Blue

¿Estaría pensando en cielos veraniegos, vaciados de vencejos de la noche a la mañana, el primer inglés que decidió que blue (azul), además de un color, fuese también un estado de ánimo? ¿En cielos tristes, azules y silenciosos como un océano en calma? ¡Qué pena da, marcharse a la playa entre carruseles de vencejos gritones, y ver al volver que se han ido ya, de golpe y sin despedirse...! De los primeros, como siempre; junto con los mosquiteros musicales que en nada empezarán a caer en las redes de los anilladores españoles, como caían en las nuestras en las últimas jornadas de nuestros muestreos de campo, ya coqueteando con agosto...

De los primeros migrantes en tierra, en cualquier caso; porque en el mar el asunto se activa más deprisa. Aunque no pude gaviotear en el Algarve, ya hace tiempo que las gaviotas cabecinegras y reidoras están de vuelta en la Península con sus pollos del año. Y lo que sí vi desde la playa fue una bandada maja de negrones comunes, otros migrantes tempraneros que contrariamente a otros patos, en vez de volar en "V" ordenadas, se apelotonan como estorninos. Y están las riberas animadas ya con limícolas variadas; de hecho mis primeros recuerdos de la niñez de correlimos comunes y gordos son de aves despistadas caminando por la playa en pos de pulgas de arena, entre las piernas de los paseantes. Nada pues: que estaremos tristes los vencejistas, pero enseguida se nos pasa, que hay demasiado donde mirar...