Ya he puesto esta foto otra vez, pero es que me gusta bastante. Tanto que la tengo ahora de fondo de escritorio; para recordarme que tanto el verano como los pájaros siguen existiendo :-) Es peligrosa, sin embargo; el Norte es engañoso: en los meses buenos bulle de vida, y a uno casi casi le dan ganas de escalar paralelos buscando futuros destinos... por eso cuando me emociono demasiado mirando la foto y acordándome de las buscarlas fluviales y los ruiseñores rusos, pienso también en que incluso ellos son lo suficientemente juiciosos como para pasar la mitad del año en el trópico. Habrá que aprender de las aves del campo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario