Desde que con XX años vi en un documental de Sir David, en pocos minutos, resumida la sucesión ecológica de las plantas del claro de un bosque; me encanta esa palabra. Y me encantan los baldíos revegetados. Y odio el ruido de las segadoras y el olor a hierba cortada...
El amarillo de la primavera temprana (dientes de león, jaramagos...) ha dado paso ya al lienzo más multicolor de mediados de estación (margaritas, vezas, viboreras, llantenes, salsifíes, amapolas...). Pero amarillea un poco ya la cebadilla de ratón; y en breve se secará, al tiempo que la achicoria abra sus cabezuelas ciáneas. A ver hasta qué día aguantan este año...
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