15/7/15

Crisálida

Estos días recalentados y abúlicos me cuesta encontrar algo que me motive lo suficiente como para escribir una entrada. Cuando la mezcla de sueño y sudor se vuelve insoportable y me levanto de la silla para airearme un rato, me quedo a menudo pasmado frente a la ventana del despacho, mirando sin ver los vaivenes de los técnicos que, según el concierto que sea, llenan o vacían la plaza central del Botánico de sillas...
Y mirando ayer por la ventana, recordé que allá por febrero os había comentado el inicio de las obras del "mariposario" (a falta de otro nombre, seguiremos llamándolo así), y que estaría bien enseñaros cómo ha quedado: aunque lo tapan algo ahora las hojas de los árboles, creo que se ve más o menos bien. No se parece mucho a como creí que iba a quedar, pero me gusta el resultado. Habrá que esperar ahora a ver qué meten dentro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si que debe hacer calor para que te "quejes" tú. xDD

FJP

Antón Pérez dijo...

¡Puf! Imagina...