Grata sorpresa la que me llevé ayer al volver a la Facultad: parece que el rumor de pasillo no confirmado de antes de las vacaciones era cierto, y que volveremos a tener cafetería.
¡Por fin!, parece que tras más de dos años alguien (¿el nuevo Rectorado? ¿La nueva contrata? Lo mismo me da, la verdad) se ha decidido a hacer las reformas que necesitaba nuestra cafetería vieja para poder operar.
Ante la cantidad de mierda que acumulaban las paredes de la cafetería antigua, los obreros parecen haber decidido que les salía más a cuenta tirarlas que limpiarlas; o eso me gustó pensar ayer. No sé yo cuánto tardarán en terminar las obras, pero viendo su estado actual dudo mucho de que vayamos a tener inauguración junto con la del curso... en fin, espero que no se demoren mucho, que ya me cansa comer en Forestales. Que no es que en dos años no le haya cogido cariño al ambiente y al personal de "la competencia", pero siempre se come más a gusto en casa.
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