22/9/15

La morácea equivocada

 En algún momento, de pequeño, recuerdo haber visto por la tele el clásico Rebelión a bordo. Mejor dicho, lo poco que recuerdo de la historia fue todo el lío armado en torno a los plantones de árbol del pan y a si se los regaba más o menos, y que me había dado pena ver a los marineros amotinados tirar las macetas al agua... Ahí debió de comenzar a forjarse en mi cabeza la idea de que, si el fruto del árbol del pan Artocarpus altilis desataba semejantes dramas, debía de ser un manjar sin parangón. Pero claro, como no es que tales frutos abundasen en las fruterías orensanas, mi ansia por el mismo se fue qudando bastante olvidada... hasta ayer.

 Ayer apareció esta "cosa" en el despacho de becarios: una especie de naranja verde y eccematosa con pelillos dispersos que, en un arrebato de pasión y tras una breve búsqueda confirmatoria, identifiqué como un fruto del árbol del pan, ¡bien! ¿De dónde había salido? Lo había traído Amparo el viernes para ver qué era, tras recogerlo bajo unos árboles de una calle de Trujillo.

Pero me duró poco la alegría, pues mientras contaba con abrirlo después de comer para ver a qué sabía, JaviFL, nuestro exbecario ahora en el Botánico, dijo que igual era un fruto del naranjo de Luisiana Maclura pomifera, cuyo fruto tiene el mismo aspecto que el del árbol del pan (ambos son de la familia de las moráceas), aunque es mucho más pequeño. Y tras confirmar con Amparo cuál era la forma de las hojas del árbol de origen, identificado como Maclura se quedó; algo mucho más lógico por otra parte que si fuese un árbol tropical, que aunque Trujillo no sea Siberia tampoco es Tahití.

Los frutos del naranjo de Luisiana sin embargo no dejan de tener su chascarrillo que contar, aunque no sea uno de motines: no son venenosos, pero tampoco se comen, pues son básicamente secotes e insípidos (sí, lo probé). Hay que tener pues una boca y unos dientes muy grandes para disfrutar de ellos... y eso, junto con que el arbolillo en cuestión está fuertemente armado de espinas, tal vez os recuerde otra historia comentada en este blog... 

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