Cuando a lo lejos ve uno un montón de gente fotografiando algo a ras de suelo, normalmente es que hay algo interesante. Y si uno está en el campo, las probabilidades de que sea algo vivo aumentan. Ayer por la mañana, tras ahuyentar en la zona de la Fuente del Francés a unos cuantos universitarios que venían con la excursión anual de SEO-Monticola, descubrimos Raquel y yo el motivo de que estuviesen todos acuclillados...
¡Un sapo (sapazo) comun Bufo bufo! :-D Y un sapo alpinista, para más señas; no hay más que verlo. Hacía mucho que no veía uno; de modo que me hizo especial ilusión. Tal vez más que la que nos hizo encontrarnos el día anterior con una hermosa culebra de herradura Hemorrhois hippocrepis, de garganta anaranjada cual tritón ibérico, al levantar una placa de metal tirada en el cambo bajo la que estaba enroscada; a las afueras de Villarreal de San Carlos. Tras levantar infructuosamente tantas y tantas cosas antes, encontrarnos por fin con un premio gordo bajo una de ellas nos resultó tan inesperado que tardamos en reaccionar el tiempo suficiente como para que la culebra tomase las de Villadiego y desapareciera entre las piedras de una tapia; de forma que casi más que verla la intuimos.
Ha estado bien este finde pasado en Monfragüe, en resumen. Pero ya mañana os cuento más cosas...
4 comentarios:
Yuhuuuu!! Crónica Monfragüera!! Queremos más info!! Y fotos!! Y anécdotas curiosas de tenebriónidos antropófagos!!!
Pobres Blaps, jeje... mañana, mañana =)
Jeje, espero ansiosa la segunda parte, a ver con qué me sorprendes...
Ya imaginas con qué... :-p
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