Siendo dos grandes como son, estaba yo convencido de que tarde o temprano sus caminos tendrían que cruzarse. Y por fin, leyendo el sábado la biografía de sir David, al final de un capítulo donde relata un viaje de filmación y captura de animales a Paraguay, llegué a este fragmento*:
... We took the whole collection down to Buenos Aires by air freighter. (...) Keeping all the animals fed and properly cleaned did not give us much free time, but I heard that an Englishman and his wife had just arrived in the city at the beginning of their own animal collecting expedition. A little detective work located him and I spoke to him by telephone. It proved to be Gerald Durrell and his first wife Jacqui. I had not met either before. Gerald, young and still unbearded with a hank of hair flopping over his face, was as funny as he was in the books which he had just started to write...
... Nos llevamos toda la colección a Buenos Aires en un avión de carga. (...) Mantener todos los animales apropiadamente alimentados y limpios no nos dejaba mucho tiempo libre, pero me enteré de que un inglés y su mujer acababan de llegar a la ciudad para comenzar su propia expedición de captura de animales. Tras investigar un poco pude localizarle y hablar con él por teléfono. Resultaron ser Gerald Durrell y su primera mujer, Jacqui. No había conocido a ninguno de los dos antes. Gerald, joven y sin lucir aún su característica barba desarreglada, resultó ser tan gracioso como en los libros que acababa de empezar a escribir...
Libros como La selva borracha; en la que relata precisamente los descalabros que sufrió en ese viaje, golpe de estado en Paraguay incluido...
* David Attenborough. Life on Air. BBC Books. pag. 117.
2 comentarios:
Como no podía ser de otra manera... ¡Malditos!
Jajaja... ¡envidiosilla; no te quemes tanto! :-p
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