¡Por fin! Ayer tuvo lugar la lectura de la segunda de mis tesis este mes, y sin duda (sin perjuicio de las otras dos) la más esperada: la de mi compañera Sofía. "Por fin", digo, porque es una tesis que he vivido desde el comienzo como si fuese propia: con todos los problemas y alegrías que han venido por medio, con todos sus éxitos y fracasos, con sus mil y un cambios de rumbo... y con su ardua y aparentemente interminable recta final. Tras haber capeado todos los temporales, le ha quedado una tesis la mar de resultona, cuyos cuatro capítulos están dando mucho juego en revistas buenas. Pero faltaba la defensa, y ¡menudos quebraderos de cabeza nos ha dado! Porque a algunos, lo hagamos mejor o peor, esto de dar charlas nos encanta; pero a otros como Sofi les horroriza. Y hemos ensayado mil veces, y mil veces ha habido nervios, y "esto me ha salido mal", y "esto va a ser horrible"... Y de repente, va la tía, y ¡hace ayer una presentación brillante! ¡¡Y para eso tanto alboroto!! Aunque por supuesto, todos (menos ella) sabíamos que iba a ser así, de modo que la alegría de ver que por fin ella lo comprobaba ayer en sus propias carnes fue doblemente grande :-) Una tesis cortita (menos de dos horas) y una cuchipanda larga y divertida; que con tantos amigos comunes era casi como revivir al mía, sólo que con unas mesas mucho mejor surtidas...
... Y la pena grande ahora, me temo, de ver que los dos hemos terminado. De ver que, ahora sí de verdad, me separo de mi hermanita... porque, aunque acabemos viéndonos por ahí a diario, dejamos atrás algo grande al cerrar esta etapa.. ¡ojalá nos espere algo mayor!
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