17/11/13

El "pollosaurio"

Fin de semana de lluvias y fríos. La Sierra pintada de blanco por vez primera esta temporada... el momento ideal para encerrarse en casa a leer, trabajar con el ordenador... y ¡comer castañas, que para eso estamos en noviembre! Ayer tuvimos merienda castañera en casa de Rita, mi antigua compañera portuguesa. En su casa preparan las castañas cocidas con sal, anís y canela; y creo que me quedo con la simpleza de la castaña asada, pero se agradece probar formas nuevas de preparar este plato...
Pero, como os dije, buena parte del día de ayer se me fue en saltar de papel en papel y de enlace en enlace; y así es como llegué a enterarme de a existencia del pollosaurio. O, mejor dicho, de los intentos de crearlo auspiciados por Jack Horner, uno de los paleontólogos más carismáticos. La idea es recrear algo similar a un dinosaurio prehistórico usando para ello no ADN recuperado no se sabe cómo, sino el ADN de los dinosaurios que nos quedan hoy en día: el de las gallinas en concreto, aprovechando que su genoma está totalmente secuenciado. El ADN codifica la información necesaria para hacernos como somos, pero también para hacernos de otras muchas maneras: que nosotros no tengamos branquias, por ejemplo, no es resultado de que hayamos perdido la información necesaria para desarrollarlas, sino de que hemos desarrollado una forma de bloquear la expresión de esa información, que por lo demás está presente en nuestro ADN. Pues bien, si cogemos un huevo en desarrollo de gallina e impedimos que se bloquee la expresión de dientes, garras y cola, ¿qué nos queda? Pues justamente, un pollosaurio. Y no os negaré que tengo ganas de ver uno...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues ya molaba si, tanto como te molaría a ti tener branquias ;) q bien lo sé jeje

FJP

Antón Pérez dijo...

Je; me ha venido a la cabeza Waterworld, ¡qué gran película...!