27/5/13

Al caer la noche

 Cada vez más, lo habréis notado en las entradas de este blog, nuestras escapadas bicheras (como la de este fin de semana por Os Ancares y El Bierzo), incluyen una carga considerable de horas nocturnas. El cuerpo lo acusa al día siguiente, vaya que si lo hace; y uno termina deseando descansar entre semana de las palizas que se mete el finde; pero el resultado bien merece la pena.
Aunque realmente estos días pasados no vimos de noche tantísimas cosas (nada que ver desde luego con Monfragüe el fin de semana anterior), la calidad compensó la cantidad. Al llegar el viernes por la noche (cerrada) nos cruzamos con el coche con un enorme y encantador erizo Erinaceus europaeus, el primero que veo vivo en España (me lo había tachado en Suecia).
 El sábado por la noche, parando de fuente en fuente a lo largo de la carretera de Piornedo (Lugo), nos encontramos con este caracol de Quimper Elona quimperiana, especie de buen tamaño fácil de reconocer porque su concha, traslúcida, es plana, al no extenderse la espira en vertical. Este escaso caracol posee una curiosa área de distribución, ya que aparece en las zonas de influencia atlántica muy húmeda del norte de España, y después desaparece hasta volver a estar presente en Bretaña; donde está la ciudad de la que toma su nombre.

Pero sin duda la especie estrella del fin de semana, la que más ilusión nos hizo a todos, fue la salamandra rabilarga Chioglossa lusitanica; especie endémica de las zonas más húmedas del NO peninsular. Nos las encontramos junto al caracol, trepando cual lagartijas por paredes que rezumaban agua, "buceando" entre las mullidas alfombras de musgo.

Y, aunque sin foto, se sumaron a la lista nocturna salamandras europeas, ranas patilargas (otro endemismo), cárabos europeos, lechuzas comunes... en resumen, que compensa :-)

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