16/10/15

A las duras y a las maduras

Ya os sonará, por entradas anteriores, lo mucho que digo que me gusta dar clases. Pero... ¿sigue gustándome igual, tras guiar ayer durante seis horas seguidas a ocho grupos de 15 alumnos en el montaje y observación de un frotis? ¿Sigue gustándome igual, sabiendo como sé que hoy me tocan otras seis horas? Bueno, es verdad que las prácticas de Métodos se terminan haciendo un poco cuesta arriba... pero eso desde mi punto de vista. Desde el de ellos, que el resto del día tienen que lidiar con matemáticas, física y química, parece que la cosa se ve de forma distinta, y desde luego mejor. Y siempre es mucho más entretenido estar abajo de la tarima y tratar a la gente de tú a tú, con sus momentos de brillantez y sus... peculiaridades. Que no saldrán aquí escritas, pero que igualmente voy atesorando, y valorando. Que para algo son mis alumnos: toda una responsabilidad... que sí, se coge con gusto.

2 comentarios:

Sergio de Carabias dijo...

Antón, cuenta alguna peculiaridad!!! se dice el pecado pero no el pecador!!! ;)

Antón Pérez dijo...

Ya veremos, ya... :-p