10/6/08

Repetir de noche lo que pasa de día (y II)

Sí, los murciélagos también se anillan...


Aves y murciélagos apenas sí interaccionan. Viviendo unas mayoritariamente de día y otros de noche, no suelen producirse encuentros entre ellos más que durante el crepúsculo, y si hay alguna relación normalmente suele ser de depredación de las primeras sobre los segundos. Por ejemplo, cuando trabajé limpiando egagrópilas de lechuza común Tyto alba en 4º de carrera, encontré varios cráneos de barbastela Barbastella barbastellus en las de un ejemplar que debía de haberse especializado en capturarlos en su reposadero. Y casi no se conocen casos de depredación de murciélagos sobre aves: sólo cuatro o cinco especies de grandes murciélagos tropicales carnívoros, que se alimentan sobre todo de ratones y lagartijas que detectan maniobrando lentamente entre el follaje selvático, se sabe que capturan también pajarillos dormidos...
Pero hace muy poco, científicos italianos informaron del hallazgo de plumas en heces de nóctulo gigante Nyctalus lasiopterus, el mayor murciélago de Europa, del tamaño aproximado de un vencejo. Supusieron que los murciélagos habrían capturado a las aves al hallarlas en huecos de árboles, buscando lugares para descansar. Y no fue hasta 2001 que un equipo conjunto de la EBD y de la Universidad de Alcalá demostró que la realidad era bien distinta: Analizando miles de heces de nóctulos de La Rioja, Sevilla y Jerez descubrieron una preponderancia absoluta de plumas coincidiendo con los pasos migratorios pre- y sobre todo postnupcial de los pajarillos, desapareciendo luego durante el resto del año. Así pues, al igual que el halcón de Eleonor Falco eleonorae se ha adaptado a capturar las aves migradoras durante el día, el nóctulo gigante hace lo propio durante la noche (cuando de hecho migran la mayor parte de las aves, posiblemente para evitar a los depredadores diurnos).
Da un poco de cosa, imaginar un grupo de pajarillos atravesando en la quietud de la noche un paso pirenaico a cerca de un kilómetro de altura, y ver cómo de repente de la nada surge un nóctulo gigante, amparado en la penumbra y en su vuelo absolutamente silencioso, para capturar a una de las aves. Las manipulan en vuelo, al igual que harían con una gran polilla, arrancando las alas primero y devorando después la pechuga mientras las sujetan con sus patas traseras. Es maravilloso ver cómo, donde hay comida, siempre aparece alguien dispuesto a comérsela...

3 comentarios:

Javi Pato dijo...

"Dónde hay comida siempre aparece alguien dispuesto a comersela", curioso. jajaja. Desconocía que estos animalitos pernoctadores se alimentasen de aves. buff, lo de aarancarles las alas es algo cruel.

Anónimo dijo...

se nota que no habias merendado,prefiero los chuletones

Antón Pérez dijo...

No son todos; en España hay más de 30 especies de murciélago y sólo ésta se alimenta de aves. y además sólo durante los pasos migratorios, que es cuando "se las encuentra" volando de noche.
Y lo de cruel no deja de ser un concepto humano; si tuvieses que manipular un bicharraco que pesa la mitad que tú a casi 1 Km de altura sujetándolo sólo con las patas traseras tú también le arrancarías las alas, para que no te estorbasen...