Hace hoy una semana que empecé a correr, y de momento ahí vamos tirando: descubriendo una gama de dolores hasta la fecha desconocidos para el ser humano, pero con todo y con eso echando minutos, tres días sí y uno de descanso... Tras estrenarme como os dije camino de la Facultad, cambié al día siguiente al sitio al que he ido las veces posteriores: a la pista del Canal que os comentaba. Correr sobre goma es bastante más agradable, y además con la de gente curiosa que hay (dará para más entradas sin duda) realmente uno no se aburre de dar (pocas) vueltas. Cada 100 m hay un hito marcando la distancia, hasta sumar los 1.200 que tiene la vuelta entera; y los que planificaron el complejo, no sé si a propósito o por casualidad, tuvieron el acierto de no poner el hito "0" en ninguna de las puertas del recinto, de modo que cuando uno empieza a correr siempre el primer hito que ve marca una distancia mayor de 100 m, y eso, creáis que no, anima. Y además he encontrado la motivación para ir superándome a lo largo del tiempo (ya no concreto si semanas o meses): 1.200 m, el famoso número 12 que tan de cabeza me trae a veces. Pues bien, si alguna vez consigo dar 8 vueltas, ya tendré el 12x8=96 pocillos de 100 metros. Algún día conseguiré, del tirón, hacer la PCR...
1 comentario:
Ánimo piojo que la próxima pillamos al vison!
Publicar un comentario