Aunque paro un poco con las lagartijas, esta entrada también va de reptiles: hace un par de días se publicó en Current Biology la descripción del bicho cuya imagen abre estas líneas, el Regaliceratops peterhewsi. Describir una nueva especie a partir de un cráneo (y no a partir de vértebras chafadas y pedazos absurdos de otros huesos, como suele ser lo habitual), y además uno bien conservado y bonito como éste, debe de ser una gozada para cualquier paleontólogo; pero este trabajo además contenía la esperanza de un gozo aún mayor... estaba oculta al final de los agradecimientos:
Y Lorna dijo... "Sí". La historia, más desarrollada, aquí.
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