En honor a San Lorenzo

Hoy 10 de agosto es el día de San Lorenzo (sí, el de la copla). San Lorenzo es el patrón de Lund y a él está dedicada la catedral. Así que, para celebrar un poco el día mientras yo curro un rato, os dejo con las fotos que saqué el domingo del interior de la misma, que por fuera ya os la enseñé hace un año.

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Éste es el famoso reloj astronómico de la catedral, del S. XIV. A las 12 y a las 15 (13 y 15 los domingos), los dos caballeros de la parte de arriba señalan las horas zurrándose la badana tantas veces como sea menester, y un momento después discurriendo entre las dos portezuelas desfila el cortejo de los Reyes Magos, que al pasar frente a la Virgen y el Niño inclinan respetuosamente la cabeza, mientras los dos soldados entonan con sus trompetas el himno In Dulci Iubilo. Os lo he grabado y subido a YouTube y todo; ya lo siento por la "horizontalidad" del vídeo...

Un detalle de las puertas.

Y la roseta del calendario universal, con San Lorenzo en el centro. Cuando llegué una señorita estaba explicando con un micrófono el funcionamiento del mismo alternando sueco e inglés; pero yo sólo me quedé con la idea de que era una cosa muy complicada que espero no tener que reparar nunca...

A la izquierda del calendario este vejete iba señalando el día y el mes...

... y a la derecha este sol tan sonriente el signo zodiacal.

Más cosas. Un enorme candelabro de siete brazos con los símbolos de los cuatro evangelistas saliendo del fuste.

Retablo y coro, del S. XIV. Bajo el ábside, y demasiado oscura para mi cámara, se encuentra la cripta, sostenida por 28 pilares, todos distintos. Allí están las tumbas de los obispos de la sede de Lund desde el S. XII hasta la Reforma... y allí estaba también una magnífica instalación: al bajar las escaleras y llegar a la cripta, un foco se activaba a tus espaldas automáticamente y proyectaba tu sombra sobre una pantalla blanca. Al apartarte un poco, el foco se apagaba y tu sombra desaparecía de la pantalla. Primero pensé que era una de esas cosas de los parques de atracciones que te hacen instantánea que puedes comprar luego como recuerdo, en la montaña rusa y cosas así; pero luego vi en un larguísimo cartel en la pared que la realidad era aún peor: se trataba de hacerte reflexionar sobre la fugacidad de la vida, vanitas vanitatis, etc.

Ya para acabar, dentro de la propia catedral se encontraba este modelo a escala 1:30 de la misma, para los ciegos. Y como advertía un cartelito en varios idiomas: “No toques el modelo si puedes ver la catedral con tus propios ojos”.