El viaje del fin de semana tuvo una parada previa medio fallida - medio exitosa: camino de Ávila y Salamanca cruzamos el sábado a primera hora la Sierra por el Alto del León, y nos detuvimos para buscar eslizones ibéricos (el de Sierra Nevada de junio). Ver no vimos ninguno (bueno, miento; uno muerto y seco), pero en cambio nos topamos con esta culebra lisa europea Coronella austricaca muy colaboradora...
Las fotos de culebras lucen mucho cuando el bicho está así, enrolladito; pero la tendencia natural de una culebra en descubierto es la de alejarse a toda prisa, con lo que las únicas fotos que se consiguen son las de media culebra (estirada) desapareciendo en cualquier escondrijo. De modo que estas fotos de culebra "típicas" tienen su truquillo, que Javi y yo descubrimos en la página de reports herpetólogicos de un holandés: es el famoso truco de la tapadera de la cacerola. Consiste simplemente en no salir de bicherío sin la tapadera de una olla. Si hay suerte y aparece una serpiente, se la invita a meterse bajo la tapadera. Allí la serpiente se enrosca tranquila, como si estuviese bajo una piedra; y mientras, el pesado que quiere sacarle una foto puede preparar con calma su cámara y demás historias, enfocando al punto donde sabe que está su objetivo. Y al retirar la tapadera (en nuestro caso con la culebra lisa, mi sudadera...) el bicho suele quedarse allí quieto unos segundos; tiempo suficiente para hacerle cuantas fotos sean necesarias... De nada ;-)
2 comentarios:
O sea que la entrada más bien debería retitularse con: " el truco de la sudadera" jeje
Curioso
... es que lo de la sudadera en general no funciona tan bien; con una tapadera es mucho más fácil eso: tapar :-p
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