Estamos en agosto. Toda la Península está ocupada por el anticiclón de las Azores... ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles gal-legos resiste ahora y siempre a la luz del sol... Mi aldea, claro.
Jeje, en fin: es quejarse por quejarse, ya que al final ayer la niebla terminó levantando y sí hizo buen día. Y mientras dura la niebla, pese al frío criminal, uno puede seguir disfrutando de las flores abiertas de los dondiegos, amantes de las condiciones crepusculares. Los dondiegos se abren de noche y huelen ligeramente para atraer esfinges: sus piezas reproductoras, que protruyen mucho de la flor, están a la distancia justa para contactar con los cuerpos de estas mariposas mientras liban sin posarse. Lo que yo no sabía es que, además, de noche y bajo luz ultravioleta (que los insectos ven perfectamente), el polen amarillo brillante de estas flores es ¡fluorescente!, ayudando a que se las vea perfectamente.
Esto del polen, y muchas otras cosas, lo he aprendido en la serie documental que me he traído a la aldea este verano: The Kingdom of Plants; tres capítulos rodados en el Real Jardín Botánico de Kent donde Sir David (cómo no) va desgranando multitud de curiosidades del reino vegetal.
Los dondiegos salen de hecho muy brevemente, entre los segundos 6 y 9, jeje. Si además habéis leído en el número de junio de EMNMM la entretenida entrevista al jardinero Carlos Magdalena, recordaréis que comentaba haber hablado de sus peripecias vegetales con Sir David para un documental; pues bien, éste es dicho documental. Aunque me tempo que no he encontrado en YouTube los dos cortes correspondientes... tendréis que buscarlo por ahí.
2 comentarios:
La verdad es que fue toda una gozada poder contar con él, no sólo por sus conocimientos y por su trabajo, también como persona, es un tipo genial.
Abrazos
Tiene pinta, sí; y además el inglés con acento asturiano que se gasta en el documental es bien simpático.
¡Gracias por pasarte!
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