Hoy no hago huelga. Principalmente porque no me parece que estos parones de un día tengan mayor efecto en las medidas de unos gobiernos más preocupados de los juicios cuantitativos que de los individuos... ¿Para qué entonces, para mostrar que estamos indignados? Creo que es evidente hasta para el más tonto de todos (nombre saliendo de los labios en 3, 2, 1...).
En cualquier caso, por mucho que quisiera yo no tengo de dónde holgar. Pero hay en la Facultad un becario (al menos uno) que sí puede, pues sigue siendo becario, y sí quiere. Pero no le dejan. ¿Por qué no le dejan? No porque su jefe sea un esquirol; su jefe de hecho hoy se ha quedado en su casa. No le dejan, le niegan ese derecho porque en la Universidad nadie controla qué hace el personal investigador; si va al trabajo o no, o a qué horas. Cosas de las profesiones que requieren de un "espíritu libre": que no se le pueden poner puertas a las musas de la Ciencia y, en puridad, estamos de guardia 24/7... (je). Este becario en cualquier caso llamó ayer a Personal, a preguntar qué tenía que hacer para que constase que hoy no pensaba venir y que se le descontase ese día de su magro sueldo.
- Pues... (voz de perplejidad); como siempre: no vengas y ya está.
- Ya, ¿pero ustedes dónde van a tomar nota de que mañana no voy a estar; eso dónde se va a reflejar?
- Ehhhh...... espera, que pregunto...
...Voces risueñas de fondo...
- Mira (tono burlón), que no sabemos; que eso no se apunta en ninguna parte, tú no vayas y ya está.
Bueno, pues eso, un derecho constitucional conculcado; uno más. ¿Dónde va pues a quedar constancia de que hoy en Biológicas al menos un becario ha querido hacer huelga? Me da que en este blog...
No hay comentarios:
Publicar un comentario