10/6/10

Pirineos III: Cuestas y bosques

Amanece en el puebloooo...
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Pasamos la segunda noche pirenaica en el refugio Cap del Rec, que funciona también en invierno como estación de esquí nórdico (o de travesía).
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Desde allí, a la mañana siguiente, nos fuimos a hacer la ruta que sube a los distintos estanys de la Pera. La subida era mucho más relajada que la del día anterior, pero el paisaje igual de agradecido.

Aunque ya no quedaban “objetivos” durante todos los días disfrutamos mucho con las aves típicas de los bosques y prados de montaña: reyezuelos sencillos, collalbas grises, acentores alpinos, mirlos capiblancos, bisbitas alpinos, verderones serranos, piquituertos…

Para pasar la última noche nos movimos a un área más boscosa, al refugio del Prat de Miró. Además de por cambiar algo de aires, teníamos ligerísimas esperanzas de aún estuviese cantando y poder escuchar una de las especialidades pirenaicas, el mochuelo boreal Aegolius funereus.

Pero ya iba a ser demasiada potra en un solo viaje… Mejor; así quedan excusas (siempre las hay) para volver. Los pinares alfombrados de arandaneras, además, merecían de por sí un buen paseo; con el que cansarse e intentar dormir algo durante las nueve horas de viaje de vuelta… Ese es el principal problema de muchos de los viajes que hacemos; Madrid está tan en el ombligo de la península que lo único que consigue es estar lejos de todo… Por quejarse, que no sea :-)

2 comentarios:

Javi Pato dijo...

No sé si estoy muy de acuerdo con el último párrafo. ¿Cuántas horas de coche hubieran sido desde Galicia o Andalucía?. Estar en el centro siempre es lo más fácil. ;D

Antón Pérez dijo...

Lo mas fácil siempre es quejarse :-)