos un par de encuentros con los linces; y bastante cerca además. El anterior a éste, que se metió tras la piedra de la imagen, fue bastante más rápido y me lo perdí; pero el de la foto (que, como veis, lleva un collar de radioseguimiento) se tomó su tiempo para olisquear y marcar el pedrusco, de modo que todos pudimos disfrutarlo a gusto. La foto es de Vero, por cierto; gracias :-)
 Pese a la lluvia éramos unos cuantos los que allí nos juntamos para ver el bicho; como unos veinte, que aparecían un poco por todas partes cada vez que se producía un avistamiento.
 Los linces nos dejaron contentos, y el resto del monte más aún. En Andújar es bastante entretenido mirar por el telescopio, porque parece que hay bichos allá donde uno enfoque: muchos ciervos, como el de la foto, con esa marca taurina de "ojo de perdiz" que tenían varios de los venados andujareños; y gamos, muflones... aunque las que mejor se portaron fueron sin duda las águilas imperiales, ya que prácticamente todo el tiempo que dedicamos a la observación de los gatos hubo alguna a la vista.

 El sábado se nos dio bien la mañana pues, pese a la lluvia. Por la tarde aquello ya se puso imposible, y después de comer, entre intermitentes cortes de luz, visitamos el centro de visitantes del parque natural y nos dimos una vuelta por el pueblo de Andújar. El domingo ya no llovió, aunque hizo bastante frío. Vimos otro par de linces, pero bastante más lejos que los del día anterior. En cualquier caso, objetivo cumplido una vez más; los que se estrenaban con el bicho pudieron volver a casa más que satisfechos :-)
... Un narciso (todavía) sin identificar, de los muchos que tachonaban la hierba de amarillo. Gracias a Dios, la primavera is coming...

21/1/13

El lince Ramón

Una cancioncilla, para ir templando el ambiente de cara a la entrada de mañana... Por suerte, y a pesar de que siguen muriendo linces atropellados, la cosa no esta tan mal como cuando se escribió esta canción: con todas las reservas al hablar del lince: en Doñana no les va tan mal, y en la zona de Andújar bastante bien; de ahí el éxito del viaje, a pesar de las ciclogénesis explosivas... pero eso ya mañana :-)

18/1/13

(Fin)de viaje

¡Dichosa inercia humana...! A pesar de saber que Madrid está llena de registros oficiales perfectamente válidos, me emperré en echar hoy los papeles en el del ministerio que tocaba, chupándome gratuitamente casi dos horas de cola... en fin; una excusa barata para deciros que me hubiera gustado haber escrito algo mejor, y dejar algo prepublicado para este fin de semana, pero que no va a poder ser: dentro de nada nos vamos de fin de semana a Andújar, a probar fortuna con los linces otra vez si el tiempo no lo impide. A la vuelta nos vemos; sed buenos, o al menos luchad por ser mejores :-)

17/1/13

Series al instante

¡Hola, lectores! Ayer no me pasó nada especialmente interesante, de modo que, por no perder la costumbre de escribir y siguiendo un poco con el tema de hace diez días, aprovecho para contaros que...
a. No sé si lo sabíais, pero en YouTube también se pueden ver series ("¡¡En serie!! Digo.... ¡en serio!" "Sí, en serio"). Y películas también, de hecho. No sé cómo de legal será, y la verdad es que ser tampoco son muchas; pero es una buena opción a la que recurrir a veces cuando no encontramos en otros sitios lo que buscamos. Y se cargan al instante, sin captchas ni anuncios.
b. Si queréis estrenaros en esto de las YouTuseries, podéis probar por ejemplo con Dead Set,  que es con lo que estuve ayer; una miniserie muy entretenida en la que se pueden ver las "tripas" (y no digo más :-p) del reality más famoso de todos los tiempos...

16/1/13

Al otro lado

Animales y un humano, y un cristal de por medio. Pero por una vez, soy yo el que está dentro; y no muy seguro quién es el observado y quién el observador... Los huecos que dejan las celosías de los ventanales de las escaleras de la Facultad son muy querenciosos para las aves trogloditas: la pareja de cernícalos anida en el lado de Geológicas, las palomas un poco donde pueden, y en el lado de Biológicas hay una colonia de grajillas Corvus monedula. Aunque el alféizar de las ventanas de la fachada norte, la mía, es mínimo, de vez en cuando las grajillas se posan allí; casi siempre a pares, pues estas aves se emparejan de por vida y rara vez se alejan el uno de la otra. Y a veces se posan allí, sin más, lanzando preguntas al aire con sus "quiak quiak" siempre interrogativos; otras se hacen carantoñas, completamente ajenas a lo que pasa a su alrededor; y otras por fin defecan o regurgitan una egagrópila con la más absoluta falta de pudor. Pero a veces, como ayer por la mañana, les da por mirar. Por mirar dentro y curiosear lo que estamos haciendo, con la cara absorta de un niño ante la jaula de un animal grande: con nerviosismo y el cuerpo girado por si el bicho hace un gesto brusco salir corriendo, pero al mismo tiempo con la curiosidad infinita del que se relaja sabiendo que el cristal mantendrá a la bestia dentro. Si al menos me trajeran cacahuetes...

15/1/13

Una viñeta...

... del blog de JaviP, que me hizo mucha gracia :-) Os iba a poner una canción; pero os salváis, que no la encontré, jeje...

14/1/13

¡Gracias, Sirin!

 Gracias Raquel, por ofrecerte a poner coche y a llevarnos de un lado para otro con una sonrisa siempre en los labios. Gracias Vero, por ser capaz de situar en el mapa un lugar aparentemente igual que cualquier otro, perdido en medio de La Moraña. Pero sobre todo, ¡gracias Sirin, por tus ganas de mear! Aunque mejor empecemos por el principio...
 Y "el principio" es que el sábado nos acercamos los cuatro por la mañana a la laguna de El Oso, trascurrido un año después de mi primera visita. Guarecidos del viento dentro del observatorio, pasamos la mañana viendo todo lo que se dejó ver; patos, básicamente.
 Y es que había una buena diversidad de los mismos: ánades frisos, rabudos o cucharas, en la foto de arriba. Y silbones en la de abajo.
 Y cercetas y azulones. Y agujas colinegras, zarapitos reales, agachadizas... lo suficiente para pasar el rato entretenidos hasta que los gansos, que habían pasado la mañana comiendo por los sembrados aledaños, llegaron a mediodía a beber, bañarse y sestear. Y en medio de los ánsares comunes dos ánsares caretos, que nunca sobran. Ya mientras nos marchábamos, todo el paterío se revolucionó cuando una de las águilas imperiales ibéricas de las que crían en la zona se paseó sobre la laguna, aunque sin hacer amagos claros de tirarse a por el almuerzo...
 Nosotros sí lo hicimos, empero, y nos metimos un buen menú del día entre pecho y espalda. Templados ya por la comida, no nos arredró ver que las nubes se iban cerrando y descargando a ratos, e intentamos ponerle una buena guinda al día de pajareo, apuntando alto: en una visita a la zona hace tres años, al meter el coche por una pista de tierra Vero y sus acompañantes habían tenido la buena fortuna de toparse con un dormidero (los búhos duermen de día, jeje, claro) de una de mis bestias negras: el búho campestre Asio flammeus, una especie típica de áreas abiertas como juncales, brezales o cultivos, que cría en el suelo, reproductora escasa y moderadamente abundante en invierno en nuestro país. Vero había apuntado la localización aproximada del sitio en su día (¡benditos cuadernos de campo!), y dimos unas cuantas vueltas con el coche intentando localizar sin éxito  alguna de estas bonitas aves. Ya desesperanzados, bajamos en un momento del coche para echar un último vistazo a lo lejos con los telescopios, y estirar las piernas y colocar todo con orden para volver del tirón a Madrid. La perra se acercó a mear a unas matas de la cuneta, que no levantaban ni dos palmos, y al hacerlo ¡se materializaron seis búhos, seis; que habían permanecido totalmente inmóviles en invisibles al pasar a centímetros de ellos con el coche unos instantes antes! Increíble...
 Las aves además apenas se alejaron unos metros, y después de unos minutos se volvieron a meter entre los cardos del borde del camino, mimetizándose de una manera inimaginable para el que no lo ve con sus propios ojos... pero ¡vaya si los habíamos disfrutado ya! Ojalá todo lo que me tache este año venga tan bien dado...

12/1/13

Gavioteando en Manzanares

"¿Y si subimos el viernes después de comer a ver gaviotas al embalse de Santillana?" Bueno; no es que sea mi plan de pajareo soñado, pero.... ¿por qué no? Así que allí nos fuimos Bea, Miche, Enrique y yo ayer por la tarde, a iniciar la desconexión laboral del fin de semana.
 Pero antes de dedicarnos a las gaviotas, teníamos un favor/encargo que cumplir en una de las fincas del entorno. Dentro, tres mulos...
 ... y un percherón; los cuatro bien majos. Jeje, con muros de por medio los bichos grandes no me dan miedo.
 El encargo, de Chechu, era intentar leer anillas de las cigüeñas blancas que estuviesen ya por la zona; muchas de las cuales habrían nacido en la aledaña colonia de Prado Herrero (sí, claro que os suena; repasad las entradas de 2009...). Y había unas cuantas, pero anillada sólo ésta: X2C1
 Con la "conciencia tranquila", ya nos dedicamos al gavioteo sin cortapisas. No me gustaba mucho el plan, decía, porque sabía que las bichas iban a estar muy lejos y además dentro del agua, con lo que no se les ven las patas. Pero las gaviotas siempre son gaviotas, y a nadie le amarga un dulce.
En cualquier caso, la nota pintoresca del día fue poder ver juntas las tres especies de patos de la subfamilia Tadorninae del Paleártico Occidental, aunque fuese con trampa, ya que la única que genuinamente debería verse allí era la hembra que había de tarro blanco Tadorna tadorna. Los demás eran un grupo de once (ocho en la foto) tarros canelos Tadorna ferruginea, especie habitual en este embalse; y tres gansos del Nilo Alopochen aegyptiacus que aparecieron hace nada, salidos sabe Dios de dónde, pero que volaban perfectamente.

Una tarde entretenida, y bastante es. Y hoy creo que toca más agua; ya mañana os cuento...

11/1/13

"Espejito, espejito..."

Cada año, millones de aves de miles de especies emprenden sus migraciones; y siendo tantas hay cancha suficiente para encontrarse cosas bastante curiosas, como todas las historias de avistamientos de rarezas que os comento de vez en cuando. Hay veces que las aves se pierden por culpa de las inclemencias meteorológicas, pero otras es algo interno lo que se les estropea; y ese es por ejemplo el origen de las migraciones especulares: en algunas especies, como las grullas o las anátidas, las rutas migratorias son en buena parte aprendidas; el animal joven viaja con su bandada y aprende hacia dónde hay que volar, dónde detenerse a descansar, etc. Pero en muchas especies la determinación de las rutas migratorias es genética y difícil de cambiar; y el pajarillo lleva dentro las instrucciones que, como a un pequeño autómata, le indican que en tal fecha (sorprende ver cómo, con datos de aves marcadas, estas fechas son casi invariables entre años) debe comenzar a migrar, volando en tal dirección durante tantos Km, para después girar y cruzar el mar, o un desierto, o una cadena montañosa, volado en tal dirección durante otros tantos Km... y así hasta llegar al destino. Y sucede en ocasiones que algunos individuos emprenden este viaje que llevan marcado en los genes... pero entendiendo todo al revés, de manera que en vez de volar con una dirección de 20º E desde su lugar de nacimiento migran 20º O, y así sucesivamente, realizando una ruta que es el fiel reflejo de la de sus congéneres, pero que le conduce a la otra punta del continente... ¿Y qué le espera allí? Pues normalmente la muerte, si no existen en la zona a la que sus genes equivocados le han llevado zonas apropiadas para invernar. Pero a veces el condenado bicho tiene suerte, y el sitio al que llega es adecuado para pasar la estación invernal. Y volverá en primavera a su tierra natal, criará, posiblemente sus descendientes hereden la tendencia de migrar "donde no deben"; y poco a poco se irá desarrollando una nueva zona de invernada regular para la especie. Este proceso está sucediendo en España con varias especies de origen oriental, pero que cada vez crían más hacia el oeste de Siberia, o incluso ya en el este de Europa; y que se presentan cada vez de forma más regular en nuestro país. Es el caso del correlimos pectoral, el aguilucho papialbo, la avefría sociable, el mosquitero bilistado o el mismo bisbita de Richard que me taché en diciembre, por ejemplo. Y hay veces en que a estos recién llegados les gusta tanto su nuevo hogar que, para sorpresa de todos, deciden quedarse a criar :-) Hace un par de días nos desayunábamos con la sorprendente noticia de que estos dos años pasados una pareja de águilas pomeranas Aquila pomarina había intentado criar en Cataluña. Aquí os la dejo...

9/1/13

Días lechosos

Días lechosos los que estamos teniendo, y los que aparentemente nos esperan en lo que queda de semana: una nube gris perla, inmensa y monótona, rodea la ciudad y se extiende en todas direcciones, robándonos el horizonte. La temperatura clavada entre 0 y 3 ºC, la humedad ambiental pegajosa como la resina; así debe de sentirse un yogur dentro de la nevera... Y en la Facultad, con unos fríos de Defensor del Pueblo tras estar dos semanas abandonada, la gente se debate entre las ganas de seguir pegados al radiador y las de acercarse a saludar a los conocidos y desearles "¡feliz año!". Y en todas las bocas el mismo tema de conversación: la intolerancia a la lactosa. A la lactosa meteorológica, se entiende...

8/1/13

En el extremo sureste

 Contaba con que el final de las vacaciones de Navidad me pillase lejos de Madrid, en el sureste de la Península: en el cabo de Gata, por ser más precisos. Pero el plan no llegó a salir, y ha habido que contentarse con dar ayer un garboso paseo por el sureste.... de la Comunidad :-p En Brea de Tajo, concretamente.
 Y más concretamente aún, haciendo la "Ruta del Robledal"; un recorrido circular de unos 8 Km que serpentea por los campos de cultivo aledaños al pueblo. Destacan en la zona las dehesas de quejigos y encinas, grandes, con un encanto especial emergiendo entre la niebla (niebla que por cierto nos fastidió bastante el día). Algunos tenían las copas cargaditas de buitres leonados y alguna águila que otra; imperiales y otras que se quedaron sin identificar...
Y olivares también; que en Madrid también tenemos de eso. De hecho estaban en pleno vareo en algunas fincas. Y formando parte de los setos de la zona, zumaques: un arbusto que, medio natural, medio naturalizado, se extiende por toda la cuenca mediterránea, pero sin abundar en general en ninguna parte... pero como son de hoja caduca y ahora lucir lucían más bien poco, pues no os los he fotografiado. Para cuando volvamos, en otra ocasión y en otra estación.

7/1/13

HBW Alive

La conferencia inaugural del Congreso de Vitoria corrió a cargo de Josep del Hoyo, cofundador de Lynx Edicions, la empresa conocida principalmente por sacar adelante el Handbook of the Birds of the World, que 21 años después de la aparición del primer tomo esta a punto de completarse, cuando aparezca este año el decimoséptimo. Josep nos habló precisamente de la historia de la editorial y del HBW; y de los proyectos de futuro en los que andan envueltos, notablemente el HBW Alive, que consistirá en volcar en Internet toda la información de la obra, actualizada y completada además con más fotos, vídeos, grabaciones de voz, etc; todo ello disponible por una módica suscripción anual. Todo esto que nos contó y que tanta emoción me hizo, lo tenéis muy bien contadito en un pequeño programa de TVE, que podéis ver en este enlace.

... en los congresos de la SEO se le otorga un premio a la mejor tesis doctoral en ornitología defendida en España durante los dos años anteriores; y dicho premio ha consistido en una suscripción al HBW. Probablemente pocas cosas me hayan hecho esforzarme tanto en la realización de mi propia tesis como la posibilidad de ganar algún día dicho premio; pero ahora que va a salir el HWB Alive ya me lo pienso dos veces, pues a ver dónde meto yo 17 libracos de 5 Kg cada uno... tendría que regalároslos a alguno de vosotros :-p

6/1/13

¿Quién quiere doce, teniendo cuatro?

El otoño tiene sus cosas buenas, pero reconozcámoslo: a veces agobia. Uno intenta tener vida normal y, habiendo otros compromisos prioritarios, a veces los capítulos de las distintas series se van acumulando y se lo hacen a uno pasar mal. Pero todo se acaba: llega el invierno (jeje), se terminan las series de otoño, y ¿¿¿qué hacemos hasta que en marzo vuelvan Sherlock y Game of Thrones??? ¡Que no cunda el pánico, Gran Bretaña tiene la solución! Efectivamente, el invierno es el momento ideal para dedicar las tardes de fin de semana a las miniseries británicas. Una película dura lo que dura, y y tiene que ser muy mala para que uno, aunque sea por pereza, la deje de ver a la mitad. Pero una serie se enfrenta al reto de mantener al espectador enganchado de una semana a la siguiente; de modo que ver de un tirón los distintos capítulos de una serie buena es siempre mejor que ver una película, porque están todo el tiempo pasando cosas... ¿Lo malo? Que si te encierras en casa a tragarte seguidos los doce capítulos de una temporada estándar cualquiera, la gente te empieza a llamar friki y cosas peores; pero con una miniserie ese peligro queda conjurado. Y dentro de este formato, los británicos se llevan la palma, de calle. 
Ea; pues tras esta breve introducción, os propongo un par de títulos, disponibles a través de los cauces habituales: Inside Men, un relato ficticio sobre el mayor atraco cometido en el Reino Unido, pero una historia real sobre la codicia; y Secret State, la lucha de un líder por accidente por conseguir lo que tantos otros ni se plantean: gobernar con justicia. De nada...

4/1/13

Grullas y guasap

Al final lo de las nuevas tecnologías no fue tan sencillo como me lo prometía yo: mi numero se perdió durante algún tiempo en "la nube" y finalmente estuve de lunes a viernes con un número postizo; y después un angustioso día sin nada de nada... bueno, lo de "angustioso" es una licencia poética; pero es verdad que uno acaba acostumbrándose a las cosas y luego... ¿Me pasará lo mismo con el WhatsApp, acabare enviciado como tanta gente a mi alrededor...? Bueno, si es por comodidad de uso con ese teclado táctil infernal lo dudo mucho; pero luego siempre se agradece que un amigo te comente que acaba de ver una bandadita de grullas volando hacia poniente. Sobre todo si justo hace diez minutos estabas tú también mirando al cielo, mirando grullas, tras escuchar sus graznidos delatores...

Aunque no debían de ser las mismas. Las mías se dedicaban a liarla parda sobre el Manzanares, al decidir cambiar de dirección y ponerse a dar vueltas de una forma que se intuía bastante torpe en plena "M-30 aérea": la ruta que a lo largo del río siguen gaviotas y cormoranes entre las zonas de alimentación y los dormideros de El Pardo y la Sierra. Más de una bandada y de dos tuvo que deshacerse y rehacerse luego para evitar a las fastidiosas zancudas; y se debieron de quedar pensando lo mismo que yo: "¿vienen o se van? ¿Qué demonios hacen 50 grullas en Madrid en enero...?"

2/1/13

El Gran Año

Ya en Madrid. Entroncando con el tema de mi entrada de ayer, a lo largo del año pasado se comentó mucho en "el mundillo" la película El Gran Año, que relata la historia de tres pajareros empeñados en ver cuantas más aves mejor durante un año en EE. UU. Yo no la he visto todavía, básicamente porque ninguno de los tres actores principales me entusiasma; en especial Jack Black... pero acabará cayendo, supongo. La iban poniendo en el tren, de hecho; pero preferí no hacerle mucho caso para verla en otro momento en condiciones.
La historia es que, desde ayer durante las campanadas, El Gran Año está teniendo lugar en nuestro país también; en múltiples modalidades (desde la general de "a por todas" a "la lista más grande de aves de mi jardín"). No participo, no me entraron excesivas ganas; pero sí iré comentando las curiosidades a las que dé pie... alguna entrada que otra me salvarán a lo largo de este año, jeje.

1/1/13

Balance listero de 2012

¡Feliz 2013 a todos! :-D Espero que lo hayáis pasado bien esta noche, quien saliendo a quemar la ciudad, quien como yo acostándose poco después de las uvas (y qué bien me ha sentado, jeje). Esta mañana he subido expectante las ventanas de casa, en mi propia versión de la noche de Reyes; y finalmente a través de la del salón me ha llegado el "regalito": una lavandera blanca Motacilla alba, primer pájaro del año. Pues no está tan mal...
En fin, esto en cuanto a primer pájaro de 2013; vamos con lo que 2012 ha dado de sí. Por muy poquito, y gracias a los bisbitas de Richard Anthus richardi de la hora undécima, he conseguido aumentar en dos el balance final de 2011: siete aves nuevas en total. Antes de esos bisbitas (buscados ex profeso) vino el totalmente inesperado y poco apreciado por mis desalmados y feófobos (no de "feo" ni mucho menos, sino de phaios, pardo; ¡dichosas personas que menosprecian los pájaros sin colorido! :-p) alumnos archibebe fino Tringa stagnalis de la excursión de Vertebrados. Y antes del mismo hay que remontarse bastante, hasta nuestra expedición pirenaica de primeros de mayo, en que cayeron el mochuelo boreal Aegolius funereus y la becada Scolopax rusticola (aunque solo de oído). Y me quedé a las dichosas puertas de tacharme el urogallo... Los tres bimbos restantes llegaron casi juntos a primeros de año: la gaviota argéntea americana Larus smithsonianus y el escribano lapón Calcarius lapponicus en la costa muxiana, y poco después la gaviota de Delaware Larus delawarensis en el centro mismo de la capital; sin duda el bimbo menos costoso del año...
Bueno, pues no es mucho, pero estoy bastante satisfecho; sobre todo porque durante este año he salido al campo, tal vez no más que en 2011, pero sí con muchas más ganas. Y eso se nota también en los otros bichos nuevos que se han ido subiendo a mis otras listas: la de mamíferos no se puede quejar, en la medida en que en enero se subieron en Andújar lince, muflón, cabra y lirón careto; y en octubre en Zamora el lobo. En ese mismo viaje pegó un subidón la de herpetos, con la lagartija cenicienta occidental Psamodromus occidentalis, la lagartija leonesa Iberolacerta galani y el sapo partero ibérico Alytes cisternasii; y apenas un mes antes me había tachado en Cazorla la preciosa lagartija de Valverde Algyroides marchi y el no menos bonito sapo partero bético Alytes dickhilleni...
Pero claro, añadir un pájaro a cómputo total... no se vive igual :-) Así que, autoplagiándome, recalco para terminar que "un año más sin búhos campestres, alzacolas rojizos o cercetas pardillas; por mencionar tres de las no demasiado difíciles que se me vienen ahora a la cabeza. Días quedan por delante: a ver cómo respondo yo...".Y añadiré que acepto encantado compañeros de viaje :-)