Qué, ¿envidia? ¿Deseo? ¿Ansia viva? ¡Pero si no hace tanto calor, hombre! Y ¿a quién le importa que en Madrid no haya playa?
Nada, nada; otra foto, para que veáis lo poco que me importa y lo bien que me sienta estar ahora pegado a mi silla del despacho... El horrible pueblo de la foto, con el monte de La Trapa y los primeros picos de la Tramuntana asomando detrás, es Sant Elm; en el extremo oeste de Mallorca. Desde allí salen las golondrinas (los barcos) a Dragonera, y desde allí salíamos remando en la barquita hinchable hasta Es Pantaleu: el islote que guarece su puerto y que alberga una bonita colonia de pardelas cenicientas Calonectris diomedea; una de las especies con las que trabajaba el grupo de investigación del IMEDEA que me recibió en 2008.
Al poco de llegar en septiembre fuimos un par de veces hasta la isla, para anillar los pollos del año antes de que dejasen el nido. Pocas veces más vería yo el sol en los cuatro meses que iban a seguir, pero me quedaban (me quedan) las fotos para recordar que existe una cosa llamada "playa".
... Y nada, en esta foto sale el principal motivo de publicar esta entrada: compartir con vosotros esta foto y que vieseis los adefesios que colocan algunos en sus barquitos para que no se los ensucien las gaviotas. Guapa guapa no es; ¡pero tiene un pelo...! :-D
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