26/6/12

Cabeza de (oso) turco

Vamos con el titular de la noticia: "los ganaderos denuncian que un oso pardo ha matado a (sic) 60 novillas en Huesca". Bueno, pues empezar empieza fuertecito; promete ser algo con bastante sangre y grandes dosis de indignación social y enfrentamiento entre los "abnegados ganaderos" y los "ecologistas de salón": una serpiente de verano de manual. Luego leemos y resulta evidente que no es oso; digo, oro, todo lo que reluce: las vacas murieron despeñadas ladera abajo, tras supuestamente (ya que nadie lo vio) asustarse de algo y salir corriendo como (vacas) locas. Y ese algo "ha tenido que ser provocada (la desgracia) por el oso, porque ni 20 personas son capaces de mover a esos animales"... Bueno, yo de campo no sé mucho, y no sé si 20 personas pueden hacer que veinte vacas se muevan; pero con todo lo cobarde que soy sé que las vacas lo son más. Y he visto rebaños de novillas recular y darse la vuelta ante un único perro que les hace frente. Y cualquiera que vea la serie de documentales "Madrid desde el aire" puede ver cómo los pobres bichos salen despavoridos cuando el helicóptero, el ultraligero o lo que sea que han usado en las filmaciones sobrevuela las dehesas donde pastaban tranquilas. Pero bueno, las ha podido asustar un oso, sí. Porque aunque apenas hay un puñado en Pirineos, y en principio no en la zona del despeñe; alguno se ha podido acercar. O algún perro. O algún helicóptero, o ultraligero. O un quad. O un excursionista tirando petardos o dando voces... o a lo mejor ni siquiera ha sido un oso, como dicen otros medios y en El Mundo no consideran importante decir... total, si nadie lo ha visto, ¿por qué dejar que la realidad nos estropee una bonita noticia... y una posible indemnización?

4 comentarios:

Vero dijo...

No sé quienes son más gilipollas, si las vacas o los de El Mundo...

Anónimo dijo...

Je, con lo de la indemnización le has dado!
FJP

Sonia dijo...

Yo no subestimaría tanto a las vacas. Cuando voy al pueblo y me acerco a ellas, en lugar de salir despavoridas (como debería ser dada mi intimidante presencia) me miran con cara de resignación y profundo aburrimiento, en el sitio. Y ya cuando las ofrezco un poquito de rica hierba (de la misma que tienen dentro del prado) prácticamente soy capaz de leer "pobrecilla, no tiene nada mejor que hacer, la muchacha" en sus siniestros ojos.
Por tanto, posiblemente lo que haya ocurrido en realidad sea que las vacas se han aliado contra los osos y se han hecho las tontas y las atacadas, para cargarle con el marrón al pobre Ursus arctos... ¿Porque quién desconfiaría de una vaca?
He dicho.

Antón Pérez dijo...

Qué bien, jeje, ¡comentarios de todos los estilos! Me quedo más con el comentario de Javi; a las vacas no las veo yo tan avispadas como para maquinar nada, pero tampoco tan estúpida como las pinta Vero... :-)