Si alguno piensa que la imagen de arriba, tan montañosa, poco tiene que ver con el lugar donde os dije que iba a pasar este fin de semana largo... no se equivoca. Pero es que tras pasar buena parte de estos tres días en la carretera, a pesar del cansancio que lleva uno encima la idea de echar ayer horas y horas de atasco volviendo a Madrid echa para atrás; de modo que sobre la marcha nos sacamos un plan de la manga: desvío a unos 200 Km de casa hacia el corazón de Soria y allí, por tierras de Almazán, a buscar halcones de Eleonor Falco eleonorae por los pinares, en una de sus localidades clásicas de presencia estival dentro de la Península... y contra todo pronóstico, pues íbamos bastante a la aventura y además este año todavía no los habían citado en la zona, terminamos por dar con un par de ellos a la altura de Matute de Almazán: la mejor y más atípica manera de concluir un viaje a Pirineos.
La observación fue mejorable, en cualquier caso: apenas dos a modo de alcotanes larguiruchos deslizándose suavemente sobre las copas de los pinos, en un visto y no visto. Pero espero volver a verlos mejor dentro de poco: en diez días nos vamos de vacaciones familiares (como el año pasado al Algarve) ¡a Mallorca! La verdad es que tengo muchas ganas de volver a visitar con una cierta calma la isla donde nació este blog: de ver de nuevo gentes, lugares... y bichos, claro. Cuantos más, mejor. Pero antes de hablar de la costa, os iré contando estos días que siguen qué tal se nos dio de risco en risco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario