Aquella jornada de noviembre de 2007 por Formentor y S'Albufera produjo tal rédito ornitológico que ya no comenté nada más; así que como mi familia (madre, hermanos, cuñado y sobrina; hasta donde yo sé) viaja este sábado a pasar unos días en Mallorca, siguiendo su periplo por las islas mediterráneas, pues me he animado a desempolvar un par de fotos:
En Mortitx crecían muchos pies de esta curiosa planta, el Gomphocarpus fruticosus. Las asclepiadáceas como esta, proveniente de Sudáfrica, son plantas de curiosas flores y látex venenoso que viven en zonas tropicales de todo el mundo; y de las que hay varias especies introducidas en nuestro país. Y precisamente la aclimatación de la Asclepias curassavica en las zonas costeras andaluzas ha permitido que se asiente en nuestro país, a partir de ejemplares divagantes traídos por el viento a través del Atlántico (igual que las rarezas pajariles), la conocida mariposa monarca Danaus plexippus.
A fuerza de verles volar de acá para allá sobre los humedales sin tirarse a nada, se lleva uno la impresión de que los aguiluchos laguneros, más que cazar, se dedican a hacer la fotosíntesis con las alas extendidas... pero el plumaje completo de esta gallineta, que ya no rodea nada de carne, demuestra que un depredador es un depreador, por mucho que no lo parezca...
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