Tras el sábado de playa, de una forma muy típica en esta bendita Escania ayer domingo amaneció arroyando; y con mayor o menor fuerza no dejó de llover en todo el resto del día... Ya venía más o menos mentalizado para esto, pero de todas formas me fastidió bastante, ya que pretendía hacer algo de turismo relajado, rehaciendo mi mapa mental de la ciudad y de paso sacando alguna foto que mostraros...
Así que mi visita fue más bien breve. Me di un buen paseo por el jardín botánico debajo del paraguas. Estaba realmente bonito, y alguna de las flores habría merecido que la retrataran; pero no estaba yo como para sacar la cámara... Después me fui a Misa. Este año parece según el horario de la parroquia que hay Misa en castellano todos los domingos y no sólo dos al mes; y además celebra un sacerdote hispanohablante (el que estuvo casi todo el año pasado era polaco y predicaba en sueco con traducción simultánea de uno de los feligreses; el resultado era bastante pintoresco). Después de comer, y antes de volver a casa harto de la lluvia, recorrí por fin el interior de la catedral de Lund; que parece mentira que no lo hiciera el año pasado en tres meses que tuve... Pero esa visita la dejo para mañana, que viene más a cuento.
Sí saqué una foto que os quería enseñar. Resulta que los baños del jardín botánico están iluminados con fluorescentes de luz violeta. Inocentemente (o juiciosamente) yo creía que sería algún mecanismo extraño de desinfección, pero al comentárselo el año pasado a alguien me dijo que no, que era para evitar que la gente se pinchara, porque con esa luz no se veían las venas (¿!).
Así que mi visita fue más bien breve. Me di un buen paseo por el jardín botánico debajo del paraguas. Estaba realmente bonito, y alguna de las flores habría merecido que la retrataran; pero no estaba yo como para sacar la cámara... Después me fui a Misa. Este año parece según el horario de la parroquia que hay Misa en castellano todos los domingos y no sólo dos al mes; y además celebra un sacerdote hispanohablante (el que estuvo casi todo el año pasado era polaco y predicaba en sueco con traducción simultánea de uno de los feligreses; el resultado era bastante pintoresco). Después de comer, y antes de volver a casa harto de la lluvia, recorrí por fin el interior de la catedral de Lund; que parece mentira que no lo hiciera el año pasado en tres meses que tuve... Pero esa visita la dejo para mañana, que viene más a cuento.
Sí saqué una foto que os quería enseñar. Resulta que los baños del jardín botánico están iluminados con fluorescentes de luz violeta. Inocentemente (o juiciosamente) yo creía que sería algún mecanismo extraño de desinfección, pero al comentárselo el año pasado a alguien me dijo que no, que era para evitar que la gente se pinchara, porque con esa luz no se veían las venas (¿!).
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Y como veis me faltó tiempo para ir a hacer la prueba... Efectivamente el color de las venas no destaca sobre el resto de la piel; pero éstas siguen siendo evidentes y más si se hinchan. No sé, ¿qué os parece?
2 comentarios:
Es escalofriante esa dinámica: los que se drogan en un jardín y los que piensan poner una luz azul.
Si, desde luego como todas las medidas sean en ese plan. Pensé que esa sociedad tenía algo más de tacto..
JP
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