Y bastante agua, por cierto: llegamos a Andújar el viernes por la tarde lloviendo y nos despertamos el sábado diluviando. De todas formas, no habíamos hecho el viaje para estar metidos en casa, de modo que dado que el pronóstico anunciaba "menos lluvias" en las horas centrales de la mañana, salimos a probar fortuna...
... y nos sonrió la suerte: en la hora y media que casi no llovió tuvimos un par de encuentros con los linces; y bastante cerca además. El anterior a éste, que se metió tras la piedra de la imagen, fue bastante más rápido y me lo perdí; pero el de la foto (que, como veis, lleva un collar de radioseguimiento) se tomó su tiempo para olisquear y marcar el pedrusco, de modo que todos pudimos disfrutarlo a gusto. La foto es de Vero, por cierto; gracias :-)
Pese a la lluvia éramos unos cuantos los que allí nos juntamos para ver el bicho; como unos veinte, que aparecían un poco por todas partes cada vez que se producía un avistamiento.
Los linces nos dejaron contentos, y el resto del monte más aún. En Andújar es bastante entretenido mirar por el telescopio, porque parece que hay bichos allá donde uno enfoque: muchos ciervos, como el de la foto, con esa marca taurina de "ojo de perdiz" que tenían varios de los venados andujareños; y gamos, muflones... aunque las que mejor se portaron fueron sin duda las águilas imperiales, ya que prácticamente todo el tiempo que dedicamos a la observación de los gatos hubo alguna a la vista.
El sábado se nos dio bien la mañana pues, pese a la lluvia. Por la tarde aquello ya se puso imposible, y después de comer, entre intermitentes cortes de luz, visitamos el centro de visitantes del parque natural y nos dimos una vuelta por el pueblo de Andújar. El domingo ya no llovió, aunque hizo bastante frío. Vimos otro par de linces, pero bastante más lejos que los del día anterior. En cualquier caso, objetivo cumplido una vez más; los que se estrenaban con el bicho pudieron volver a casa más que satisfechos :-)
... Un narciso (todavía) sin identificar, de los muchos que tachonaban la hierba de amarillo. Gracias a Dios, la primavera is coming...
2 comentarios:
Narcissus jonquilla; espero no haberte quitado los placeres de la identificación, pero no he podido resistirme ;p
Aunque deben ser habituales en la sierra, yo hasta este año (que la verdad, había unos cuantos en flor) no los había visto.
Buena entrada, buenas fotos!
Un abrazo
Javi
Todo lo contrario; me evitas tener que bucear entre las Quercus antiguas a la búsqueda de la clave de identificación :-)
¡Gracias por pasarte, otro abrazo!
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