No es una encina el gran árbol de la foto, de copa generosa y tronco recio y grueso. No es una encina, no: es una sabina Juniperus thurifera.
En las colinas y páramos al norte de la Sierra, desde Madrid hasta Álava, en las zonas frías y secas de los sistemas Central e Ibérico en que ni el hacha y el fuego le han hecho ceder terreno ante la más adaptable encina; la sabina forma todavía dehesas y demás masas boscosas.
En las colinas y páramos al norte de la Sierra, desde Madrid hasta Álava, en las zonas frías y secas de los sistemas Central e Ibérico en que ni el hacha y el fuego le han hecho ceder terreno ante la más adaptable encina; la sabina forma todavía dehesas y demás masas boscosas.
Sabinas añosas. Sabinas grandes, muchas veces centenarias. Sabinas que cobijan a su sombra al ganado en verano y que nutren con sus gálbulos a miles y miles de zorzales centroeuropeos en invierno. Sabinas como las de las dehesas de Sigueruelo, pasado Somosierra a la izquierda, donde fuimos ayer a hacer la práctica de campo del corzo.
Práctica que no se nos dio nada mal ni a Miche ni a mí; ni a los dos alumnos andaluces majísimos a los que acompañábamos intentando no estorbar demasiado. Muchas cacas, mucho sol y mucho pajarillo... Ya hacía tiempo que no subía fotos mías la blog, y creo que la ocasión bien lo ha merecido.
2 comentarios:
Que bonita que es mi tierra madre mia!
Bueno, bueno; tampoco presumas tanto, que en lo que es el entorno de Segovia está todo bastante más pelao... :-p
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