¡Menudo chasco! Compré ayer unos paquetes de tarjetas para las felicitaciones de este año fiándome del nacimiento de la que se veía por fuera, y al abrirlas en casa resulta que ¡me habían colado unos cuantos árboles "de contrabando"! En fin las echaré a sorteo, y si al abrir la carta veis que habéis sido agraciados con uno de los arbolitos, ya sabéis la explicación; que conste pues que yo no quería...
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