Aunque no comenté nada en el blog, este fin de semana he estado en Ourense. El objetivo, por romper la racha de los fines de semana anteriores, no era tacharse nada, sino celebrar ayer el cumpleaños de Alicita, a la que veis zarandeando su juguete preferido: una matrioska. Si la agitas hace ruido; y si la agitas muy fuerte ¡se abre y salen más! Todo un invento...
Ha crecido, camina casi sin caerse y empieza a articular sílabas. Si ya el año pasado, cuando solo dormía y lloraba, empecé a ponerme celoso porque ya no me hacían caso; imaginaos ahora que es ya un bebé gracioso...
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