En esa pequeña porción del Jardín Botánico de Lund, entre el estanque y la esfinge, estuvo recalando durante unos días este pequeñajo, un primer invierno de papamosmas papirrojo Ficedula parva. Aunque la especie críe en Suecia, es lo suficientemente escasa como para resultar bastante atractiva, y más si la tienes en un parque de tu ciudad. De forma que son muchos los lundavitas (o lundinienses, o lundenses; o como se diga) pajareros que se han pasado a verlo. Yo me acerqué el domingo sin éxito, pero como por la tarde en la página de citas sí que ponía que lo había visto mucha gente, pues me dije que si lo veían también el lunes yo iría ayer. Y fui, y no estaba. Y por la noche no lo había visto nadie (¡menos mal!), pero hoy seguro que sí, que aguafiestas siembre abundan... Bueno, ya me lo había tachado en Polonia, pero a nadie le amarga un dulce.
En cualquier caso lo del papamoscas ha sido una excusa para darme un último paseo de despedida por Lund. Me muero de ganas por volver a Madrid, pero he de reconocer que llevamos un par de semanas en que, no siendo por el viento, la ciudad está bien bonita, con todos los colores del otoño brillando al sol. Habrá que volver algún día, aunque espero que no sea ya por trabajo... Mañana más, ya si Dios quiere desde mi añorado despacho :-)
En cualquier caso lo del papamoscas ha sido una excusa para darme un último paseo de despedida por Lund. Me muero de ganas por volver a Madrid, pero he de reconocer que llevamos un par de semanas en que, no siendo por el viento, la ciudad está bien bonita, con todos los colores del otoño brillando al sol. Habrá que volver algún día, aunque espero que no sea ya por trabajo... Mañana más, ya si Dios quiere desde mi añorado despacho :-)
2 comentarios:
Buen viaje de regreso amigo! =)
FJpato
¡Gracias! No se ha dado mal :-)
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