"Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero". Del Pregón Pascual.
La liturgia de la Vigilia Pascual de ayer noche está perfundida de luz: el Cirio encendido preside la ceremonia de inicio a fin, y la luz aparece en todos los textos, en todas las lecturas. Por primera vez en bastantes años hemos disfrutado además de una Semana Santa soleada y cálida, y pese a los malos augurios meteorológicos incluso ayer y hoy aguanta de momento sin llover. Parece que no va a durar esta racha en cualquier caso, y que de vuelta en Madrid nos espera unas cuantas jornadas (puente de mayo incluido, ¡qué novedad...!) de agua y de olvidar la manga corta... Últimamente parece que mi humor oscila más que nunca al compás de los vaivenes meteorológicos; a ver si en los días que vienen, aunque se me borre el moreno incipiente, me esfuerzo en que no se me borre la sonrisa. Que os lo debo.
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