Un pequeño sueño; un divertimento con el que dejarle algo larga la correa a la imaginación, ahora que parece que el invierno se empeña en recordarnos en Madrid que todavía le queda un mes para seguir enseñoreándose... No sé explicarlo muy bien, pero los patos marinos tienen un encanto especial: flotando en el agua fría, normalmente lejos de tierra, parecen aún más marinos y ajenos a nuestro mundo; no como los patos de interior, que siempre se dan un aire más "de corral". Pues precisamente para que fotógrafos y otros aficionados puedan disfrutar de los patos marinos, en un puerto de la península de Varanger (allá arriba, al norte de Noruega), han instalado en el puerto ¡un observatorio flotante!, que permite disfrutar de las aves junto a ellas y relativamente aislados del fresco. Una idea sin duda original que creo que se podría exportar y adecuar en muchos humedales de por aquí; y unas fotos espectaculares...
2 comentarios:
¿No te gustaría ir? Seguro que ahí podrías ver unos cuantos pollos que tacharte.. ¿no?
Unos cuantos, sí; algún día... aunque ya sabes que el frío y yo.... :-p
Publicar un comentario