Ocho años y medio. 2.779 entradas, que se dice pronto (de calidad harto variable, lo reconozco). Aunque muchas veces la pereza y los afanes de cada día (y pensar que, en realidad, sois cuatro gatos los que me leéis) me han hecho tener ganas de dejar esto de lado, creo que nunca he llegado a planteármelo verdaderamente en serio: a fin de cuentas, y como os tengo dicho bastantes veces, escribo este blog mucho más por mí que por los demás, como forma de poner en orden y atesorar mis recuerdos y mis estados de ánimo, mis pensamientos más íntimos, convenientemente camuflados entre entradas "de relleno" como la de ayer. No, no creo que deje de escribir en el blog, al menos en breve... pero sí me parece que Biólogo y Becario no da más de sí. Nació en un momento significativo: en plena transición entre mi vida como estudiante (a secas) y mi vida como profesional (del estudio, jeje). Además, y sin pretenderlo inicialmente, pues en septiembre de 2007 todavía no sabía dónde o sobre qué iba a hacer la tesis, este blog ha terminado indefectiblemente ligado a mi vida como doctorando y "postdoctorando" en Madrid. Pero toda esa vida está a punto de terminarse, y este blog, irremisiblemente, con ella...
... pero no os preocupéis, mis cuatro gatos favoritos, que no pensaba dejaros de lado. A partir de mañana nos vemos en Biólogo y Mercenario :-)