17/12/13

Yo, de TENTE

El domingo celebramos la comida de Navidad (como novedad este año, antes de Navidad) de los "becarios sensu lato", y aprovechamos para darle sus regalos de tesis atrasados a uno de sus últimos merecedores. Entre esos regalos estaba el de una maqueta del Millenium Falcon de LEGO bastante aparente (y bastante grande también), que levantó envidia de la mala entre más de uno y y de dos de los allí presentes... entre los que no me encontraba yo. Supongo que es una cuestión mezcla de edad y de que las novedades lleguen más tarde a provincias que a la capital: el caso es que entre mis coetáneos madrileños raro es el que ha tenido discusiones de "¿TENTE o LEGO?", pues la firma danesa estaba ya sólidamente asentada cuando escribieron su primera carta a los Reyes. Esta discusión es, de todas maneras, absurda, pues de todos es sabido que, por mil diversos motivos, TENTE siempre ha sido mejor.

Fotografía de aquí
Este remolcador, bastante pequeñito él, fue la última maqueta de TENTE que entró en mi casa, justo en los albores de mi adolescencia y consiguiente idiotez; y montado estuvo años y años en una estantería, sin que sus piezas se mezclaran con las otras en la caja común, de la que tantas horas de sueños salieron y cobraron vida cada fin de semana... ¡Pobre TENTE! ¿Dónde estará ahora? Siempre he sido bastante poco cuidadoso con los juguetes, al contrario que mis hermanos; cosa de la que me he arrepentido más de una vez... Ojalá que en alguno de sus arranques de limpieza y renovación mi madre se lo diese a quien todavía pudiera (o mejor, pueda) disfrutarlo...

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