Por si no fuese suficiente con los que se empeñan a conciencia y con brío por arramplar con el monte que se encentran por delante, queda otra miríada de individuos que grano a grano aumentan el granero de la destrucción, perpetuando de paso las peores supersticiones populares… La noticia de cómo dos valerosos miembros de Protección Civil (cuya labor profesional por otra parte seguro que es encomiable) dieron muerte a sendas culebras con instintos asesinos se comenta sola. Lo que más me enciende es no ya que siga dándose ese pavor atávico por las pobres serpientes, sino que el periodista alabe su labor de una manera que cualquiera diría que se enfrentaron a un tiempo con Escila y la hidra de Lerna.
aa
Algún día, espero, se darán cuenta de la fortuna que es poder ver de cerca y admirar una culebra; de las que todas las especies por cierto están protegidas y está prohibido dañarlas.
1 comentario:
... si al menos queréis reíros un poco y que se os pase la mala leche leeos los "Comentarios" de la noticia en la página del periódico, que hay alguno realmente ocurrente.
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