Blue

¿Estaría pensando en cielos veraniegos, vaciados de vencejos de la noche a la mañana, el primer inglés que decidió que blue (azul), además de un color, fuese también un estado de ánimo? ¿En cielos tristes, azules y silenciosos como un océano en calma? ¡Qué pena da, marcharse a la playa entre carruseles de vencejos gritones, y ver al volver que se han ido ya, de golpe y sin despedirse...! De los primeros, como siempre; junto con los mosquiteros musicales que en nada empezarán a caer en las redes de los anilladores españoles, como caían en las nuestras en las últimas jornadas de nuestros muestreos de campo, ya coqueteando con agosto...

De los primeros migrantes en tierra, en cualquier caso; porque en el mar el asunto se activa más deprisa. Aunque no pude gaviotear en el Algarve, ya hace tiempo que las gaviotas cabecinegras y reidoras están de vuelta en la Península con sus pollos del año. Y lo que sí vi desde la playa fue una bandada maja de negrones comunes, otros migrantes tempraneros que contrariamente a otros patos, en vez de volar en "V" ordenadas, se apelotonan como estorninos. Y están las riberas animadas ya con limícolas variadas; de hecho mis primeros recuerdos de la niñez de correlimos comunes y gordos son de aves despistadas caminando por la playa en pos de pulgas de arena, entre las piernas de los paseantes. Nada pues: que estaremos tristes los vencejistas, pero enseguida se nos pasa, que hay demasiado donde mirar...

In crescendo ¡de gira por España!

De no haber sido por el desgraciado accidente, el pasado jueves os quería haber comentado que me había dado mucha alegría enterarme de que, si Dios quiere, en breve podré volver a ver a uno de mis mejores amigos de mi periodo en Santiago: a Juan Pablo Bujía. Juan Pablo es un profesional de la guitarra clásica argentino que durante mi último año en Compostela se hospedó en el Colegio Mayor, haciendo gracias a una beca una serie de cursos de perfeccionamiento. De vuelta en Argentina se integró en un cuarteto, In crescendo, que cosecha éxito tras éxito allí por donde va. Y precisamente este otoño planean hacer una gira por España... pero como la guitarra clásica no es que haga lo que se dice millonarios a sus servidores, cualquier ayuda en favor de la música será bien recibida; así que ¡hala, a crowdfundear! :-)

PD. Para los curiosos, en el vídeo del enlace mi amigo es el segundo por la derecha. Me parto de risa con las muecas involuntarias que ponen los guitarristas al tocar...

(Re)encuentros

En estos diez años que hacía de mis últimas vacaciones "de verdad" en la playa, lo cierto es que he ido unas cuantas veces, pero ninguna con la calma suficiente como para disfrutar de ella en su vertiente más biológica. De modo que, aunque sea ya el día de nuestro regreso a Ourense (la wifi del hotel no ha sido ni tan continua, ni tan buena, ni sobre todo tan gratuita como nos la imaginábamos), me gustaría compartir con vosotros la alegría de volver a "garcear" por la orilla con el agua por la cintura, de escrutar entre las grietas de las rocas o de contemplar extasiado una poza de marea. La alegría del reencuentro con un montón de viejos amigos: las anémonas Bunodactis verrucosa, de tentáculos translúcidos; los cangrejos de arena Portumnus latipes, que hay que saber buscar allí donde el sustrato se aprecia ligeramente hundido; las orondas liebres de mar Aplysia punctata, que tras depositar en la orilla sus huevos como montones de espaguetis se dejan morir cual ballenas varadas en la marea huidiza, abrasadas por el sol y a pesar de los vanos esfuerzos del que escribe por devolverlas al agua... Gibbula pennanti, Pachygrapsus marmoratus, Callista chione... y un montón de nombres más que comenzaron a sonarme gracias a la "Guía ecolóxica do litoral galego"; probablemente el libro que más lamente haber regalado (¡más te vale que lo tengas bien cuidado, Raúl!). Y algún descubrimiento también: los pepinos de mar Holothuria arguinensis, casi invisibles a pesar de su tamaño, ocultos bajo un abrigo de algas; o los cangrejos morunos Eriphia verrucosa, rápidos y con mucha mala leche. Y el gusto de los portugueses por buscar coquinas, con manos o pies, según costumbre, siguiendo cual correlimos las olas al retirarse...

Y me pregunto yo: ¿qué nos estará esperando a Javi y a mí en Canarias, en las costas de roca volcánica? ¿Qué de similar y qué de distinto habra con respecto a las costas peninsulares en que me he educado? Ya os contaré en agosto...

Confesados

Cada día nos subimos a un coche, y cada día muere gente en accidentes de coche (o atropellada). Pero, aunque en teoría el siguiente podamos ser nosotros, siempre vivimos con la idea de que "eso no me va a pasar mañana"... Al fin y al cabo, los accidentes en la carretera suelen tener tanta carga de factores humanos (sueño, bebida, el cinturón, cruzar de cualquier manera...) que uno piensa que, con un mínimo de sentido común, evitar situaciones de riesgo no es tan complicado. Otra cosa bien distinta es que sea un tren el que tiene un accidente; algo tan seguro y cuyo funcionamiento esta tan fuera del control de los viajeros como un tren. El mismo tren que uno coge habitualmente para venir a ver a su familia. El mismo del accidente donde ayer murió tanta gente, aunque sea en una estación posterior del recorrido... ¿Cuántos de los que venían conmigo ayer por la mañana, y que dejé en el vagón siguiendo viaje hacia Santiago tras bajarme en Orense, hicieron igual que yo y cogieron como novedad el tren de la mañana en vez del de la tarde? ¿Cuantos hicieron lo contrario? ¿Dónde estaría yo ahora si, en vez de la curva de entrada a Santiago, estuviésemos hablando de la de entrada en mi estación? ¿Mirando desde el andén, con un rasguño en la frente y cara de ido... o debajo de una manta? Qué poco pensamos, al decir lo de "que Dios nos pille confesados", en lo literal que debería ser esta frase...

¿Vacaciones?

Pues, contra todo pronóstico, eso parece. Aunque según la RAE para estar realmente de vacaciones debería estar trabajando, jeje... En cualquier caso, y tras despedirme ayer de todo el que pude y darme con Joaquín un último baño en el Alberche tras liberar un puñado de lagartijas, Ourense es hoy mi destino final... aunque no por mucho tiempo, ya que mañana nos vamos mi madre, mis dos hermanas, mi sobrina y yo ¡al Algarve, nada menos!; a echar unos días ¡de playa!, hasta el lunes. Ni recuerdo ya cuándo fue la última vez que fui "de vacaciones a la playa" (sí lo recuerdo, el verano de 1º de Biología), y menos aún con mi familia... en fin, a ver qué tal sale el experimento. Me llevo el portátil, así que ya os contaré lo que sea si es que hay algo que contar.

Cooking rats

Las Islas Cook, uno de tantos paraísos del Pacífico tropical. Uno de tantos lugares de belleza increíble, llenos de especies exclusivas y de miríadas de aves marinas... y bajo la presión constante de las ratas; las ratas que se comen la vegetación y las semillas que le permiten regenerarse, las ratas que se comen los cangrejos gigantes de los cocoteros, las ratas que se comen los pollos de todo cuanto allí anida, las ratas que se lo comen todo. También el veneno, por suerte; y aunque no sea plato de gusto.

Las Islas Cook. Otro de tantos lugares donde no me importaría mucho trabajar...

"The spy who described me..."

Ando estos días volcado en buena medida en emplear el tiempo que la pereza estival me deja libre en prepararme para cuando vayamos a Canarias, para sacar el máximo partido de todo lo que veamos. Entre otras cosas, he estado dándole caña a la guía para hacerme una idea de las especies de salamanquesas, eslizones y lagartos que vamos a ver allí; y hojeando páginas me encontré con la historia que os transcribo ahora. Mi guía está ya un poquillo desfasada y los dibujos no es que sean los mejores que haya visto nunca; pero ciertamente es un buen libro, y me gusta además porque intercala entre el texto principal abundantes detalles que hacen muy amena su lectura. Al final de la descripción del Gallotia caesaris, añade por ejemplo una nota mencionando que dos científicos alemanes (Philip Lehrs y Caesar Boettger) se dieron cuenta más o menos a la vez a primeros del S. XX de que ese animal era una especie nueva y, en la pugna por ser el primero en describirla, Lehrs se adelantó a su rival; aunque tuvo el detalle (¿o el recochineo?) de dedicarle la especie. El caso es que, en su ansia por ser el primero, Lehrs viajó a Londres con sus especímenes preservados para pedir ayuda al conocido herpetólogo anglo-belga Boulenger. Y la descripción de su especie salió adelante en agosto de 1914, sí... pero al rato dio comienzo la I Guerra Mundial y nadie en Inglaterra se creyó que Lehrs estuviese allí sólo buscando información sobre lagartos, de modo que se pasó todo el conflicto como prisionero de guerra, en una cárcel en un islote. Finalizada la guerra, pudo volver a Alemania, dejó los lagartos de lado y se dedicó a los estudios forestales... Un buen día, pasados los años, quiso al menos recuperar los ejemplares tipo de la especie, que se habían quedado en Londres. Pero cuando terminó de negociar el asunto y se los iban a enviar... estalló la II Guerra Mundial; y los lagartos se quedaron donde estaban. Cosas de la vida.

Con la vista puesta en Canarias

¡Gran alegría! Estuve el jueves y ayer un buen rato con Tania, que vino a hacer un examen para unas plazas de personal de la UE y se quedó a dormir en casa antes de continuar viaje hacia Gran Canaria, a pasar unos días en el hogar familiar. Alegría porque, aunque hablemos mucho por Internet, siempre gusta más ver cara a cara a la gente; y con los que viven lejos no suele ser fácil... A ver si suena pronto la flauta laboral también, de ésta o de otra oportunidad, que se(nos) lo merece(mos).

Se fue Tania, pero me quedé yo pensando en Canarias... Y es que hace unas semanas Javi se dedicó a calentarme la cabeza... y como yo no suelo ofrecer lo que se dice mucha resistencia (aunque le costó un poco convencerme, jeje), el caso es que a mediados de agosto, no bien vuelva yo del congreso de Lituania, ¡nos vamos una semana de bicherío a Tenerife! Incluyendo si Dios quiere una escapadilla de un día a La Gomera, que ya que queda ahí a mano... Por fin voy a conocer de primera mano el ambiente donde vivían (¿o "viven"? ¿Quedará alguna viva; las de 2007, tal vez?) las currucas del cuarto capítulo de mi tesis. Y no veáis la de pajaretes y lagartos endémicos que me esperan (digo "me" porque Javi ya ha estado; y además tiene ya todo la mar de planificado, así da gusto); espero que dé tiempo a todo, ¡qué estrés! Ya os iré contando...

Revelación

... Estaba yo enredando con el desayuno, con la mente en mil cosas a la vez y en ninguna en particular; y empecé a reírme solo mezclando francés, español y palabras inventadas: jambon, jamón, jambe, jamba*, gamba... cuando de repente tuve una epifanía: "jamón" tenía que venir del francés jambon, que a su vez tenía que venir de jambe; pierna. Un jamón tenía que ser pues una pierna gorda... y ¡bingo! :-) Una ****llez, ¿no?; pues ya me tuvo contento toda la mañana...

¿Y "lacón"? ¿De dónde vendrá...?

Solidaridad cerca y lejos

Me han invitado esta semana a un cumpleaños algo especial, pues la agasajada mencionó expresamente que no quería regalos, pero que habría una hucha donde quien quisiera pudiese depositar anónimamente una cantidad de dinero. Y el importe final se destinaría al Banco de Alimentos... ahí os queda la idea. Por lo demás, esta semana he despedido brevemente el martes a un grupo de chicos de mi antiguo Colegio Mayor, camino de un campo de trabajo en Uganda; y ayer hice lo mismo con Vero, que está a punto de volver a Camboya. Hay gente, el típico comentarista aburrido y amargado de las noticias de los periódicos, que se quejaría diciendo que "el dinero que se van a gastar viajando que lo usen también para ayudar". Probablemente se quejasen también de lo primero, de lo del cumpleaños, porque "uno da dinero y luego nunca sabe a dónde va a parar". Probablemente sólo sepan vivir quejándose... Yo no me quejaré, ni de lo uno ni de lo otro; ayudar a los demás ayuda principalmente a uno mismo, de modo que cada cual ve qué es lo que más le conviene. Y se puedan dar 5 o 5000, todo lo que sea hacer algo es bienvenido. Con qué cara me quejaría además, cuando le he pasado a los becarios una "lista de bodas" con sugerencias por si quieren regalarme algo y no se les ocurre el qué...

Vuelven las serpientes de verano...

... literalmente, claro, como suele ser cuando salen en este blog. Primero la noticia. Vosotros, avispados y avezados lectores de este blog, seguro que habéis reconocido la especie nada más verla, sin necesidad de especulaciones sobre víboras, pitones o (lo que hay que leer...) anacondas: es una culebra viperina Natrix maura; la serpiente que más veces ha aparecido entre mis dedos en las fotos de este blog. Razón de más para pensar que muy peligrosa no debe de ser, siendo como soy un cagueta de cuidado. La noticia desde luego está alargada al extremo: opinión del experto, descripciones coloristas ("gruesa como un brazo".... ya me dirán un brazo de quién; espero que no de Nadal, o el pobre bicho parecerá una androlla), despliegue de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado... que es casi lo que más me molesta. Ya me fastidia que la gente llame a la policía cuando aparece una serpiente en su patio (aunque lo prefiero a que la maten de un pisotón, está claro), pero ¡que la llamen cuando ven una culebra en la naturaleza...! ¡Nenes: hay que salir más de casa! En fin... espero sinceramente que no la encuentren, por lo que le pueda pasar. Y que me la encuentre yo cuando dentro de nada, cuando aún haga bueno, se abra la veda gaviotil del Manzanares :-)

Carteles del zoo

 Aprovechamos la estancia en Barcelona para acercarnos también al zoo, a ver al grupo de gorilas con los que Sonia está realizando su proyecto de fin de máster.

El zoo de Barcelona posee gran cantidad de instalaciones, de calidad ciertamente... variable; aunque en general transmite una impresión de ligero descuido.

 Fotos de bichos apenas hice; pero tenía ganas de enseñaros un par de carteles. Éste, que se explica por sí solo y que augura un cómico resultado si se incumple...

 ... y este otro, para el que es válido el mismo comentario.

Y un par de iguanas rinoceronte Cyclura cornuta para despedirnos; probablemente de los animales con una mejor instalación del zoo.

En cualquier caso, y como despedida de verdad, como al volver tocó lavar la ropa, ayer tocaba plancha...

Barna con calma

 Lo bueno de ir a ver amigos a una ciudad que uno ya conoce es la calma con la que se afronta la visita, alejada toda tensión de tener-que-hacer y tener-que-ver cosas. Paseando de parque en parque, de heladería en heladería; y siempre con el mar a mano: esa es la manera de descansar un fin de semana.

 ¡Pobre Sonia, que me ha tenido que aguantar el 95 % del tiempo! No sé todavía cómo una niña tan guapa y maja no me ha mandado todavía a paseo...

Y me alegró poder ver a Óscar también, con el que no contactaba desde el famoso curso de filogenias moleculares.

Poco más os cuento hoy; que ayer cuando monté este texto era ya tarde y me pillasteis con el pie torcido, sin muchas ganas de volver a Madrid... Barcelona nunca me ha enamorado demasiado, pero una ciudad recorrida en compañía, por fea que sea, siempre entra mejor.

¡Maldito (y clarividente) Google!

¡Tú y tu dichoso "autocompletar"! Y encima con cachondeíto... "voy a tener suerte, voy a tener suerte"...

Descongelador

Pero no acaban con las de la Tesis las desventuras de esta semana, cá! Como cada año en cuanto aprieta el calor, comienza el baile de muestras de un congelador descompuesto a otro a punto de descomponerse... uno llega tan tranquilo de buena mañana a la Facultad, y oír el pitidito de "me he roto, ¡jódete!" y echarse a temblar es todo uno; todo ello como consecuencia de las temperaturas infernales de la sala donde están esas neveras. Nuestro ultracongelador es un campeón en esto de petar, y no había verano en que no decidiese tomarse por nosotros las vacaciones que nunca tenemos. De modo que el año pasado decidimos dejar de arreglarlo y pasar todo el material a la enorme cámara frigorífica del sótano de la Facultad, donde las muestras duermen tranquilas hasta que algún pringadillo en manga corta se mete a rebuscar entre ellas dando saltitos, rezando para que no se le cierre la puerta y morir congelado a oscuras por no poder encontrarla... hasta este martes. El lunes por la tarde la señora cámara decidió que hasta aquí hemos llegado, y sin hacer sonar su alarma ni nada, se apagó. Y el martes por la mañana subió el técnico diciendo que la cámara "frigorífica" estaba a 20 ºC, y que tonto el último. De modo que pasamos una encantadora mañana recolocando las cosas que no estaban en alcohol (que dudo que sirvan para nada ya, la verdad, tras llevar a cuestas varios ciclos de congelado y cocción alternos) por neveras de toda la Facultad. Acabamos además con los ojos y la garganta arrasados por los vapores del formol de mil botes de muestras que, almacenados "porque sí" en la cámara, en su día reventaron al congelarse y expandirse el agua que diluye el formol (uno supondría que en la Universidad la gente sabe que estas cosas pasan, pero ya ves); y que al descongelarse gotearon y se evaporaron envenenando el aire de la sala. Por no hablar de las 40 truchas congeladas sobrantes de prácticas de Zoología que se guardaban allí, y que ya no lo estaban tanto...

Una semana maravillosa, vamos. Así que no veáis con qué ganas me vine ayer a Barcelona, a pasar un fin de semana largo con Sonia antes de que se tenga que volver a Madrid... Hay que ver qué bien se respira junto al mar.

Descubriendo nuevas maneras (de liarla con la tesis)

Si es que, cuando uno cree que ya no puede pasar nada más.... ¡anda que no pasan cosas! Anteayer me llamaron de Rectorado (alerta amarilla) para decirme que estaban teniendo un problema con el papeleo de mi tesis (alerta naranja): tras haber pasado todas las comisiones posibles, la señorita que me hablaba estaba introduciendo todos mis datos en una aplicación; aplicación que una vez completada y apretado el botón de "FIN" (o lo que sea que ponga) enviaría la comunicación oficial al presidente de mi tribunal diciéndole que todo está en orden y que puede convocar a los restantes miembros para fijar fecha de defensa... Pero que faltaba un dato (¡alerta roja!). Y sin ese dato no se puede pulsar el botón, y sin pulsar el botón no defiendo la tesis. 

- ¿Qué es lo que falta?

- Pues el DNI de John Doe, uno de los revisores...

- (****** anglosajones y su política de "No queremos DNI's"). OK; pues le escribo y se lo pregunto...

[Demonio en mi hombro: "invéntatelo, invéntatelo..."] Y dicho y hecho; le escribo y se lo pregunto. Y en breve recibo esta respuesta:

"In the UK, personal ID numbers like passport, driving licence etc. are not something that we share. They’re regarded as private, on principle and because in practice sharing them risks identity theft. So I hope you’ll understand that I’m not willing to provide this information. If you’d like me to email the relevant person to explain, I’d be happy to do so. It’s 2013, after all."

Que verdes las han segado, vaya. Pues estamos aviados... En fin; mientras intento imaginar a qué narices se refiere al decir que "después de todo estamos en 2013", le escribo a la de Rectorado [Demonio en mi hombro: "¡invéntatelo, coño! ¿Quién se va a enterar?"] para trasmitirle el mensaje del inglés. Y al rato, su respuesta:

"Antón, lo comentaré con la jefe de la Sección, y ya te cuento. En principio, no veo mucha solución porque en el sistema tenemos que grabar los datos. La verdad es que es la primera vez que sucede esto. Así que ya te indicaré mañana lo que me digan."

¡Que "no ve mucha solución", dice la tía! Se la digo en un correo enseguida  [Demonio en mi hombro: "Dile que ha cambiado de parecer el tío e ¡invéntateloooooo!"]: "Bueno, escribo desde el desconocimiento, claro, pero si el único problema es que el sistema necesita algo escrito en esa casilla, ¿qué problema habría con escribir simplemente NO DISPONIBLE o algo similar? Poniendo ceros en lugar de oes si es que necesita una combinación de números y letras... no sé. En fin, espero a ver qué me dices mañana."

... Pero ayer no me dijo nada [Demonio en mi hombro: "I SO told you..."]. Lo que sí sucedió es que na de las vicedecanas llamó al despacho preguntando por JPT, que tenía que verle "urgentísimamente". Tan urgentísimamente era que, cuando le dije que estaba en un examen, para allá que me dijo que se iba a interceptarlo. Bueno, ella sabría... El motivo de sus prisas lo descubrí luego, cuando al ver a JPT éste trató de explicarme  lo que estaba ocurriendo con mi tesis (mientras yo intentaba hacer lo mismo, jeje), y que le habían dicho que consiguiese el DNI del hombre y no sé qué más, que se iba la tesis al garete...

En fin, pues en esas estamos, yo ya me desentiendo del asunto; veremos si hoy lo arreglan vía Ministerio de Asuntos Exteriores o qué. Ya os mantendré informados; pero déjate que todavía no os extrañe en septiembre...

Carpetana arriba, Carpetana abajo (y III): bichos

Bueno, y para terminar con la serie gredense, vamos con unos cuantos bichejos...

 Empezando "taxonómicamente", vamos con uno bien curioso: una larva de Psychidae. Al igual que hacen las frigáneas dentro del agua, las orugas de estas polillas se construyen un tubito de palos y piedrecillas donde guarecerse y pasar desapercibidas tan felices cuando el lobo asoma las orejas.

 Tres mariposas Erebia meolans, en distintas posturas. Todas las especies de este género de mariposas de montaña se parecen mucho, pero por suerte en Gredos, como bien me explicó Javi, sólo vive esta especie; de modo que supongo que podéis fiaros de la identificación.

 Una rana patilarga Rana iberica. Esta especie, que al contrario que otras ranas pardas europeas gusta de vivir siempre cerca del agua, es un endemismo del NO ibérico que en el norte de la Península aparece a cualquier altitud, pero que en el Sistema Central vive sólo en arroyos de montaña. Resultaba especialmente abundante en los regatos que desembocaban en la Laguna Grande (que estaba a su vez llena de ranas verdes Pelophylax perezi). Por la noche además salieron literalmente por todas partes sapos comunes Bufo bufo ecotipo gredosicola (y algún corredor B. calamita que otro) y salamandras comunes Salamandra salamandra almanzoris.

 Y si hablamos de endemismos, ¡las lagartijas carpetanas Iberolacerta cyreni que no falten, claro! Muchos machos preciosos...

 ... y hembras, muy elegantes también.

 Y habiendo tal abundancia de herpetos, pues alguien se los tiene que comer. En España, además de la culebra de collar Natrix natrix, las auténticas especialistas en esto de capturar anfibios y lagartijas son las culebras lisas, tanto la culebra lisa europea Coronella austriaca de la foto como su prima la meridional C. girondica. Ambas son de pequeño tamaño y unos pedazos de pan, que ni amagan morder siquiera. y muy suaves al tacto, como podríais suponer por su nombre.

Pero de todas maneras, el vulgo enseguida asocia Gredos con su especie estrella, la cabra montesa Capra pyrenaica, pues los ejemplares de la zona están tan acostumbrados a la gente que se acercan a los excursionistas buscando comida. Al ir el viernes me crucé con un rebaño de machos impresionantes, cuando por supuesto llevaba la cámara sin pilas. Y al volver el sábado sólo había hembritas como ésta, que también era simpática la pobre.

... Pues nada; ¿os han gustado estas entradas? Ya os he enseñado paisajes, plantas y animales; ahora sólo os falta ir a descubrir Gredos por vosotros mismos :-) Al parar a la vuelta en el pinar de Hoyocasero no fotografié ya más bichos, pero hubo un momento muy entretenido en el que el cielo se llenó de rapaces: buitres leonados, una culebrera, un abejero, un cernícalo vulgar, un alcotán europeo... y milanos, muchos milanos. Demasiados, casi. Mala señal que ya se empiecen a juntar. Ellos, y las cigüeñas del valle del Tormes, que caminaban bien juntitas por los pastizales. Y los vencejos, ahora de vuelta en Madrid... el primer envío con destino a África está ya a punto de salir; ¡qué poco dura la alegría en casa del pobre!

Carpetana arriba, Carpetana abajo (II): plantas

 Enlazando con el final de la entrada de ayer, esta alcachofa feúcha es lo que habíamos ido a buscar a Hoyocasero, y es lo que vimos a patadas: nada más ni nada menos que una ¡Leuzea rhaponticoides! Jeje; la verdad es que a otros del grupo les hizo más ilusión que a mí, pero siempre está bien ver una plantita como ésta, que además de ser un endemismo centropenisular y todo lo que quieras al menos no es una birria minúscula, sino una señora mata fácil de encontrar.

 En la alta montaña gredense, con su primavera siempre un paso por detrás que en el llano, sí estaba todo lleno de plantas la mar de aparentes. Esta Viola riviniana, planta de bosque en el norte peninsular y en el resto de Europa y de montaña aquí al sur, no es que sea especialmente rara, pero la pongo porque ya sabéis que me gustan las violetas. Y como es mi blog, pues a callar.

 Cryptogramma crispa; "helecho perejil", que le llaman los ingleses, una planta de distribución boreoalpina que en España suele crecer junto a arroyos del supraforestal. Es una planta que me gusta mucho porque me recuerda al aspecto de las hojas emergidas del helecho de Sumatra, socorridísima planta tanto de fondo como flotante de aquellos lejanos años en que todavía tenía acuarios...

 Pero vamos ya con las cosas más exclusivas: Eryngium bourgatii, un "falso cardo" (pues los cardos de verdad son compuestas, y los Eryngium son umbelíferas) propio de las montañas mediterráneas peninsulares.

 Campanula herminii; otra especie que comparte en buena medida distribución y hábitat con la anterior.

 Un endemismo del Sistema Central: la manzanilla de Gredos Santolina oblonguifolia.

 Y otro más, el dragoncillo de Gredos Anthirrinum grosii.

 Y el último ya, jeje, el piorno de Gredos Echinospartum barnadesii; espinoso y almohadillado.

Las flores de este piorno (no así las del "normal" Cytisus oromediterraneus) estaban llenas de escarabajillos, Mylabris sp. (a saber cuál de las muchas especies del género). Y con estos meloidos que comen polen, pero cuyas larvas se alimentan de ¡huevos de saltamontes! enlazamos plantas con bichos, para seguir en la próxima entrada.

Carpetana arriba, Carpetana abajo (I): sitios

 Durante este último puñado de años, para mí Gredos siempre ha sido el mero telón de fondo de mis escapadas toledanas y extremeñas: una sucesión de picos nevados, unos paredones imponentes que ofrecen el contrapunto perfecto a los cortados de Monfragüe, a las dehesas de la Campana de Oropesa y Campo Arañuelo y, más recientemente, a las colinas suavizadas de la sierra de San Vicente. Tocaba ya completar ese hueco, y este fin de semana hemos disfrutado de lo lindo en las montañas abulenses.

 Por exigencias horarias, el plan fue bastante intenso: como el sábado por la tarde debíamos estar de vuelta, salimos de Madrid el viernes después de comer sin tiempo que perder, para llegar hasta la Plataforma de Gredos y desde allí, corriendo casi, alcanzar el refugio en el circo de Gredos a tiempo para cenar.

 Aunque lo de "corriendo casi" es exagerar un poquillo, ya que la capacidad de las piernas y la fuerza de voluntad necesaria para evitar pararse con cada flor variaban un tanto entre los seis que fuimos, de modo que entre el primero y el último hubo casi una hora de diferencia. Aunque cenar, cenamos todos :-)

En la montaña tengo... creo que más el defecto que la virtud, de meter la marcha y tirar tirar hasta llegar al destino fijado. Dejando a la gente atrás experimenta uno el gusto de divisar la meta como quien hace un descubrimiento, pero corre el riesgo de perderse los detalles que hacen la experiencia más completa... detalles que me ha fastidiado tanto perderme como ver de una vez pechiazules en plumaje nupcial en su hábitat típico del piornal de montaña :-/

 El refugio, al fondo del Circo y a orillas de la laguna Grande. Estaba lleno casi hasta la bandera, tanto de montañeros motivados dispuestos a subir al Almanzor (al fondo, con su característica cumbre de dos piquitos) nada más salir el sol, preparándose para hacer escalada extrema en las agujas graníticas cortadas a plomada o en pleno proceso de atravesar el Sistema Central de punta a punta; como de familias sin mayor preocupación que pasar un día "de playa" diferente tumbados en los cervunales.

 Y luego nosotros seis, claro, en nuestra categoría aparte; saltando de peña en peña a la búsqueda del más difícil todavía: del bicho o la flor que superase en exclusividad al anterior. Flores y bichos que dejo para las entradas de los próximos días ;-)

 Y bichos y plantas a un lado; los paisajes, claro, que a todos gustan.

Antes de volver a Madrid, el sábado por la tarde hicimos una parada en una localidad a la que creo que volveremos muy a menudo, ahora que a Javi le tiran tanto las plantas: el pinar de Hoyocasero. Un lugar que, nadie sabe muy bien por qué, atesora bajo las copas de sus árboles una extraordinaria diversidad de flora, que incluye además muchas especies de origen norteño que en España apenas sí se dejan ver al sur de Pirineos y que no crecen en ningún otro lugar del Sistema Central... y con esta carta de presentación, ¿¡cómo no íbamos a parar allí...?! Paramos, pues, ¿y qué nos encontramos? Lo dejo ya para mañana..

La (no tan) rara muerte de una rareza

 Entre esta PEDAZO foto (de aquí)...

... y esta otra (de aquí) median unos pocos días y la turbina de un aerogenerador.

La turbina de un aerogenerador de la isla de Lewis (sí, la de las piezas de ajedrez), donde el bicho de la foto (un vencejo mongol Hirundapus caudacutus;  que ostenta el récord de ser la especie de ave más rápida en vuelo batido) pasó sus últimos días deleitando a cientos de twitchers. Esta especie de vencejo cría en el Extremo Oriente y pasa el invierno en el SE asiático y Australia, por lo que no se deja ver mucho por Europa que digamos. Y no bien acababan de recuperarse los pajareros ingleses del susto de ver un vencejo del Pacífico Apus pacificus en Suffolk (otra especie con la misma distribución que la anterior), que les aparece esta belleza en las Hébridas Exteriores; la cuarta (creo) cita para Europa y la primera en muchos años. Y tantos fueron a verlo que hubo abundantes testigos de su muerte; bizarro final para un pájaro tan raro, a miles de Km de donde le tocaría estar... Pero aunque la muerte de este vencejo a nivel biológico no pase de la pura anécdota, la verdad es que las muertes por colisión con aerogeneradores son muy preocupantes entre ciertos grupos de aves, mayormente las planeadoras de mayor tamaño, como grandes rapaces o cigüeñas. Y no es que "los ecologistas nunca estemos contentos": energía eólica sí, pero no en cualquier sitio...

Lisensiados!

"Todos en pie", Pompa y Circumstancia y Veni Creator Spiritus; ¡empieza la graduación! :-) Ayer tarde fui, gracias a la entrada que me pasó Almu, a mi segunda graduación de Biológicas en Madrid; la 57 de la historia de la Facultad y la última de Licenciatura, que se solapó este año ya con la primera del Grado. De traje, por supuesto, que el postureo es el postureo... Muchos alumnos de traje también; poco que ver con hace cinco años, justo antes de que los pequeñajos de ayer empezaran su carrera. Y bastantes amigos a mayores de alumnos entre los que, de diez en diez, iban subiendo a por sus diplomas y becas; los últimos a los que he dado alguna clase (¿y daré???) en la UCM: Marta, Almu, Sergio, Ali, Arlo, Nacho, Belén... me habéis dejado mucha más marca de la que sospecháis.

De vuelta en Pelahustán

 Un mes más tarde de nuestra última visita, ayer Joaquín y yo nos regalamos un día semivacacional en la Sª de San Vicente.

 Tocaba liberar un puñado de machos de lagartija colilarga de Pelahustán; y tras trabajar algo en la Facultad por la mañana hasta allí que nos fuimos.

 Recién recobrada la libertad en el sitio en el que la perdieron semanas antes, los bichos siempre parece que no se lo acaban de creer; y miran con cara extrañada a un lado y a otro antes de abandonarnos, a nosotros y a los amiguetes de terrario.

 ¡Qué bichos más bonitos! :-)

 ¿¿Y ésto?? ¿Cómo me puse la mano así, os preguntaréis? No es sangre de lagartija, a Dios gracias; no temáis...

 Pero tampoco son restos de moras, pues si hubiese intentado pegarme un atracón de mi fruta favorita seguramente se me habrían indigestado, de verdes que estaban aún. Y a resultas de las espinas de las zarzas toledanas, la sangre bien podría ser mía. Pero ya hemos quedado en que no es sangre....

... y de hecho sí son restos de mora; pero de moras de morera :-), que estaban impresionantes (e impresionantemente altas :-/); ¡bendito sea Dios por hacernos frugívoros!

Después de comer de verdad en Escalona volvimos a bajar hasta el Alberche, a reencontrarnos con colmillejas, culebras viperinas y chorlitejos. Y a bañarnos también, que íbamos bien pertrechados para la ocasión. Descubrimos una especie de canal poco profundo con algo de corriente donde inventamos la "Red Queen swimming race"; una carrera a la vez de velocidad y resistencia, pues había que nadar deprisa para mantener la posición y que a uno no se lo llevase el agua (avanzar, imposible), y perdía el primero que se agotaba y se ponía de pie. A ver cuándo lo hacen olímpico...

Comiendo sobre el suelo mojado

 Desde que estamos sin cafetería, resolver cómo y dónde comer se convirtió, para los que como yo renegamos del tupper, algo que ir resolviendo un poco sobre la marcha cada día; que normalmente ha consistido en ir buscando por las esquinas alguien que también tuviese que comprar comida ese día para ir juntos a la cafetería de Forestales. Pero desde que hace bueno la cosa se ha simplificado bastante, ya que como el becario medio pasa tantas horas al día encerrado suele ser un gran amante del sol y del calor; y no cuesta nada convencerlos a todos para bajar a comer sentados en el césped de la Escuela vecina. El único problema, si es que se le puede llamar así, es que ahora que aprieta la solana y han empezado a regar, la tierra suele estar algo húmeda; pero nada que no se pueda solventar con una bolsa o un papelaco...

 ... pero algo me decía al llegar ayer por la mañana que ese mediodía no lo íbamos a tener tan fácil.

 ¡Reventón al canto! La calle inundada (y cortada), y una cascadita bajando del jardín de Forestales.

Cascadita que nacía aquí, justo donde solemos sentarnos a comer. En este país en el que no sobra agua precisamente me da mucha pena ver este tipo de despilfarros; menos mal que parece que lo arreglaron pronto. En cualquier caso, tocó irse a comer algo más lejos, a Montes. A ver hoy..

Amo (mi/de) casa

Intuyendo lo que me esperaba (el lío de maletas rehaciéndose, paquetes por aquí y por allá y tres familiares a grito pelado), ayer alargué las horas en la Facultad, esperado llegar a casa con el tiempo justo de saludar a mi madre y a mi hermana antes de que iniciasen viaje los tres; pero pese a las precauciones el encuentro fue tan breve como intenso... jeje, qué descansado me quedé al verlos marchar... 

Como a mi hermano le faltan horas en el día con todo lo que tiene que trabajar, desde hace algunos meses viene una señora a planchar su ropa dos veces por semana. Y de paso "limpia", en general, relevándome a mí de esa tarea que a ratos me entretenía y a ratos me costaba; pero que nunca me ha amargado demasiado. Pero ahora en verano, con la señora camino de su casa, me toca a mí retomar estos quehaceres domésticos; cosa que aproveché para empezar a hacer a la que cogieron éstos el taxi al aeropuerto... y vaya si salió mierda; en fin en fin: porque está claro que, aunque algo parezca limpio, nunca lo está tanto como cuando lo limpia uno. Y es que en un piso hay demasiados rincones de ésos que por prisas o falta de altura (de la señora) quedan sin limpiar, y a medida que pasan las semanas se va acumulando la roña... pero nunca más; al menos durante estos meses... Como ya os he puesto aquí alguna vez, si quieres dormir bien, hazte tú mismo la cama.

Creta y los Garbo

Hace dos años fue Cerdeña, el año pasado tocó Corfú; y éste mi madre y mi hermana Alicia viajan ahora en tren hacia aquí, para irse con mi hermano esta tarde camino de Creta... supongo que, siguiendo su periplo isleño hacia Levante, el año que viene se irán a Chipre; digo yo. Y, como el año pasado, me quedo en Madrid; y a las mil razones que lo justifican añado una más: que hasta hace bien poquito era perfectamente posible que me tocase defender estos días que se van. En fin, una semana de paz hogareña... se aceptan todo tipo de sugerencias fiesteras destinadas a romperla ;-)