En 1932, el líder de una patrulla scout china llamado Tan, descubrió yendo de excursión por las montañas de la Nube Blanca un pececillo desconocido hasta entonces para la Ciencia, el Tanichthys albonubes. El pez, pequeño, pacífico, relativamente coloreado y muy fácil de mantener y de reproducir en acuarios, se popularizó enseguida entre los aficionados, conocido con el nombre de neón chino o neón del pobre (por su ligera semejanza con el rey de los acuarios del momento, el tetra neón).
Traigo el bicho en cuestión a colación, porque estos días, a vueltas (todavía, jeje) con la biografía de Sir David, he descubierto que tenemos algo en común, que es que él también de pequeño sentía la misma fascinación que yo por los acuarios, hobby que (también como yo) tuvo que dejar de lado al empezar la Universidad y mudarse a Cambridge (bueno, yo esto ya no...). Y comenta el bueno de él que, una vez ya establecido, con trabajo y todo eso, convenció a su mujer de que le dejase montar un acuario otra vez, donde pensaba reproducir la especie sensación del momento, el neón chino; y sacarse así unas perrillas para que el acuario se autofinanciase... confiesa luego el hombre que nunca consiguió criarlos, pero que el mal ya estaba hecho y la colección desde entonces no hizo sino aumentar... Jaja; yo también tuve neones chinos, y tampoco conseguí criarlos (aunque no es que me esforzase demasiado); ¡más cosas en común!
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