Bueno, ya sabéis que el refrán se refiere a San Blas, pero como es este domingo ya no creo que se note mucho el adelanto en la longitud total del día. Lo que sí tuvimos ayer fue festivo en la Universidad, y como el día invitaba a ello nos faltó tiempo para salir de Madrid.
Fuimos por la mañana Bea, Almudena, Enrique y yo a Valdetorres a buscar avutardas, que alguna de las que veía se moría de ganas por verlas. Y las vimos, claro, y no pocas; aunque tampoco demasiado cerca. Como contábamos con un todoterreno, pudimos darnos el gusto de recorrer las pistas (que no el monte, eso MAL) sin preocuparnos por quedarnos atorados en el barro espeso que llenaba todos los caminos, que nos hubiera hecho pensárnoslo dos veces antes de meter un coche normal por allí...
Tras comer un bocadillo en un bar de Belvís de Jarama (una cueva lóbrega donde todavía no había llegado la prohibición de fumar), bajamos a la laguna de El Campillo, a Rivas-Vaciamadrid; donde yo hacía más de dos años que no me acercaba. Y no por el interés real de ver nada en la laguna, que funciona últimamente apenas como una bañera para las gaviotas que comen en Valdemingómez; sino porque mis acompañantes se tachasen en los cortados adyacentes la collalba negra, en el mismo sitio donde lo hice yo.
Así que, como pájaros no había, van unas tortuguitas. Y creo que San Blas no me va a pillar en casa; pero a su debido tiempo :-p
No hay comentarios:
Publicar un comentario