16/2/14

Por tierras toledanas

Cultivos a las afueras de Gálvez, en el arranque norte de la comarca de los Montes de Toledo. A muchos pajareros madrileños el sitio, aunque cercano, nos resultaba totalmente indiferente; hasta que hace justo una semana saltó en ReservoirBirds la noticia de que pululaba por la zona una rareza de ésas que no le amargan a nadie, una especie que me diera esquinazo de forma ignominiosa hace casi cuatro años: una avefría sociable Vanellus gregarius.
El bicho había sido citado el miércoles por última vez cuando ayer fuimos a ver si dábamos con él... Aunque la previsión meteorológica no pintaba demasiado mal, terminamos hartándoos de chupar viento frío y agua (y mucho barro) toda la mañana, circulando de acá para allá en pos de los bandos de avefrías europeas con los que esta especie, haciendo honor a su nombre, suele confraternizar. El día como digo era bastante desapacible, pero no estaba mal de bichos, y pasamos una mañana muy agradable los cuatro: el burro delante, Vero, Raquel y... Sergiusz: un carmelita descalzo polaco, profesor de Filosofía y ornitólogo empedernido, que contactó con nosotros gracias al bendito Internet para, durante una estancia de trabajo de un mes en Madrid (en la Fundación Zubiri, filósofo sobre el que prepara su tesis), aprovechar para tacharse algo. Y gracias al empeño de Sergiusz por ver bien un gran bando de sisones, y al de Vero por conseguir que los viera, terminamos topándonos de casualidad con la dichosa avefría sociable en un lugar algo apartado de donde se la estaba citando. La vimos sólo en vuelo, pero el primer bimbo del año es el primer bimbo del año :-)

 Contentos ya todos con la avefría, los sisones, un buen puñado de otros bichos y las aventuras patinando con la furgoneta por el barro; después de comer fuimos a echar la tarde tranquilamente al embalse de Castrejón, junto a la Puebla de Moltalbán. El embalse, de aguas bastante someras y con grandes cañaverales, no tenía muchas aves acuáticas, pero sí la suficiente variedad como para tenernos muy entretenidos. De todas formas, si este sitio es famoso no es tanto por sus pájaros como por sus paisajes:

 "Las Barrancas" que con sus aires americanos lucen muy bien en los anuncios de la tele. Estos paisajes diferentes, de cárcavas excavadas durante milenios por las aguas del Tajo y los conejos, embelesan lo suficiente como para dejar pasar el rato sin más. Pero teniendo telescopio uno les saca mucho más partido, y terminan apareciendo cosas como un águila perdicera, posada tan lejos y tan bonita que no se merecía una mala foto...

 O cucadas como este mochuelo europeo Athene noctua, que se quitaba las legañas en la boca de su refugio ya con el día en retirada.

 Momento que aprovecharon sus parientes mayores para empezar a liarla, ululando por todas partes y posándose a la vista de todo el mundo. No sé cuántos búhos reales Bubo bubo escuchamos realmente ayer o cuántos eran simplemente el eco de los demás; pero ciertamente en Las Barrancas hay un buen puñado de ellos.

Una foto de Vero, que demuestra que la chica no carece de gusto artístico (no de sentido del humor...). Ayer la verdad es que fui un pajarero de lo más parásito: todos los bichos chulos los fueron encontrando los demás, sin que yo tuviera que hacer mayor esfuerzo que el de enfocar donde me dijeron. Pero oye, llevar semejante monumento en el grupo le da prestigio a cualquier bichero, así que todos contentos; ¡hasta la siguiente ocasión!

2 comentarios:

Vero dijo...

Me gusta la entrada! Aunque... la historia del final, la recordaba un poco diferente... XD

Antón Pérez dijo...

Mmmm... no sé, ando mal de memoria últimamente...